Buscar este blog

viernes, 30 de diciembre de 2011

Moniciones Santa María, Madre de Dios 1 de Enero de 2012

Moniciones Santa María, Madre de Dios 1 de Enero de 2012
1 de Enero de 2012
Moniciones
MONICIÓN DE ENTRADA
Feliz Año Nuevo! Nuestra primera bienvenida de este año de 2012 les acoge con todo afecto y fraternidad. Y decirles, asimismo que la Virgen María, a quien agasajamos en esta fiesta de hoy, nos acompañe durante los 366 días de este año bisiesto. Seguimos en el Tiempo de Navidad. Celebramos hoy la circuncisión del Niño, tal como nos narra Lucas en su Evangelio. La ceremonia de la circuncisión servía, además, para poner nombre al nuevo miembro de la religión judía. Recibió el nombre de Jesús que significa “Dios salva”, tal como dijo el ángel a San José. Hoy conmemoramos también la Jornada Mundial de la Paz, obra pontificia de gran tradición e importancia y de especial importancia en estos tiempos tan difíciles, que ya cumple su 45 edición. Este año el Papa Benedicto XVI ha consagrado la Jornada al siguiente lema: “Educar a los jóvenes en la justicia y la paz”. Los jóvenes deben crecer en paz para evitar la violencia. Hoy tenemos que rezar por esos jóvenes que, algunos, sufren muchas dificultades y, por supuesto, por su formación para la paz, y que lo pacífico sea el sello de nuestras vidas. Nos ponemos de pie para recibir con la alegría de un canto, al Celebrante y sus acompañantes.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- Breves lecturas hoy, por su extensión pero profundísimas por su contenido. Festejamos a María y así en la primera lectura se ofrece, del Libro de los Números, nada menos que la bendición que Dios dictó a Moisés para que los israelitas invocaran al Señor. María es nuestro camino hacia Dios. Escuchemos.
2.- Pablo en la Carta a los Gálatas, menciona que Jesús “nació de mujer” y así ser todos los hombres y mujeres Hijos de Dios. Ese es el gran milagro que Dios Padre ha hecho a través de María. Escuchemos.
3.- San Lucas habla de la circuncisión del Niño Jesús y es lo que también festejamos hoy. La circuncisión era –y es—para los judíos como nuestro Bautismo. Por medio de la circuncisión se entraba en el Templo, en la familia religiosa de Dios. Y se imponía el nombre al pequeño. María y José sabían que el pequeño se llamaría Jesús. Pero, además, en este evangelio de hoy aparece la Virgen en una actitud contemplativa “María guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón”, con ello nos invita a nosotros a concentrarnos en lo esencial, olvidando lo que poco importa. Nos ponemos de pie, para escuchar la proclamación del Santo Evangelio.
La oración de los fieles
CELEBRANTE
Padre en este día de María Madre de la Iglesia, elevamos los ojos al cielo para que caiga sobre este nuevo año los bienes y la gracia necesarias para cumplir siempre tu voluntad. Nuestra plegaria, hoy, es:
SEÑOR, BENDÍCENOS EN ESTE NUEVO AÑO.
1. – Te pedimos Padre por nuestro Papa Benedicto XVI, por todos los obispos y sacerdotes, para que sean fieles a tu Palabra y sean ejemplo y estímulo para todos los componentes de la Iglesia.
OREMOS AL SEÑOR
MONITOR
2. – Te pedimos Padre por todos los gobernantes para que acierten con sus políticas y así todos los pueblos puedan desarrollarse en paz y armonía.
OREMOS AL SEÑOR
3. – Por los enfermos de larga duración para que el Señor siga acompañándoles y fortaleciéndoles y puedan llevar una vida digna soportando el peso de la cruz.
OREMOS AL SEÑOR
4. – Por todos los hombres del mundo para que en este nuevo año descubran el Amor de Cristo y así se incorporen al trabajo en el Reino de Dios.
OREMOS AL SEÑOR
5.- Por todas las familias cristianas, especialmente aquellas que sufren, para que en este nuevo año se resuelvan sus necesidades y disfruten de la paz y la armonía que nace de la cercanía de Cristo.
OREMOS AL SEÑOR
6.-Por la Obra Por Cristo…Mas, Mas, Mas, para que en este año que iniciamos hoy, continúe, llevando la buena nueva del Reino a todos los rincones del mundo.
OREMOS AL SEÑOR
7. – Por nosotros para que en este año 2012 seamos más fieles a Cristo y así aumenten nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad.
OREMOS AL SEÑOR
CELEBRANTE
En este primer día de 2012, te presentamos Señor nuestros proyectos y necesidades, bajo la intercesión de María Madre de la Iglesia te pedimos que nos acompañe tu gracia durante todo el año.
Te lo pedimos por Tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor que junto a Ti vive y reina por los siglos de los siglos
Amén

HOMILIAS: DOMINGO SANTA MARIA MADRE DE DIOS. 1 DE ENERO 2012

HOMILIAS: DOMINGO SANTA MARIA MADRE DE DIOS. 1 DE ENERO 2012
1.- EDUCAR EN LA PAZ
Por José María Martín OSA
1. - Celebramos la maternidad divina de María, el comienzo del año civil y la Jornada Mundial de la Paz. El tema litúrgico principal y más antiguo es la celebración de "Santa María, Madre de Dios", pues estamos en ambiente navideño -octava de Navidad- y desde hace siglos honramos a María con su mejor título: Madre de Dios. "José y María se admiraban de lo que decían los pastores", dice el evangelio de Lucas. Una vez más se nos muestra la fe y la humildad de María y de José. El texto del evangelio termina con el relato de la circuncisión. Es un rito que expresa las raíces judías de Jesús, el entronque con las promesas de los profetas del Antiguo Testamento. Jesús nació bajo la Ley, pero vino a rescatar a los que estaban bajo la Ley, para convertirles en hijos de adopción. Todos hemos sido rescatados por Jesús, pues Él es nuestro hermano. La Carta a los Gálatas nos recuerda que podemos llamar a Dios "¡Abba!", Padre. Es la mejor noticia que podía recibir: Dios es Padre, que me quiere, me perdona, está pendiente de mí, me guía por el buen camino. ¿Por qué temer, si Dios me acompaña siempre? En una ocasión escuché de labios de un joven musulmán, recién convertido al cristianismo, que lo que más le había impresionado de la fe cristiana es el experimentar que Dios es Padre, el poder dirigirse a Dios con la confianza de un hijo querido. Creo que no nos damos cuenta de la grandeza y el gozo que produce esta gran noticia: saber que Dios es mi Padre. Eliminemos de nuestras creencias el temor o el miedo, pues no tiene sentido en aquél que cree en el Dios revelado por Jesús. El nombre que recibe el Niño-Dios indica cuál es su misión; en aquel tiempo no se le ponía el nombre por casualidad o porque le gustase mucho al padre. Jesús significa "Dios salva", es decir Dios está a favor nuestro. La religión del miedo no es cristiana, sólo es verdadera la religión del amor.
2.- Educar a los jóvenes en la justicia y la paz. Este es el mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de la Paz 2012. Es verdad que en el año que termina ha aumentado el sentimiento de frustración por la crisis que agobia a la sociedad, al mundo del trabajo y la economía; una crisis cuyas raíces son sobre todo culturales y antropológicas. Quiere presentar el Mensaje para la XLV Jornada Mundial de la Paz en una perspectiva educativa: «Educar a los jóvenes en la justicia y la paz», convencido de que ellos, con su entusiasmo y su impulso hacia los ideales, pueden ofrecer al mundo una nueva esperanza. El mensaje se dirige también a los padres, las familias y a todos los estamentos educativos y formativos, así como a los responsables en los distintos ámbitos de la vida religiosa, social, política, económica, cultural y de la comunicación. Prestar atención al mundo juvenil, saber escucharlo y valorarlo, no es sólo una oportunidad, sino un deber primario de toda la sociedad, para la construcción de un futuro de justicia y de paz. Hay que Educar en la libertad, la justicia y la paz. La libertad es un valor precioso, pero delicado; se la puede entender y usar mal. Para ejercer su libertad, el hombre debe superar por tanto el horizonte del relativismo y conocer la verdad sobre sí mismo y sobre el bien y el mal. El uso recto de la libertad es, pues, central en la promoción de la justicia y la paz, que requieren el respeto hacia uno mismo y hacia el otro, aunque se distancie de la propia forma de ser y vivir. De esa actitud brotan los elementos sin los cuales la paz y la justicia se quedan en palabras sin contenido: la confianza recíproca, la capacidad de entablar un diálogo constructivo, la posibilidad del perdón, que tantas veces se quisiera obtener pero que cuesta conceder, la caridad recíproca, la compasión hacia los más débiles, así como la disponibilidad para el sacrificio. Termina el mensaje con estas palabras: “La paz no es un bien ya logrado, sino una meta a la que todos debemos aspirar. Unamos nuestras fuerzas espirituales, morales y materiales para educar a los jóvenes en la justicia y la paz”.
3.- Este es un día para dar gracias a Dios y pedirle que nos ayude. Gracias por todo lo que hemos vivido en este año que terminamos, gracias por lo que viviremos en el año que comienza, 2012, gracias por todo lo nuevo que aparece en nuestra vida. Le pedimos a Dios que todos los buenos deseos que tenemos y que nos decimos en el Nuevo Año sepamos hacerlos realidad. Hacemos nuestro propósito de favorecer todo lo que ayude a que haya más felicidad para todos, amigos y desconocidos. Hacemos nuestros los deseos de la bendición de la lectura del libro de los Números: "Que el Señor te bendiga y te proteja, ilumine tu rostro y te conceda su favor; el Señor se fije en ti y te conceda la paz". Este es nuestro deseo: "Paz y bien para todos".
________________________________________
2.- ESTRENAR, EN ESTE PRIMER DÍA DEL AÑO, UN CORAZÓN NUEVO
Por Gabriel González del Estal
1. El Señor tenga piedad y nos bendiga. Esta oración del salmo 66 es una buena oración para comenzar el año 2012. En el Antiguo Testamento “bendecir” es desear toda clase de bienes materiales y espirituales. No sólo en tiempos de crisis; todos los años, y todos los días, es bueno pedirle a Dios que tenga piedad de nosotros y nos bendiga. Cada día nos levantamos cargados de debilidad y de buenos propósitos. Sólo la piedad de Dios, su comprensión de Padre, puede asumir nuestra debilidad y fortalecer nuestros buenos propósitos de cada mañana. Cada día del año necesitamos echar fuera de nuestro corazón la inclinación al mal, la debilidad y el pecado, para poder llenarlo de un auténtico amor a Dios y de un siempre renovado amor al prójimo. Cada día del año necesitamos estrenar nuestro corazón. En este primer día del año 2012 debemos hacerlo con una especial fuerza interior y con una súplica humilde y sincera. Parece cierto que tendremos que vivir el año que comienza envueltos en las nieblas de la crisis económica y de las continuadas crisis de valores cristianos. Pero no nos asustemos demasiado, porque el ser humano siempre ha vivido, de una u otra manera, envuelto en alguna crisis. El vivir humano ya es, en sí mismo, un vivir en crisis. Por eso, necesitamos levantarnos cada día con un propósito renovado de vencer nuestras crisis. Para conseguirlo necesitamos la piedad de Dios, su amor y su misericordia. Nuestro corazón es un corazón frágil y quebradizo; intentemos estrenar cada mañana un corazón nuevo, moldeado por la mano amorosa de un Dios Padre y Madre. Sí, pidamos a Dios en este primer día del año 2012 que tenga piedad de nosotros y nos bendiga.
2. El Señor se fije en ti y te conceda la paz. Hoy, primer día del año 2012, celebramos también el Día Mundial de la Paz. La paz es el bien más necesario para una buena convivencia. La paz que pide Moisés a Dios para su pueblo, en esta lectura del libro de los Números, no era una paz pasiva, no era la paz de los cementerios; era una paz activa, una paz fruto de la concordia y de la justicia. Más de una vez se dice en la Biblia que la paz y la justicia se abrazan, se besan. Sin verdadera justicia no puede existir la paz. No podemos pedir a un pueblo, o a una persona, injustamente tratados, que quieran vivir en paz con quien les oprime o les maltrata. En este primer día del año debemos pedir por la paz; por la paz individual, por la paz familiar, por la paz entre todos los pueblos y todas las naciones de la tierra. El Papa, en su mensaje para este primer día del año 2012, ha señalado el lema: Educar a la juventud en la justicia y en la paz. El Papa insiste en que es necesario en el mundo de hoy “escuchar y potenciar el rol crucial de las nuevas generaciones en la realización del bien común y en la afirmación de que es posible un orden social justo y pacífico en el que los derechos fundamentales puedan ser expresados y realizados. Pidamos, pues, al Señor, que nos bendiga, ayudándonos a conseguir, en este año 2012, un orden social justo y pacífico, en el que se expresen y se realicen todos los derechos fundamentales de las personas.
3. Le pusieron por nombre Jesús. Jesús significa “Salvador” y, en el momento de la circuncisión, le pusieron este nombre porque “él salvaría a su pueblo de sus pecados” (Mt 1, 21). La Virgen María es, pues, madre de nuestro Salvador y, en cierto sentido, madre de cada uno de nosotros, porque, al perdonarnos los pecados por medio de su hijo, nos hizo hijos de Dios. María es la madre del Dios encarnado en la persona humana de Jesús de Nazaret y por eso la veneramos hoy con el título de Santa María Madre de Dios. Veneremos con especial devoción, en este primer día del año 2012, a Santa María Madre de Dios y madre nuestra.
________________________________________

3.- DIOS “DICE BIEN” DE NOSOTROS
Por Pedro Juan Díaz
1.- ¡Qué mejor manera de empezar el año que con una bendición! Dios nos bendice. Dios “dice bien” de nosotros, que eso es lo que significa bendecir. Además, en el Antiguo Testamento, tiene también el significado de desear toda clase de bienes y dones, tanto materiales como espirituales. Así que estaremos de acuerdo en que necesitamos esa “bendición” de Dios para comenzar este año 2012 que se avecina difícil, por la crisis que aún nos sigue rondando.
2.- En este día primero del año, me gusta subrayar las palabras de bendición de la primera lectura, releerlas, meditarlas, compartirlas de nuevo con ustedes: “El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz”. Seguro que Dios hará todo esto con nosotros, lo importante será saber darnos cuenta, estar atentos a las bendiciones de Dios, a lo que Dios va a hacer con nosotros en este nuevo año.
3.- Y de nuevo es María la que nos enseña cómo hacerlo. Ella “conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”. Ella no se perdió ni una de las bendiciones de Dios. Hoy la recordamos como la Madre de Dios, por ese SI al proyecto de Dios, hecho vida en Jesús. Hoy, ocho días después del nacimiento, el Niño es circuncidado, “y le pusieron por nombre Jesús”. Ese niño es su Hijo y todos nosotros también somos hijos en Él. Eso es lo que San Pablo nos recuerda en la segunda lectura. Jesús es el Hijo de Dios, María es la Madre de Dios, nosotros somos también hijos en el Hijo, hermanos unos de otros, hijos de un mismo Dios que es “Abba” (“papá”). Así nos trata Dios. Así nos quiere Dios. Así nos bendice Dios.
4.- También, en este primer día del año, la Iglesia nos invita a rezar por la paz en el mundo. Comenzamos un año nuevo reconociendo, en ese Niño que nos ha nacido, al príncipe de la paz. Desde hace 45 años la Iglesia viene celebrando en este primer día del año la Jornada Mundial de la Paz. Este año, dedicada a los jóvenes, y con el lema “Educar a los jóvenes para la justicia y para la paz”. A pesar de que los terroristas hayan dicho que no va a usar la violencia más, hay mucha otra violencia que aún tiene que ser eliminada. Violencia entre las personas, hacia la mujer, hacia el hombre. Violencia entre pueblos, guerras, odios, egoísmos, rencores… Es necesario seguir pidiendo por la paz. Es necesario educar a los más jóvenes en actitudes pacíficas. Es necesario que la paz comience en cada uno de nosotros. Que el Niño Dios que ha nacido nos traiga a todos la paz que necesitamos.
5.- Seamos como los pastores, que contemplan el pesebre y salen corriendo a contar lo que allí han visto y todo lo que les han dicho sobre ese niño. Allí está la familia al completo: José, María y el Niño. En ese pesebre humilde y cochambroso, aquella gente sencilla reconoce al Mesías esperado. Cuando Dios se acerca a nuestra vida y le dejamos entrar, la noticia no se puede callar, porque nos desborda. Y eso mismo les pasó a aquellos pastores.
Que la paz y el amor de Dios lleguen a todos los hogares, a todas las familias y a todos vosotros. Que Dios nos bendiga a todos y que Santa María nos proteja y nos enseñe a responder con fidelidad a su hijo Jesús. ¡Feliz año nuevo… en paz!

CALENDARIO LITURGICO: SANTA MARÍA MADRE DE DIOS, Solemnidad. 1 de Enero.

CALENDARIO LITURGICO: SANTA MARÍA MADRE DE DIOS, Solemnidad. 1 de Enero.
Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en la Octava de la Natividad del Señor y en el día de su Circuncisión.
Los Padres del Concilio de Éfeso la aclamaron como Theotokos, porque en ella la Palabra se hizo carne, y acampó entre los hombres el Hijo de Dios, príncipe de la paz, cuyo nombre está por encima de todo nombre (elog. del Martirologio Romano).
Misa de la Solemnidad (blanco).
Misal: ants. y oracs. props., Gl., Cr., Pf. 1 de SMV, embolismos props. de la Octava en las PP. EE. No se puede decir la PE IV.
Lec.: vol. I pág. 37.
◊ Nm 6, 22-27. Invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.
◊ Sal 66. R/.I El Señor tenga piedad y nos bendiga.
◊ Ga 4, 4-7. Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer.
◊ Lc 2, 16-21. Encontraron a María y a José, y al niño. A los ocho días, le pusieron por nombre Jesús.
María, la madre de Dios. Entre felicitaciones e interrogantes comenzamos un año nuevo. Nos felicitamos y nos deseamos bienestar y felicidad para todo el año. Dios también nos felicita bendiciéndonos y deseándonos la paz (1 lect.). Pablo resume el misterio de la encarnación y subraya que Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y nos bendice haciéndonos hijos suyos (2 lect.). María, la bendita por Dios, recibe la visita de los pastores (Ev.). Su maternidad no termina en Belén, sino en la cruz.
♦ JORNADA POR LA PAZ, mundial (pontificia): Liturgia del día, alusión en la mon. de entrada y en la hom., intención en la orac. univ.
♦ No se permiten otras celebraciones, tampoco la Misa exequial.
Liturgia de las Horas: oficio de la Solemnidad. Te Deum. Comp. Dom. II.
HH. de Belén: Santa María, Madre de Dios. Nuestra Señora de Belén (S).
Mérida-Badajoz: Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Santiago García Araci I, arzobispo (1984).
Jesuitas: Santa María, Madre de Dios e Imposición del Nombre de Jesús (S).

Santoral del 1ro. de Enero: María Madre de Dios

Santoral del 1ro. de Enero: María Madre de Dios
La Iglesia Católica quiere comenzar el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María. La fiesta mariana más antigua que se conoce en Occidente es la de "María Madre de Dios". Ya en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma y donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa, en tiempos de las persecuciones, hay pinturas con este nombre: "María, Madre de Dios".
Si nosotros hubiéramos podido formar a nuestra madre, ¿qué cualidades no le habríamos dado? Pues Cristo, que es Dios, sí formó a su propia madre. Y ya podemos imaginar que la dotó de las mejores cualidades que una criatura humana puede tener.
Pero, ¿es que Dios ha tenido principio? No. Dios nunca tuvo principio, y la Virgen no formó a Dios. Pero Ella es Madre de uno que es Dios, y por eso es Madre de Dios.
Y qué hermoso repetir lo que decía San Estanislao: "La Madre de Dios es también madre mía". Quien nos dio a su Madre santísima como madre nuestra, en la cruz al decir al discípulo que nos representaba a nosotros: "He ahí a tu madre", ¿será capaz de negarnos algún favor si se lo pedimos en nombre de la Madre Santísima?
Al saber que nuestra Madre Celestial es también Madre de Dios, sentimos brotar en nuestro corazón una gran confianza hacia Ella.
Cuando en el año 431 el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso (la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años) e iluminados por el Espíritu Santo declararon: "La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios". Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".
El título "Madre de Dios" es el principal y el más importante de la Virgen María, y de él dependen todos los demás títulos y cualidades y privilegios que Ella tiene.
Los santos muy antiguos dicen que en Oriente y Occidente, el nombre más generalizado con el que los cristianos llamaban a la Virgen era el de "María, Madre de Dios".

Meditación: Solemnidad de Sta. María Madre de Dios. 1 de enero 2012

Meditación: Solemnidad de Sta. María Madre de Dios. 1 de enero 2012
«Y vinieron presurosos, y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre. Al verlo, reconocieron las cosas que les habían sido anunciadas acerca de este niño. Y todos los que escucharon se maravillaron de cuanto los pastores les habían dicho. María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón.
Y los pastores regresaron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, según les fue dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de que fuera concebido en el seno materno». (Lucas 2, 16-21)
1º. Jesús, hoy empieza un nuevo año.
Quiero que sea realmente un año próspero, como nos deseamos unos a otros en las felicitaciones de Navidad.
¡Cuántos planes!
¡Cuántas ilusiones!
«Este sí va a ser mi año», piensan los optimistas.
Y es bueno ser optimista, porque -como cristiano- tengo la seguridad de que Tú cuidas de mí.
Jesús, te ofrezco ya, hoy, las cosas buenas que voy a hacer; te agradezco todo lo que me envíes porque, de alguna forma, será para mi bien; y te pido ayuda para que, al acabar el año, puedas estar contento de mí.
Porque ¿qué ganaría triunfando en mi vida profesional, en el deporte, etc., si, al final, no me hubiera acercado más a Tí?
Que sepa seguir el ejemplo de estos pastores: «vinieron presurosos, y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre.»
Que sepa buscarte con cierta prisa, porque el tiempo pasa rápido: ya ha comenzado un año más.
Que te busque con ganas de encontrarte.
Y seguro que te encuentro si te busco donde está María y José.
Teniéndoles devoción a ellos, también te encontraré a Ti y, entonces, me maravillaré como aquellas personas que escucharon a los pastores.
2º. «En el Nacimiento de su Hijo contemplo las grandezas de Dios en la tierra: hay un coro de ángeles, y tanto los pastores como los poderosos de la tierra vienen a adorar al Niño. Pero después la Sagrada Familia ha de huir a Egipto, para escapar de los intentos criminales de Herodes. Luego, el silencio: treinta largos años de vida sencilla, ordinaria, como lo de un hogar más de un pequeño pueblo de Galilea.
El Santo Evangelio, brevemente, nos facilita el camino para entender el ejemplo de Nuestra Madre: «Maria conservaba todas estos cosas dentro de sí, ponderándolas en su corazón». Procuremos nosotros imitarla, tratando con el Señor en un diálogo enamorado, de todo lo que nos pasa, hasta de los acontecimientos más menudos. No olvidemos que hemos de pesarlos, valorarlos, verlos con ojos de fe, para descubrir la Voluntad de Dios.
Si nuestro fe es débil, acudamos o Maria» (Amigos de Dios.- 284-285).
Hoy, además de ser el primer día del año, es el santo de la Virgen: Santa María, Madre de Dios.
¡Felicidades, Madre!
Como también eres mi madre, quiero aprender un poco de ti: aprender a querer a Jesús.
Y hoy me enseñas un gran secreto: la oración, ver con ojos de fe todo lo que me pasa y lo que he de hacer, paro descubrir en cada circunstancia la Voluntad de Dios.
María, todo lo que le ocurre a Jesús lo ponderas, lo guardas en tu corazón, y sacas conclusiones de esos sucesos para vivir más unida a tu Hijo, para entender más qué espera Él de ti.
Por eso el Catecismo me recuerda que «María es la orante perfecta, figura de la Iglesia. Cuando le rezamos, nos adherimos con ello al designio del Padre, que envía a su Hijo para salvar a todos los hombres. Como el discípulo amado acogemos a la Madre de Jesús, hecha madre de todos los vivientes. Podemos orar con ello y a ella» (C. I. C.-2679).
Madre, en el fondo, eres la primera que medita el Evangelio.
Lo estás meditando a medida que va pasando en la realidad.
Ayúdame a tomarme en serio la meditación de la vida de Jesús, a ser constante en estos minutos de oración, para que mi vida se vaya pareciendo cada vez más a la vida de tu Hijo.
Esta meditación está tomada de: “Una cita con Dios” de Pablo Cardona. Ediciones Universidad de Navarra. S. A. Pamplona.

Santoral del 1ro. de Enero: María Madre de Dios

Santoral del 1ro. de Enero: María Madre de Dios
La Iglesia Católica quiere comenzar el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María. La fiesta mariana más antigua que se conoce en Occidente es la de "María Madre de Dios". Ya en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma y donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa, en tiempos de las persecuciones, hay pinturas con este nombre: "María, Madre de Dios".
Si nosotros hubiéramos podido formar a nuestra madre, ¿qué cualidades no le habríamos dado? Pues Cristo, que es Dios, sí formó a su propia madre. Y ya podemos imaginar que la dotó de las mejores cualidades que una criatura humana puede tener.
Pero, ¿es que Dios ha tenido principio? No. Dios nunca tuvo principio, y la Virgen no formó a Dios. Pero Ella es Madre de uno que es Dios, y por eso es Madre de Dios.
Y qué hermoso repetir lo que decía San Estanislao: "La Madre de Dios es también madre mía". Quien nos dio a su Madre santísima como madre nuestra, en la cruz al decir al discípulo que nos representaba a nosotros: "He ahí a tu madre", ¿será capaz de negarnos algún favor si se lo pedimos en nombre de la Madre Santísima?
Al saber que nuestra Madre Celestial es también Madre de Dios, sentimos brotar en nuestro corazón una gran confianza hacia Ella.
Cuando en el año 431 el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso (la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años) e iluminados por el Espíritu Santo declararon: "La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios". Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".
El título "Madre de Dios" es el principal y el más importante de la Virgen María, y de él dependen todos los demás títulos y cualidades y privilegios que Ella tiene.
Los santos muy antiguos dicen que en Oriente y Occidente, el nombre más generalizado con el que los cristianos llamaban a la Virgen era el de "María, Madre de Dios".

Lectio Divina: Domingo Octava de Navidad. Ciclo B. 1 de enero, 2012

Lectio Divina: Domingo Octava de Navidad. Ciclo B. 1 de enero, 2012
Lectio: Madre de Dios
Lucas 2,16-21
1. Oración inicial
Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.
2. Lectura
a) Clave de lectura:
El motivo que mueve a José y a María a llegarse a Belén fue un censo impuesto por el emperador de Roma (Lc 2,17). Periódicamente, las autoridades romanas decretaban estos censos en las diversas regiones del inmenso imperio. Se trataba de controlar a la población y saber cuántas personas debían pagar los impuestos. Los ricos pagaban los impuestos sobre los terrenos y bienes que poseían. Los pobres por el número de hijos que tenían. A veces el impuesto total superaba el 50% del rédito de la persona.
En el evangelio de Lucas notamos una diferencia significativa entre el nacimiento de Jesús y el nacimiento de Juan Bautista. Juan nace en su casa, en su tierra, en medio de sus parientes y vecinos y es acogido por todos. (Lc 1,57-58). Jesús nace desconocido, fuera del ambiente familiar y de los vecinos, fuera de su tierra. “ No había puesto para ellos en el mesón”. Debió ser dejado en un pesebre (Lc 2,7).
Intentemos colocar y comentar nuestro texto (Lc 2,16-21) en el amplio contexto de la visita de los pastores (Lc 2,8-21). Durante la lectura tratemos de estar atento a lo que sigue: ¿Cuáles son las sorpresas y contrastes que aparecen en este texto?
b) Una división del texto para ayudarnos en la lectura:
Lucas 2,8-9: Los pastores en el campo, los primeros invitados
Lucas 2,10-12: El primer anuncio de la Buena Noticia se hace a los pastores
Lucas 2,13-14: La alabanza de los ángeles
Lucas 2,15-18: Los pastores van a Belén y cuentan la visión de los ángeles
Lucas 2,19-20: Comportamiento de María y de los pastores ante los hechos
Lucas 2, 21: La circuncisión del pequeño Jesús
Lucas 2,21: La circuncisión del pequeño Gesù
c) Texto:
8 Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño.9 Se les presentó el ángel del Señor, la gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor. 10 El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: 11 os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; 12 y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» 13 Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios diciendo:
14 «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.»
15 Cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vamos a Belén a ver lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.» 16 Fueron a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17 Al verlo, contaron lo que les habían dicho acerca de aquel niño; 18 y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. 19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón. 20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.
21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le puso el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.
3. Un momento de silencio orante
para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida.
4. Algunas preguntas
para ayudarnos en la meditación y en la oración.
a) ¿Qué es lo que más te ha gustado en este texto? ¿Por qué?
b) ¿Cuáles son las sorpresas y contrastes que aparecen en el texto?
c) ¿De qué modo el texto enseña que el pequeño es el más grande en el cielo y el más pobre en la tierra?
d) ¿Cuáles son las conductas de María y de los pastores ante el Misterio de Dios que se les revela?
e) ¿Cuál es el mensaje que Lucas quiere comunicarnos por medio de estos detalles?
5. Para aquéllos que desean profundizar más en el tema
a) Contexto de entonces y de hoy
El texto de esta fiesta de la Madre de Dios (Lc 2,16-21) forma parte de la descripción más amplia del nacimiento de Jesús (Lc 2,1-7) y de la visita de los pastores (Lc 2,8-21). El ángel había anunciado el nacimiento del Salvador, dando una señal para reconocerlo: “Encontraréis un niño envuelto en pañales, y acostado en un pesebre”. Ellos esperaban al Salvador de todo un pueblo y deberán reconocerlo en un niño recién nacido, pobre, que yace entre dos animales. ¡Gran sorpresa!
El plan de Dios acontece de modo inesperado, lleno de sorpresa. Esto sucede hoy también. ¡Un niño pobre será el Salvador del mundo! ¿Te lo puedes creer?
b) Comentario del texto:
Lucas 2,8-9: Los primeros invitados
Los pastores eran personas marginadas, poco apreciadas. Vivían junto con los animales, separados del resto de la humanidad. A causa del contacto permanente con los animales eran considerados impuros. Nunca, nadie les hubiera invitado a visitar a un recién nacido. Pero precisamente a estos pastores aparece el Ángel del Señor para transmitirle la gran noticia del nacimiento de Jesús. Ante la aparición de los ángeles ellos se llenan de temor.
Lucas 2,10-12: El primer anuncio de la Buena Nueva
La primera palabra del ángel es: ¡No temáis! La segunda es: ¡Gozo para todo el pueblo! La tercera es: ¡Hoy! Para enseguida dar tres nombres como queriéndonos indicar quien es Jesús: ¡Salvador, Cristo y Señor! ¡Salvador es aquél que libera a todos de todo lo que les ata! A los gobernantes de aquel tiempo les gustaba usar el título de Salvador. Ellos mismos se atribuían el título de Soter = Salvador). Cristo significa ungido o mesías. En el Viejo Testamento éste era el título que se le daba a los reyes y a los profetas. Era también el título del futuro Mesías que cumpliría las promesas de Dios con respecto al pueblo. Esto significa que el recién nacido, que yace en un pesebre, viene a realizar la esperanza del pueblo. ¡Señor era el nombre que se daba a Dios mismo! Aquí tenemos los tres títulos más grandes que se pueda imaginar. A partir de este anuncio del nacimiento de Jesús Salvador Cristo Señor, imagínate alguno con una categoría más elevada. El ángel te dice: “¡Atención! Te doy esta señal de reconocimiento: encontrarás a un niño en un pesebre, en medio de los pobres!” ¿Tú lo creerías? ¡El modo como Dios obra es diverso del nuestro!
Lucas 2,13-14: Alabanza de los ángeles: Gloria a Dios en lo más alto del cielo, Paz en la tierra a los hombres en quienes Él se complace
Una multitud de ángeles aparece y desciende del cielo. Es el cielo el que se plega sobre la tierra. Las dos frases del versículo resumen el proyecto de Dios, su plan. La primera dice qué sucede en el mundo de arriba: Gloria Dios en lo más alto del cielo. La segunda dice lo que sucederá en el mundo de aquí abajo: ¡Paz en la tierra a los hombres que Él ama! Si la gente pudiera experimentar lo que verdaderamente significa ser amados por Dios, todo cambiaría y la paz habitaría en la tierra. Y sería ésta la mayor gloria de Dios que vive en lo más alto.
Lucas 2, 15-18: Los pastores van hasta Belén y cuentan la visión de los ángeles
La Palabra de Dios no es un sonido producido por la boca. Es sobre todo ¡un acontecimiento! Los pastores dicen literalmente: “Vayamos a ver esta palabra que se ha verificado y que el Señor nos ha manifestado” En hebreo, la expresión DABAR puede significar al mismo tiempo palabra y cosa (acontecimiento), generado por la palabra. La palabra de Dios tiene fuerza creadora. Cumple lo que dice. En la creación dijo Dios: “¡Hágase la luz! ¡Y la luz se hizo!” (Gén 1,3). La palabra del ángel a los pastores es el acontecimiento del nacimiento de Jesús.
Lucas 2,19-20: Conducta de María y de los pastores ante los hechos, ante la palabra
Lucas añade enseguida que “ María conservaba estas palabras (acontecimientos) meditándolos en su corazón”. Son dos modos de percibir y acoger la Palabra de Dios: (i) Los pastores se levantan y van para ver los hechos y verificar en ellos la señal que se les había dado por el ángel, y después, vuelven a sus rebaños glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído. (ii) María, por su parte, conservaba con cuidado todos los acontecimientos en la memoria y los meditaba en su corazón. Meditar las cosas significa rumiarlas e iluminarlas con la luz de la Palabra de Dios, para así llegar a entender mejor todo el significado para la vida.
Lucas 2,21: La circuncisión y el Nombre de Jesús
De acuerdo con una norma de la Ley, el pequeño Jesús es circuncidado el octavo día después de su nacimiento (cf Gén 17,12). La circuncisión era una señal de pertenencia al pueblo. Daba identidad a la persona. En esta ocasión cada niño recibía su nombre (cf Lc 1,59-63). El niño recibe el nombre de Jesús que le había sido dado por el ángel, antes de ser concebido. El ángel había dicho a José que el nombre del niño debía ser Jesús “él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1,21). El nombre de Jesús es Cristo, que significa Ungido o Mesías. Jesús es el Mesías esperado. Un tercer nombre es Emmanuel, que significa Dios con nosotros (Mt 1,23). ¡El nombre completo es Jesús Cristo Emmanuel!
c) Ampliando informaciones:
María en el evangelio de Lucas
i) La función de los dos primeros capítulos del Evangelio de Lucas:
Se trata de dos capítulos bastantes conocidos, pero pocos profundizados. Lucas los escribe imitando los escritos del Viejo Testamento. Es como si estos dos capítulos fuesen los últimos del Viejo Testamento abriendo la puerta para la llegada del Nuevo Testamento. En estos capítulos nos hace sentir el perfume de un ambiente de ternura y alabanza. Del principio al fin, se alaba y canta la misericordia de Dios que, finalmente, viene a cumplir sus promesas. Lucas nos muestra cómo Jesús, cumple el Viejo Testamento iniciando el Nuevo Testamento. Y lo cumple a favor de los pobres, de los anawim, de aquéllos que sabrán esperar su venida: Isabel, Zacarías, José, Simeón, Ana , los pastores. Por esto, los dos primeros capítulos no son historia según el sentido que hoy le damos a la historia. Sirven mucho más como un espejo, en el que los destinatarios, los cristianos convertidos del paganismo, podían descubrir quién era Jesús y cómo había venido para realizar las profecías del Viejo Testamento, respondiendo a las más profundas aspiraciones del corazón humano. Era espejo también de lo que estaba acaeciendo en las comunidades del tiempo de Lucas. Las comunidades venidas del paganismo nacerán de las comunidades de los judíos convertidos. Pero ellos eran diferentes. El Nuevo Testamento no correspondía a lo que el Viejo Testamento imaginaba y esperaba. Era “la señal de contradicción” (Lc 2,34), causaba tensión y era fuente de muchos dolores. En la conducta de María, Lucas presenta un modelo de cómo las comunidades podían reaccionar y perseverar en el Nuevo.
ii) La clave de lectura:
En estos dos capítulos Lucas presenta a María como modelo para la vida de las comunidades. La clave nos viene dada en aquel episodio en la que una mujer del pueblo elogia a la madre de Jesús. Jesús modifica el elogio y dice : “Dichosos aquéllos que escuchan la palabra de Dios y la guardan” (Lc 11,27-28) Aquí está la grandeza de María. Es en el modo en el que María sabe referirse a la Palabra de Dios en el que las comunidades contemplan el modo más correcto de relacionarse con la Palabra de Dios: acogerla, encarnarla, vivirla, profundizarla, rumiarla, hacerla nacer y crecer, dejarse plasmar por ella, aun cuando no se entienda o cuando nos hace sufrir. Es ésta la visión que subyace en los dos títulos de los capítulos 1 y 2 del Evangelio de Lucas, que hablan de María, la madre de Jesús.
iii) Aplicando la clave a los textos:
1. Lucas 1,26-38:
La Anunciación: “¡Hágase en mí según tu palabra!
Saber abrirse, de modo que la Palabra de Dios sea acogida y se encarne.
2. Lucas 1,39-45
La Visitación: ¡Dichosa la que ha creído!”
Saber reconocer la Palabra de Dios en los hechos de la vida
3. Lucas 1,46-56:
El Magnificat: “¡El Señor ha hecho cosas grandes en mí!”
Un canto subversivo de resistencia y esperanza
4. Lucas 2,1-20:
El Nacimiento: “Ella conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”
No había puesto para ellos. Los marginados acogen la Palabra
5. Lucas 2,21-32:
La Presentación: ¡Mis ojos han visto tu salvación!”
Los muchos años purifican los ojos
6. Lucas 2,33-38:
Simeón y Ana: “Una espada te traspasará el alma”
Ser cristianos quiere decir ser señales de contradicción
7. Lucas 2,39-52:
A los doce años: “¿No sabíais que yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre?”
¡Ellos no entendieron lo que les decía!
iv) Los contrastes que más resaltan en nuestro texto:
1. En las tinieblas de la noche brilla una luz (2,8-9)
2. El mundo arriba, el cielo parece envolver a nuestro mundo aquí abajo (2,13)
3. La grandeza de Dios se manifiesta en la pequeñez de un niño (2,7)
4. La gloria de Dios se hace presente en un pesebre, junto a animales (2,16)
5. El miedo provocado por la repentina aparición del ángel se convierte en alegría (2,9-10)
6. Las personas marginadas de todo son las primeras invitadas (2,8)
7. Los pastores reconocen a Dios presente en un niño (2,20)
6. Rezar con el Salmo 23 (22)
“¡El Señor es mi pastor!”
Yahvé es mi pastor, nada me falta.
En verdes pastos me hace reposar.
Me conduce a fuentes tranquilas,
allí reparo mis fuerzas.
Me guía por cañadas seguras
haciendo honor a su nombre.
Aunque fuese por valle tenebroso,
ningún mal temería,
pues tú vienes conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas ante mí una mesa,
a la vista de mis enemigos;
perfumas mi cabeza,
mi copa rebosa.
Bondad y amor me acompañarán
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa de Yahvé
un sinfín de días.
7. Oración final
Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.
www.ocarm.org

Evangelio Domingo Octava de Navidad. Ciclo B. 1 de enero, 2012

Evangelio Domingo Octava de Navidad. Ciclo B. 1 de enero, 2012
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (2, 16-21)
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, los pastores fueron a toda prisa hacia Belén y encontraron a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. Después de verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño y cuantos los oían, quedaban maravillados. María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su
corazón.
Los pastores se volvieron a sus campos, alabando y glorificando a Dios por todo cuanto habían visto y oído, según lo que se les había anunciado.
Cumplidos los ocho días, circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de Jesús, aquel mismo que había dicho el ángel, antes de que el niño fuera concebido.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
Litúrgicamente, hoy es la fiesta de «Santa María Madre de Dios»; es también la «octava [los ocho días] de Navidad» y por tanto el recuerdo de «la circuncisión de Jesús», celebración judía que se celebraba al octavo día del nacimiento del niño, y en la que se le imponía el nombre. Para el hombre y la mujer de hoy, los tres componentes de esta festividad litúrgica de hoy quedan muy lejos tanto por el lenguaje que en que son expresados, como por el «imaginario religioso» que evocan.
Pero hoy es también el primer día del año civil, «¡Año Nuevo!», y la Jornada Mundial por la Paz, fiesta, ésta última, que aunque originalmente es una iniciativa eclesiástica católica, ha alcanzado una notable aceptación en la sociedad, gozando ya de un cierto estatuto civil.
En el evangelio, Lc 2,16-21, en el lenguaje «intencionado» que por ser un género literario (“evangelio de la infancia”) utiliza con sus signos, Jesús no nace entre los grandes y poderosos del mundo sino, muy en la línea de Lucas, entre los pequeños y los humildes; como los pastores de Belén, que no son meras figuras decorativas de nuestros «belenes», pesebres o nacimientos, sino que eran, en los tiempos de Jesús, personas mal vistas, con fama de ladrones, de ignorantes y de incapaces de cumplir la ley religiosa judía. A ellos en primer lugar llaman los «ángeles» a saludar y a adorar al Salvador recién nacido. Ellos se convierten en pregoneros de las maravillas de Dios que habían podido ver y oír por sí mismos. Algo similar pasa con María y José: no eran una pareja de nobles ni de potentados, eran apenas un humilde matrimonio de artesanos, sin poder ni prestigio alguno. Pero María, la madre, «guardaba y meditaba estos acontecimientos en su corazón», y seguramente se alegraba y daba gracias a Dios por ellos, y estaba dispuesta a testimoniarlo delante de los demás, como lo hizo delante de Isabel, entonando el Magníficat.
Todo ello dentro de una composición teológica más elaborada de lo que su aparente ingenuidad pudiera insinuar. En todo caso, la simplicidad, la pobreza, la llaneza del relato y de lo relatado casan perfectamente con el espíritu de la Navidad.
Hoy es también el Día de Año Nuevo. Si bien es algo simplemente convencional, sin base ninguna astronómica, humanamente tiene el valor simbólico inevitable y profundo de recordarnos el inexorable paso del tiempo... Al poner el pie por primera vez en este nuevo regalo que el Señor nos hace en nuestra vida, vamos a agradecerle con todo el corazón la alegría de vivir, la oportunidad maravillosa que nos da de seguir amando y siendo amados, y la capacidad que nos ha dado para cambiar y rectificar.
Para la revisión de vida
Hacer un retiro personal (o un tiempo al menos) haciendo examen de mi vida en el año pasado
Participar en alguna celebración penitencial comunitaria, pedir perdón de mis pecados y reconciliarme con Dios y con los hermanos.
Hacerme un plan de vida al comenzar el año ("año nuevo...: ¡vida nueva!").
Seguir viviendo con el espíritu de la navidad en los diversos ambientes: familia, barrio, trabajo, lugar de compromiso...

Oficio Divino: Tiempo de Navidad. Ciclo A. 1ro. de enero, 2012

Oficio Divino: Tiempo de Navidad. Ciclo A. 1ro. de enero, 2012
DOMINGO - OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
De la solemnidad.
(OFICIO DE LECTURA (6:00); LAUDES (7:00); TERCIA (9:00); SEXTA (12:00); NONA (15:00); VISPERAS (19:00); COMPLETAS (22:00)
OFICIO DE LECTURA

Si el Oficio de Lectura es la primera oración del día:

V. Señor abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza

Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona:

Ant. Celebremos la maternidad de santa María Virgen y adoremos a su Hijo Jesucristo, el Señor.

Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora:

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: DE LA RAÍZ DE JESÉ

De la raíz de Jesé
dio la vara bella flor,
fecundo parto ha tenido
sin mengua de su pudor.

Feliz recibe el pesebre
a quien la luz fabricó,
con el Padre hizo los cielos
y está entre pañales hoy.

Al mundo le ha dado leyes
y diez esas leyes son,
y al hacerse hombre no quiso
romper la ley, la cumplió.

Ha nacido ya la luz,
muere la muerte, y huyó
la noche, venid, oh pueblos,
que María trajo a Dios.

A ti, Jesús, de la Virgen
nacido, gloria y honor,
con el Padre y el Paráclito,
sempiterna adoración. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Levantaos, puertas antiguas: va a entrar el Rey de la gloria.

Salmo 23 - ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
El la fundó sobre los mares,
El la afianzó sobre los ríos.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?

El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.

Este es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.

¡Portones!, alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.

¡Portones! alzad los dinteles,
levantaos, puertas antiguas:
va a entrar el Rey de la gloria.

¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Levantaos, puertas antiguas: va a entrar el Rey de la gloria.

Ant. 2. El Hombre ha nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado.

Salmo 86 - HIMNO A JERUSALÉN, MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS.

Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.

¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí.»

Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado.»

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí.»
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. El Hombre ha nacido en ella; el Altísimo en persona la ha fundado.

Ant. 3. Engendrado antes de la aurora de los siglos, el Señor, nuestro Salvador, hoy ha querido nacer como hombre.

Salmo 98 - SANTO ES EL SEÑOR, NUESTRO DIOS.

El Señor reina, tiemblen las naciones;
sentado sobre querubines, vacile la tierra.

El Señor es grande en Sión,
encumbrado sobre todos los pueblos.
Reconozcan tu nombre, grande y terrible:
Él es santo.

Reinas con poder y amas la justicia,
tú has establecido la rectitud;
tú administras la justicia y el derecho,
tú actúas en Jacob.

Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es santo.

Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor, y él respondía.
Dios les hablaba desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos y la ley que les dio.

Señor, Dios nuestro, tú les respondías,
tú eras para ellos un Dios de perdón
y un Dios vengador de sus maldades.

Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Engendrado antes de la aurora de los siglos, el Señor, nuestro Salvador, hoy ha querido nacer como hombre.

V. La Palabra se hizo carne. Aleluya.
R. Y puso su morada entre nosotros. Aleluya.

PRIMERA LECTURA
De la carta a los Hebreos 2, 9-17

CRISTO ES SEMEJANTE EN TODO A SUS HERMANOS

Hermanos: A Jesús, a quien Dios puso momentáneamente bajo los ángeles, lo vemos ahora coronado de gloria y de honor por haber padecido la muerte. Así, por amorosa dignación de Dios, gustó la muerte en beneficio de todos.

Pues como quisiese Dios, por quien y para quien son todas las cosas, llevar un gran número de hijos a la gloria, convenía ciertamente que perfeccionase por medio del sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación, ya que tanto el que santifica como los que son santificados tienen un mismo origen. Por esta razón no se avergüenza de llamarlos hermanos, cuando dice: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos; cantaré en la asamblea tus loores.» Y también: «Pondré en él mi confianza.» Y en otro lugar: «Aquí estoy con mis hijos, los hijos que Dios me ha dado.»

Así pues, como los hijos participan de la carne y de la sangre, también él entró a participar de las mismas, para reducir a la impotencia, por su muerte, al que retenía el imperio de la muerte, es decir, al demonio, y librar a los que por temor a la muerte vivían toda su vida sometidos a esclavitud. Él no vino, ciertamente, en auxilio de los ángeles, sino en auxilio de la descendencia de Abraham. Por eso debía ser semejante en todo a sus hermanos, para poderse apiadar de ellos y ser fiel pontífice ante Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo.

RESPONSORIO Lc 1, 28

R. Dichosa eres, Virgen María, que llevaste en tu seno al Creador del universo. * Engendraste al que te creó y permaneces virgen para siempre.
V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo.
R. Engendraste al que te creó y permaneces virgen para siempre.

SEGUNDA LECTURA
De las Cartas de san Atanasio, obispo
(Carta a Epicteto, 5-9: PG 26, 1058. 1062-1066)

EL VERBO TOMÓ DE MARÍA UN CUERPO SEMEJANTE AL NUESTRO

El Verbo de Dios tomó la descendencia de Abraham, como dice el Apóstol; por eso debía ser semejante en todo a sus hermanos, asumiendo un cuerpo semejante al nuestro. Por eso María está verdaderamente presente en este misterio, porque de ella el Verbo asumió como propio aquel cuerpo que ofreció por nosotros. La Escritura recuerda este nacimiento, diciendo: Lo envolvió en pañales; alaba los pechos que amamantaron al Señor y habla también del sacrificio ofrecido por el nacimiento de este primogénito. Gabriel había ya predicho esta concepción con palabras muy precisas; no dijo en efecto: «Lo que nacerá en ti», como si se tratara de algo extrínseco, sino de ti, para indicar que el fruto de esta concepción procedía de María.

El Verbo, al recibir nuestra condición humana y al ofrecerla en sacrificio, la asumió en su totalidad, y luego nos revistió a nosotros de lo que era propio de su persona, como lo indica el Apóstol: Esto corruptible tiene que vestirse de incorrupción, y esto mortal tiene que vestirse de inmortalidad.

Estas cosas no se realizaron de manera ficticia, como algunos pensaron -lo que es inadmisible-, sino que hay que decir que el Salvador se hizo verdaderamente hombre y así consiguió la salvación del hombre íntegro; pues esta nuestra salvación en modo alguno fue algo ficticio ni se limitó a solo el cuerpo, sino que en el Verbo de Dios se realizó la salvación del hombre íntegro, es decir, del cuerpo y del alma.

Por lo tanto, el cuerpo que el Señor asumió de María era un verdadero cuerpo humano, conforme lo atestiguan las Escrituras; verdadero, digo, porque fue un cuerpo igual al nuestro. Pues María es nuestra hermana, ya que como todos nosotros es hija de Adán.

Lo que dice Juan: La Palabra se hizo carne, tiene un sentido parecido a lo que se encuentra en una expresión similar de Pablo, que dice: Cristo se hizo maldición por nosotros. Pues de la unión íntima y estrecha del Verbo con el cuerpo humano se siguió un inmenso bien para el cuerpo de los hombres, porque de mortal que era llegó a ser inmortal, de animal se convirtió en espiritual y, a pesar de que había sido plasmado de tierra, llegó a traspasar las puertas del cielo.

Pero hay que afirmar que la Trinidad, aun después de que el Verbo tomó cuerpo de María, continuó siendo siempre la Trinidad, sin admitir aumento ni disminución; ella continúa siendo siempre perfecta y debe confesarse como un solo Dios en Trinidad, como lo confiesa la Iglesia al proclamar al Dios único, Padre del Verbo.

RESPONSORIO

R. No hay alabanza digna de ti, virginidad inmaculada y santa. * Porque en tu seno has llevado al que ni el cielo puede contener.
V. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
R. Porque en tu seno has llevado al que ni el cielo puede contener.

Himno: SEÑOR, DIOS ETERNO

Señor, Dios eterno, alegres te cantamos,
a ti nuestra alabanza,
a ti, Padre del cielo, te aclama la creación.

Postrados ante ti, los ángeles te adoran
y cantan sin cesar:

Santo, santo, santo es el Señor,
Dios del universo;
llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles,
la multitud de los profetas te enaltece,
y el ejército glorioso de los mártires te aclama.

A ti la Iglesia santa,
por todos los confines extendida,
con júbilo te adora y canta tu grandeza:

Padre, infinitamente santo,
Hijo eterno, unigénito de Dios,
santo Espíritu de amor y de consuelo.

Oh Cristo, tú eres el Rey de la gloria,
tú el Hijo y Palabra del Padre,
tú el Rey de toda la creación.

Tú, para salvar al hombre,
tomaste la condición de esclavo
en el seno de una virgen.

Tú destruiste la muerte
y abriste a los creyentes las puertas de la gloria.

Tú vives ahora,
inmortal y glorioso, en el reino del Padre.

Tú vendrás algún día,
como juez universal.

Muéstrate, pues, amigo y defensor
de los hombres que salvaste.

Y recíbelos por siempre allá en tu reino,
con tus santos y elegidos.

La parte que sigue puede omitirse, si se cree oportuno.

Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice a tu heredad.

Sé su pastor,
y guíalos por siempre.

Día tras día te bendeciremos
y alabaremos tu nombre por siempre jamás.

Dígnate, Señor,
guardarnos de pecado en este día.

Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad de nosotros.

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.

A ti, Señor, me acojo,
no quede yo nunca defraudado.

ORACIÓN.

OREMOS,
Señor Dios, que por la maternidad virginal de María has dado a los hombres los tesoros de la salvación, haz que sintamos la intercesión de la Virgen Madre, de quien hemos recibido al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.


Of La Tr Sx Nn Vs Cm
LAUDES
(Oración de la mañana)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Señor, abre mis labios
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.

INVITATORIO

Ant. Celebremos la maternidad de santa María Virgen y adoremos a su Hijo Jesucristo, el Señor.

Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA

Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos.

Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos.

Venid, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía.

Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.

Durante cuarenta años
aquella generación me repugnó, y dije:
Es un pueblo de corazón extraviado,
que no reconoce mi camino;
por eso he jurado en mi cólera
que no entrarán en mi descanso»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Himno: LUCERO DEL ALBA

Lucero del alba,
aurora estremecida,
luz de mi alma,
Santa María.

Hija del Padre,
doncella en gracia concebida,
virgen y madre,
Santa María.

Flor del Espíritu,
ave, blancura, caricia,
madre del Hijo,
Santa María.

Llena de ternura,
bendita entre las benditas,
madre de todos los hombres,
Santa María. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. Ha brotado un renuevo del tronco de Jesé, ha salido una estrella de la casa de Jacob: la Virgen ha dado a luz al Salvador; te alabamos, Dios nuestro.

SALMO 62 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS

¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré de manjares exquisitos,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo:
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Ha brotado un renuevo del tronco de Jesé, ha salido una estrella de la casa de Jacob: la Virgen ha dado a luz al Salvador; te alabamos, Dios nuestro.

Ant. 2. Mirad, María nos ha engendrado al Salvador, ante quien Juan exclamó: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.» Aleluya.

Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3,57-88.56

Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.

Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.

Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.

Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.

Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.

Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.

Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.

Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

No se dice Gloria al Padre.

Ant. Mirad, María nos ha engendrado al Salvador, ante quien Juan exclamó: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.» Aleluya.

Ant. 3. La Madre ha dado a luz al Rey, cuyo nombre es eterno, y la que lo ha engendrado tiene, al mismo tiempo, el gozo de la maternidad y la gloria de la virginidad: un prodigio tal no se ha visto nunca ni se verá de nuevo jamás. Aleluya.

Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. La Madre ha dado a luz al Rey, cuyo nombre es eterno, y la que lo ha engendrado tiene, al mismo tiempo, el gozo de la maternidad y la gloria de la virginidad: un prodigio tal no se ha visto nunca ni se verá de nuevo jamás. Aleluya.

LECTURA BREVE Mi 5, 3. 4. 5a

El jefe de Israel los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel. Él se alzará y pastoreará el rebaño con el poder del Señor, con la majestad del nombre del Señor su Dios; y él será nuestra paz.

RESPONSORIO BREVE

V. El Señor revela su salvación. Aleluya, aleluya.
R. El Señor revela su salvación. Aleluya, aleluya.

V. Los confines de la tierra la han contemplado.
R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor revela su salvación. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Hoy se nos ha manifestado un misterio admirable: en Cristo se han unido dos naturalezas, Dios se ha hecho hombre y, sin dejar de ser lo que era, ha asumido lo que no era, sin sufrir mezcla ni división.

Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas:

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham.

Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tiniebla
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Hoy se nos ha manifestado un misterio admirable: en Cristo se han unido dos naturalezas, Dios se ha hecho hombre y, sin dejar de ser lo que era, ha asumido lo que no era, sin sufrir mezcla ni división.

PRECES

Glorifiquemos a Cristo, que ha nacido de María Virgen por obra del Espíritu Santo, y supliquémosle, diciendo:

Hijo de la Virgen María, ten piedad de nosotros.

Oh Cristo, hijo admirable y príncipe de la paz, nacido de María Virgen,
concede al mundo entero una paz estable.

Rey y Dios nuestro, que al venir al mundo has dignificado al hombre,
haz que te honremos todos los días de nuestra vida con nuestra fe y nuestra conducta.

Tú que te has hecho semejante a nosotros,
concédenos ser semejantes a ti.

Tú que has querido ser ciudadano de nuestro mundo,
concédenos ser ciudadanos de tu reino.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Ya que somos la familia de Dios, digamos con grande confianza a nuestro Padre del cielo:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Señor Dios, que por la maternidad virginal de María has dado a los hombres los tesoros de la salvación, haz que sintamos la intercesión de la Virgen Madre, de quien hemos recibido al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.


Of La Tr Sx Nn Vs Cm
HORA TERCIA

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: OH SANTO ESPÍRITU, QUE CON EL PADRE

Oh Santo Espíritu, que con el Padre
y el Hijo eres un solo Dios eterno:
dígnate ya bajar hasta nosotros
y entrar y derramarte en nuestros pechos.

Que la mente, la lengua y el sentido
den testimonio de tu nombre excelso,
y que las llamas del amor despunten,
y que al prójimo abrasen con su fuego.

Escúchanos, oh Padre piadosísimo,
y haz que se cumpla nuestro buen deseo,
tú que reinas sin tiempo con tu Hijo
Jesucristo y el Santo Paracleto. Amén.

SALMODIA

Ant. José y María, la madre de Jesús, estaban maravillados de lo que se decía de él.

Salmo 119 - DESEO DE LA PAZ

En mi aflicción llamé al Señor,
y él me respondió.
Líbrame, Señor, de los labios mentirosos,
de la lengua traidora.

¿Qué te va a dar o a mandar Dios,
lengua traidora?
Flechas de arquero, afiladas
con ascuas de retama.

¡Ay de mí, desterrado en Masac,
acampado en Cadar!
Demasiado llevo viviendo
con los que odian la paz;
cuando yo digo: «Paz»,
ellos dicen: «Guerra».

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 120 - EL GUARDIÁN DEL PUEBLO.

Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 128 - ESPERANZA DE UN PUEBLO OPRIMIDO

¡Cuánta guerra me han hecho desde mi juventud
-que lo diga Israel-,
cuánta guerra me han hecho desde mi juventud,
pero no pudieron conmigo!

Sobre mis espaldas metieron el arado
y alargaron los surcos.
Pero el Señor, que es justo,
rompió las coyundas de los malvados.

Retrocedan, avergonzados,
los que odian a Sión;
sean como la hierba del tejado,
que se seca y nadie la siega;

que no llena la mano del segador
ni la brazada del que agavilla;
ni le dicen los que pasan:
«Que el Señor te bendiga.»

Os bendecimos en el nombre del Señor.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. José y María, la madre de Jesús, estaban maravillados de lo que se decía de él.

LECTURA BREVE So 3, 14. 15b

Regocíjate, hija de Sión; grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, hija de Jerusalén. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti.

V. Se acordó el Señor de su misericordia. Aleluya.
R. Y de su fidelidad en favor de la casa de Israel. Aleluya.

ORACIÓN

OREMOS,
Señor Dios, que por la maternidad virginal de María has dado a los hombres los tesoros de la salvación, haz que sintamos la intercesión de la Virgen Madre, de quien hemos recibido al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.


Of La Tr Sx Nn Vs Cm
HORA SEXTA

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: CUANDO LA LUZ DEL DÍA ESTÁ EN SU CUMBRE

Cuando la luz del día está en su cumbre,
eres, Señor Jesús, luz y alegría
de quienes en la fe y en la esperanza
celebran ya la fiesta de la Vida.

Eres resurrección, palabra y prenda
de ser y de vivir eternamente;
sembradas de esperanzas nuestras vidas,
serán en ti cosecha para siempre.

Ven ya, Señor Jesús, Salvador nuestro,
de tu radiante luz llena este día,
camino de alegría y de esperanza,
cabal acontecer de nueva vida.

Concédenos, oh Padre omnipotente,
por tu Hijo Jesucristo, hermano nuestro,
vivir ahora el fuego de tu Espíritu,
haciendo de esta tierra un cielo nuevo. Amén.

SALMODIA

Ant. María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

Salmo 22 - EL BUEN PASTOR

El Señor es mi Pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas una mesa ante mí
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 75 I- ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA

Dios se manifiesta en Judá,
su fama es grande en Israel;
su tabernáculo está en Jerusalén,
su morada en Sión:
allí quebró los relámpagos del arco,
el escudo, la espada y la guerra.

Tú eres deslumbrante, magnífico,
con montones de botín conquistados.
Los valientes duermen su sueño,
y a los guerreros no les responden sus brazos.
Con un bramido, ¡oh Dios de Jacob!,
inmovilizaste carros y caballos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 75 - II

Tú eres terrible: ¿quién resiste frente a ti
al ímpetu de tu ira?
Desde el cielo proclamas la sentencia:
la tierra teme sobrecogida,
cuando Dios se pone en pie para juzgar,
para salvar a los humildes de la tierra.

La cólera humana tendrá que alabarte,
los que sobrevivan al castigo te rodearán.
Haced votos al Señor y cumplidlos,
y traigan los vasallos tributo al Temible:
él deja sin aliento a los príncipes,
y es temible para los reyes del orbe.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

LECTURA BREVE Za 9, 9a

Alégrate, hija de Sión; canta, hija de Jerusalén. Mira a tu rey que viene a ti, justo y victorioso.

V. Los confines de la tierra han contemplado. Aleluya.
R. La salvación de nuestro Dios. Aleluya.

ORACIÓN

OREMOS,
Señor Dios, que por la maternidad virginal de María has dado a los hombres los tesoros de la salvación, haz que sintamos la intercesión de la Virgen Madre, de quien hemos recibido al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.


Of La Tr Sx Nn Vs Cm
HORA NONA

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: OH DIOS, TENAZ VIGOR DE TODA COSA

Oh Dios, tenaz vigor de toda cosa,
que inmóvil en ti mismo permaneces,
y que el orden del tiempo determinas
por medio de la luz que nace y muere.

Dígnate concedernos, en la tarde,
Luz con que nuestra vida nunca cese,
y haz que el bien infinito de la gloria
siga a la gracia de una santa muerte.

Glorificado seas, Jesucristo,
nacido del más puro y santo vientre,
y que sean también glorificados
el Padre y el Espíritu por siempre. Amén.

SALMODIA

Ant. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos.

Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.

Que el Señor cambie nuestra suerte
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.

Al ir, iban llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 130 - COMO UN NIÑO, ISRAEL SE ABANDONÓ EN LOS BRAZOS DE DIOS.

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.

Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 127 - PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO

¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!

Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien;
tu mujer, como una vid fecunda,
en medio de tu casa;

tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa:
ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.

Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida;
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos.

LECTURA BREVE Ba 5, 34

Dios mostrará tu esplendor, Jerusalén, a todo lo que hay bajo el cielo. Dios te dará para siempre este nombre: «Paz de la justicia» y «Gloria de la piedad.»

V. La misericordia y la fidelidad se encuentran. Aleluya.
R. La justicia y la paz se besan. Aleluya.

ORACIÓN

OREMOS,
Señor Dios, que por la maternidad virginal de María has dado a los hombres los tesoros de la salvación, haz que sintamos la intercesión de la Virgen Madre, de quien hemos recibido al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.


Of La Tr Sx Nn Vs Cm
II VÍSPERAS
Oración de la tarde

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno: REINA DEL LIBRO DE LA VIEJA ALIANZA

Reina del libro de la vieja alianza:
tu nombre es el versículo primero
de consuelo, promesa y esperanza.

Doncella que en tu vientre a Dios tendrías:
se estremece de júbilo tu nombre
en los labios quemados de Isaías.

Reina del libro nuevo de la vida:
reinas desde el silencio en cada página,
oh reina silenciosa y escondida,

y es tu presencia la del tallo leve
que, al reventar el lirio, se recata
debajo de los pétalos de nieve.

Reina del claro mes de los renuevos,
de la infancia del mundo y de la tierra,
y de la luz y de los nidos nuevos,

y Reina nuestra; Reina de las manos,
con sangre y con estrellas, de tu Hijo,
con flores y dolor, de sus hermanos.

Los ángeles te aclaman soberana,
pero mil veces más eres, Señora,
sangre y dolor de nuestra raza humana. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. ¡Qué admirable intercambio! El Creador del género humano, tomando cuerpo y alma, nace de una Virgen y, hecho hombre sin concurso de varón, nos hace participar de su divinidad.

Salmo 121 LA CIUDAD SANTA DE JERUSALÉN

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.

Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,

según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia
en el palacio de David.

Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.»

Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir:. «La paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. ¡Qué admirable intercambio! El Creador del género humano, tomando cuerpo y alma, nace de una Virgen y, hecho hombre sin concurso de varón, nos hace participar de su divinidad.

Ant. 2. Cuando naciste inefablemente de la Virgen se cumplieron las Escrituras: descendiste como el rocío sobre el vellón, para salvar a los hombres; te alabamos, Dios nuestro.

Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS.

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.

Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!

La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas:
son saetas en mano de un guerrero
los hijos de la juventud.

Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Cuando naciste inefablemente de la Virgen se cumplieron las Escrituras: descendiste como el rocío sobre el vellón, para salvar a los hombres; te alabamos, Dios nuestro.

Ant. 3. En la zarza que Moisés vio arder sin consumirse, reconocemos tu virginidad admirablemente conservada; Madre de Dios, intercede por nosotros.

Cántico: EL PLAN DIVINO DE SALVACIÓN - Ef 1, 3-10

Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

El nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados
e irreprochables ante él por el amor.

Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.

Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

Éste es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.



Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. En la zarza que Moisés vio arder sin consumirse, reconocemos tu virginidad admirablemente conservada; Madre de Dios, intercede por nosotros.

LECTURA BREVE Ga 4, 4-5

Cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción.

RESPONSORIO BREVE

V. La Palabra se hizo carne. Aleluya, aleluya.
R. La Palabra se hizo carne. Aleluya, aleluya.

V. Y puso su morada entre nosotros.
R. Aleluya, aleluya.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. La Palabra se hizo carne. Aleluya, aleluya.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Dichoso el seno que te llevó, oh Cristo, y el pecho que te alimentó, oh Señor y Salvador del mundo. Aleluya.

Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Dichoso el seno que te llevó, oh Cristo, y el pecho que te alimentó, oh Señor y Salvador del mundo. Aleluya.

PRECES

Bendigamos a Cristo, el «Dios-con-nosotros» a quien María concibió y dio a luz, y supliquémosle, diciendo:

Hijo de la Virgen María, escúchanos.

Tú que diste a María el gozo de la maternidad,
concede a todos los padres y madres de familia poder alegrarse en sus hijos.

Rey pacífico, cuyo reino es justicia y paz,
haz que busquemos siempre lo que lleve a la paz.

Tú que viniste para hacer del género humano el pueblo de Dios,
haz que todas las naciones alcancen la concordia mutua y vivan como una sola familia.

Tú que al nacer en una familia fortaleciste los vínculos familiares,
haz que las familias vean crecer su unidad.

Se pueden añadir algunas intenciones libres.

Tú que quisiste nacer en el tiempo,
concede a los difuntos nacer a tu eternidad.

Con el deseo de que la luz de Cristo ilumine a todos los hombres y que su amor se extienda por toda la tierra, pidamos al Padre que su reino venga a nosotros:

Padre nuestro...

ORACIÓN

Señor Dios, que por la maternidad virginal de María has dado a los hombres los tesoros de la salvación, haz que sintamos la intercesión de la Virgen Madre, de quien hemos recibido al autor de la vida, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

CONCLUSIÓN

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.


Of La Tr Sx Nn Vs Cm
COMPLETAS
(Oración antes del descanso nocturno)

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

EXAMEN DE CONCIENCIA

Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados:

Yo confieso ante Dios todopoderoso
y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Himno: CUANDO LA LUZ DEL SOL ES YA PONIENTE

Cuando la luz del sol es ya poniente,
gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño
de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte
de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza
la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

SALMODIA

Ant. Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno.

Salmo 90 - A LA SOMBRA DEL OMNIPOTENTE.

Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.»

Él te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás:
su brazo es escudo y armadura.

No temerás el espanto nocturno,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas,
ni la epidemia que devasta a mediodía.

Caerán a tu izquierda mil,
diez mil a tu derecha;
a ti no te alcanzará.

Tan sólo abre tus ojos
y verás la paga de los malvados,
porque hiciste del Señor tu refugio,
tomaste al Altísimo por defensa.

No se te acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos;

te llevarán en sus palmas,
para que tu pie no tropiece en la piedra;
caminarás sobre áspides y víboras,
pisotearás leones y dragones.

«Se puso junto a mí: lo libraré;
lo protegeré porque conoce mi nombre,
me invocará y lo escucharé.

Con él estaré en la tribulación,
lo defenderé, lo glorificaré;
lo saciaré de largos días,
y le haré ver mi salvación.»

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno.

LECTURA BREVE Ap 22, 4-5

Verán el rostro del Señor, y tendrán su nombre en la frente. Y no habrá más noche, y no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios alumbrará sobre ellos, y reinará por los siglos de los siglos.

RESPONSORIO BREVE

V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu

V. Tú, el Dios leal, nos librarás
R. Te encomiendo mi espíritu.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32

Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,

porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos

luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén

Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

ORACIÓN

OREMOS,
Humildemente te pedimos, Señor, que después de haber celebrado en este día los misterios de la resurrección de tu Hijo, sin temor alguno, descansemos en tu paz, y mañana nos levantemos alegres para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Cristo nuestro Señor.
Amén

BENDICIÓN

V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
R. Amén.

ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar,

ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.

Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu santo Creador,
y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros, pecadores.


Of La Tr Sx Nn Vs Cm

CALENDARIO LITURGICO: SÁBADO. DÍA VII DENTRO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD o SAN SILVESTRE, papa, Conmemoración

CALENDARIO LITURGICO: SÁBADO. DÍA VII DENTRO DE LA OCTAVA DE NAVIDAD o SAN SILVESTRE, papa, Conmemoración
Misa del día VII dentro de la Octava (blanco) o de la conmemoración (blanco).
Misal: para el día VII dentro de la Octava ants. y oracs. props. / para la conmemoración 1.ª orac. prop. y el resto del día V dentro de la Octava, Gl., Pf. Nav., embolismos props. de la Octava en las PP. EE. No se puede decir la PE IV.
Lec.: vol. VII, pág. 71.
◊ 1Jn 2, 18-21. Estáis ungidos por el Santo y todos vosotros lo conocéis.
◊ Sal 95. R/. Alégrese el cielo, goce la tierra.
◊ Jn 1, 1-18. La Palabra se hizo carne.
o bien: cf. vol V, pág. 258.
♦ Hoy no se permiten las Misas de difuntos, excepto la exequial y en el primer aniversario.
Liturgia de las Horas: oficio del día 31. Te Deum.

Santoral del 31 de diciembre: San Silvestre, Papa


Santoral del 31 de diciembre: San Silvestre, Papa
Año 335
Alabado y bendecido sea el Señor Dios en todos sus santos. Amén.
En la eternidad, las condecoraciones no serán para los que tuvieron una vida sin problemas, sino para quienes supieron luchar contra las dificultades (San Francisco de Sales).
Este Pontífice se ha hecho famoso porque le correspondió gobernar a la Iglesia Católica en la época en la que se acabaron las persecuciones y el emperador Constantino decretó plena libertad para practicar en todas partes la religión de Jesucristo.
A San Silvestre le regaló Constantino el palacio de Letrán en Roma, y desde entonces estuvo allí la residencia de los Pontífices.
También tuvo este Pontífice la suerte de poder construir (con ayuda del gobierno y de los fieles) la antigua Basílica de San Pedro en el Vaticano, y la primera Basílica de Letrán.
Durante su Pontificado se reunió el Concilio de Nicea (año 325), en el cual los obispos de todo el mundo declararon que quien no crea que Jesucristo es Dios, no puede pertenecer a nuestra santa religión, y compusieron el Credo que rezamos los católicos.
Dicen que a San Silvestre le correspondió el honor de bautizar a Constantino, el primer emperador que se hizo cristiano (todos los anteriores habían sido paganos).
El Pontificado de San Silvestre duró 20 años y transcurrió todo en medio de gran tranquilidad y completa libertad para la Iglesia.
Murió el 31 de diciembre del año 335, a edad muy avanzada.