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viernes, 10 de junio de 2011

Ordinario de la Misa: Sábado VII Semana de Pascua. Ciclo A. 10 de junio 2011

= Sabado 11 de Junio, 2011
San Bernabé, apóstol
Memoria
El Señor ha revelado a las naciones su justicia
Antífona de Entrada
Bienaventurado san Bernabé, que fue digno de ser contado entre los Apóstoles, pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Aleluya.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, tú que llenaste de fe y de amor al apóstol san Bernabé y lo destinaste a predicar la salvación a los paganos, ayúdanos, por su intercesión, a dar a conocer a todos tu Evangelio por medio de nuestras obras.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro de los
Hechos de los Apóstoles
(11, 21-26; 13, 1-3)
En aquellos días, fueron muchos los que se convirtieron y abrazaron la fe. Cuando llegaron estas noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado a Antioquía. Llegó Bernabé, y viendo la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho; y como era hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes en su propósito, permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor una gran muchedumbre.
Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Ambos vivieron durante todo un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente. Allí, en Antioquía, fue donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de “cristianos”.
Había en la comunidad cristiana de Antioquía algunos profetas y maestros, como Bernabé, Simón (apodado el “Negro”), Lucio el de Cirene, Manahén (que se crió junto con el tetrarca Herodes) y Saulo. Un día estaban ellos ayunando y dando culto al Señor, y el Espíritu Santo les dijo: “Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la misión que les tengo destinada”. Todos volvieron a ayunar y a orar; después les impusieron las
manos y los despidieron.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 97
El Señor ha revelado
a las naciones su justicia.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.
El Señor ha revelado
a las naciones su justicia.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
El Señor ha revelado
a las naciones su justicia.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor.
El Señor ha revelado
a las naciones su justicia.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos al son de los clarines al Señor, nuestro rey.
El Señor ha revelado
a las naciones su justicia.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo les enviaré el Espíritu de verdad, y él los irá guiando hacia la verdad plena, dice el Señor.
Aleluya.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo 10, 7-13
Gloria a ti, Señor.

Id y proclamad que el reino de de los cielos está cerca
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
"Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios.
Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.
No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaros en su casa hasta que os vayaís. Al entrar en una casa, saludad, si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no lo merece, la paz volverá a vosotros"
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
Con la exhortación “Proclamen que el Reino está cerca”, inicia este pasaje evangélico. Es la misión que tiene todo cristiano. En la tarea de la evangelización existen unas recomendaciones que no tienen otra intención más que dar a conocer al discípulo de Cristo que tiene que ser una persona , libre para la misión encargada. Esta libertad de que tanto habló Jesús, irá llevando cada vez más a los discípulos (a ti y a mí) a desprenderse de las cosas materiales, de los títulos, cargos y puestos, sin mayores posesiones que les esclavicen por el camino y que frenen la misión. Y no hay que preocuparse por lo que hay que comer o vestir, porque “todo trabajador tiene derecho a su sustento”, y el Señor no abandona a sus queridos servidores. Los verbos sanar, resucitar, limpiar y expulsar indican que la misión es exigente, pero a la vez gratificante, porque lo que hemos recibido gratis hay que darlo también gratis. Fue lo que hizo Jesús, dando testimonio del Padre en medio de todos, sanando, levantando, alimentando, limpiando, resucitando.
Oración sobre las Ofrendas
Que el sacrificio que vamos a ofrecerte, encienda, Señor, en nosotros el amor que impulsó a san Bernabé, Apóstol, a difundir la luz del Evangelio.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los Apóstoles I
Los apóstoles, pastores
del pueblo de Dios
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso, Pastor eterno.
Porque no abandonas a tu rebaño, sino que lo cuidas continuamente por medio de los santos Apóstoles, para que sea gobernado por aquellos mismos pastores que le diste como vicarios de tu Hijo.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo…

Antífona de la Comunión
Ya no os llamaré siervos, dice el Señor, porque el siervo no conoce lo que hace su señor. Os llamaré amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído a mi Padre.
Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te suplicamos, Señor, por intercesión de san Bernabé, que esta Eucaristía, en la que hemos recibido a Cristo sacramentalmente, nos haga merecedores de contemplarlo eternamente en el cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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