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lunes, 5 de julio de 2010

La Confesión Sacramental

¿Sabes confesarte?
PARA HACER UNA BUENA CONFESIÓN ES NECESARIO:
1. EXAMINAR LA CONCIENCIA: Poner la vida a la luz de Dios para recordar los pecados cometidos desde la última confesión.
2. ARREPENTIMIENTO (Acto de Contricción): Dolerme del mal que he hecho, porque desgrada a mi Padre Dios que me quiere, porque me destruye como persona y como hijo de Dios.
3. DESEO DE CAMBIAR: De nada serviría confesarse si no estuviése dispuesto a rectificar. Sabemos que somos débiles y que podríamos caer en lo mismo otra vez, pero no puede ser ese mi deseo. Así la gracia que recibiré del Señor me ayudará a luchar en esto.
4. CONFESAR LOS PECADOS: Al decir los pecados al sacerdote se los digo a Dios Padre a través de su Hijo, a quien representa el sacerdote, y así tendré también la oportunidad de pedir perdón a mis hermanos en la Iglesia. No puedo ocultar ningún pecado, especialmente los más graves, porque trataríamos sacrílegamente un don de Dios. Si se me olvida alguno, confíe en la misericordia de mi Padre Dios.
5. LA PENITENCIA: Se trata de intentar reparar el mal que he hecho haciendo algo bueno. Normalemente no suele ser proporcionada al mal realizado, porque la Iglesia entera hace penitencia por mí, de este modo, se me invita a ofrecer cosas a Dios por mis pecados y los pecados de los demás.
La Confesión Paso a Paso
Antes de la confesión te habrás preparado bien, haciendo a conciencia el examen de conciencia (como las pruebas médicas antes de una operación). Hay que provocar el dolor de los pecados y el arrepentimiento sincero para no volverlo a hacer..
Al arrodillarte ante el sacerdote dices: «Ave María Purísima» y te santiguas.
Palabra de Dios. Haces memoria de algún texto que muestre nuestro deseo de pedir perdón a Dios y lo dices o lo repites del sacerdote, como por ejemplo: «Señor, tu conoces todo, tu sabes que te amo».
Acusación. Te acusas de los pecados diciendo: «Hace tanto tiempo que no me confieso (semana, mes, año, años...) y me acuso de estos pecados, (se recomienda empezar por los más graves o los que más verguenza me den y así el resto es más fácil. La sinceridad es fundamental, ya que no puedo engañar a Dios, que es el que me perdona. El sacerdote me dará consejos para mi bien y que si pongo en práctica podré vivir más intensamente mi relación con el Señor.
Penitencia y Arrepentimiento. El sacerdote me pondrá una penitencia, así tomo conciencia que he de reparar por mis pecados. Luego muestro mi arrepentimiento diciendo un acto de contricción como: «Señor mío, Jesucristo...» o «Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí, que soy un pobre pecador».
Absolución. El sacerdote, por el poder del Espíritu Santo y la intercesión de la Iglesia me da el perdón de Dios: «Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo»
Cumplimiento de la penitencia y Acción de Gracias. Normalmente la penitencia se puede cumplir en el momento, no dejes de hacerlo para no olvidarla, recuerda que es un requisito del sacramento. No olvides dar gracias a Dios por el grandísimo don recibido y a su Iglesia, que ha puesto los medios para que lo puedas recibir.
Así ya has puesto los medios para recibir en plenitud cualquier sacramento, sin poner barreras a lo que Dios quiere darte. Recuerda que para comulgar has de vivir el ayuno eucarístico, una hora antes de la comunión no haber comido o bebido nada (excepto agua o lo que el médico haya recomendado; los enfermos están exentos).
Examen de Conciencia
(Repasa estas preguntas y mira con sinceridad si te has de acusar de ellas, así tu confesión será mas completa y tu alegría mayor)
1. CON DIOS.
- ¿Trato personalmente a Dios, rezando, hablando con Él? ¿Estoy atento a lo que Él quiere?
- ¿Creo en su Hijo Jesucristo y vivo sus mandatos? ¿Leo el Evangelio para saber cuáles son?
- ¿Escucho a la Iglesia para estar atento a lo que Jesucristo está pidiendo de mi ahora?
- ¿He dudado o negado verdades de la fe?
- Uno de sus mandatos es «Haced esto en conmemoración mía» ¿Voy a Misa todos los domingos y fiestas? ¿Reconozco que no ir por culpa mía es un desprecio al propio Cristo y una falta de unidad con mis hermanos cristianos?
- ¿He comulgado alguna vez sin las debidas disposiciones?
- ¿Pongo a Dios el primero o hay otras cosas más importantes?
- ¿Pongo interés en formarme o soy conformista y tibio? ¿leo libros que ayuden a crecer en la fe?
2. CON MI FAMILIA.
- ¿Manifiesto respeto a mis padres? ¿Soy para ellos fuente de alegría y ayuda? ¿Discuto frecuentemente con ellos?
- ¿Atiendo bien mi hogar, me preocupo de mi esposa/o y de mis hijos? ¿Venzo la desidia o cansancio para seguir entregándome en casa?
- ¿He discutido con mi mujer/marido delante de mis hijos dándoles mal ejemplo? ¿Reprocho constantemente en vez de buscar que mejore el otro?
- ¿Corrijo con cólera a mis hijos? ¿Me cargan?
- ¿Me preocupo de la fe de mis hijos sabiendo que soy responsable de su educación en la fe?
- ¿En mi familia se ve la TV sin criterio moral, de educación, de posible colaboación con el mal?
- ¿Hago uso correcto de mi vida conyugal íntima conforme al plan de Dios y tal como la Iglesia me enseña.
3. CONMIGO MISMO.
- ¿Soy perezoso y dejado con mis cosas, con mi trabajo? ¿Me busco a mi mismo pensando en mi derecho a descansar y hacer lo que yo quiero?
- ¿Soy orgulloso? ¿Desprecio a los demás?
- ¿Soy envidioso? ¿Me fastidia que a otros les vaya mejor que a mí?
- ¿Pongo en peligro mi vida o la de los demás, embriagándome, tomando drogas, fumando en exceso, conduciendo temerariamente...?
- ¿Hemantenido relaciones sexuales con mi novio o novia o con otra persona? ¿He buscado el placer conmigo mismo?
- ¿He aceptado pensamientos o miradas hacia otras personas siendo «infiel» en mi interior?
- ¿He sido prudente para no dejarme llevar por el apasionamiento en las manifestaciones de cariño con mi novio/a?
4. CON LOS DEMÁS.
- ¿He sido injusto en mis comentarios sobre los demás? ¿He calumniado a alguien?
- ¿He hecho daño con palabras o con obras a los demás? ¿He dañado la fama de personas hablando cosas que los demás no tenían por qué saber?
- ¿Soy caprichoso con mi dinero? ¿Consulto los gastos? ¿Soy codicioso en vez de agradecido a Dios por lo que tengo? ¿Soy generoso con los pobres recordando que no soy dueño, sino administrador de mis bienes? ¿y con la Iglesia?
- ¿He robado o estafado a los demás? ¿Cumplo bien con mi trabajo no defraudando a la empresa?
- ¿He dado mal ejemplo a las personas que me rodean? ¿He sido causante del pecado de los demás con mi conversación, modo de vestir, provocación..? ¿He reparado el escándalo?
- ¿He colaborado con el mal ajeno?
Una vez concluido este exámen estarás mejor preparado para hablar con el confesor y recibir el perdón de Nuestro Señor Jesús. Quien dijo a sus apóstoles antes de subir al Padre, lo siguiente:
19Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo:
La paz con vosotros.
20Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21Jesús les dijo otra vez:
La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.
22Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo. 23A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. (Juan 20, 19-23)

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