Domingo XXXIV del Tiempo Ordinario
Jesucristo Rey del Universo
21 de noviembre de 2010
MONICIÓN DE ENTRADA
Les deseamos nuestra más cordial bienvenida en este último Domingo del Tiempo Ordinario. El próximo domingo iniciamos el Adviento y con ello un nuevo ciclo y año litúrgico, el A. Hoy vamos a celebrar la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, que también se conoce como el Día de Cristo Rey. Jesús nos quiere contar que la única manera de ser un auténtico Rey es poniéndose al servicio de los demás. Una verdadera novedad en el mundo en que vivimos, en el que se gobierna ignorando, abusando, sometiendo o pisando a los demás… Pero fue, también, novedad absoluta e incomprendida en los tiempos que Jesús pasó en la tierra. Y eso le llevó a la muerte en la cruz. Cruz que Él convirtió en trono de amor y de misericordia. Hemos de dedicar esta jornada a pensar en el Reino de Dios. Nuestro Maestro, Jesús de Nazaret, nos recuerda que cada uno de nosotros podemos convertirnos en verdaderos ciudadanos de su Reino, si nos ponemos al servicio del prójimo, sobre todo de aquellos más débiles y pobres. De pie para recibir al Celebrante cantando
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- Cristo es el Ungido. Es lo que significa Cristo. Los judíos, tal como nos cuenta nuestra primera lectura de hoy –del Libro Segundo de Samuel--, ungían a sus Reyes en nombre del Señor. David es ungido como rey de Israel ante todo el pueblo y es un antecedente de la realeza de Jesús, el Cristo. Escuchemos
2.- Las palabras que vanos a escuchar, como segunda lectura, de la Carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses, las hemos oído muchas veces, forman parte de un Himno muy bello y muy habitual en la liturgia eucarística y en la de las horas. Nos llevan al Reino del Hijo querido de Dios. Escuchemos
3.- El fragmento del evangelio de Lucas en que se narra la crucifixión del Señor está lleno de símbolos de realeza. Es como si nos quisiera decir que la Cruz es el auténtico trono de Cristo Rey. El rótulo que puso Pilato habla del Rey de los judíos. Y el buen ladrón invoca la misericordia de Jesús para llegar ese mismo día al Reino. Escuchemos con el alma y el corazón en la mano esta (s) lectura(s) que nos muestra (n) la auténtica realeza de Jesús de Nazaret. De pie para escuchar la proclamación del Santo Evangelio.
Domingo XXXIV del Tiempo Ordinario
Jesucristo Rey del Universo
21 de noviembre de 2010
La oración de los fieles
CELEBRANTE
Miramos al Rey Eterno, y en la Esperanza segura de su triunfo, nos atrevemos a elevar al Padre nuestra plegaria, hoy decimos:
VENGA TU REINO, SEÑOR.
1.- Por el Papa, los obispos, sacerdotes y todos los que forman tu reino en este mundo para que trabajando en él según tu voluntad, sean dignos de entrar un día en el Reino Eterno.
OREMOS AL SEÑOR
MONITOR
2.- Por los reinos de este mundo, para que siendo conscientes de su caducidad trabajen por la extensión del Reino verdadero.
OREMOS AL SEÑOR
3.- Por todos los que sufren la injusticia, por los perseguidos, por los que pasan hambre o sufren la enfermedad, para que reconociendo a Cristo como único Salvador, sean colmados ya en esta vida de las bendiciones eternas.
OREMOS AL SEÑOR
4.- Por todos los matrimonios, especialmente los que se encuentran en peligro o dificultades para que la luz de Cristo ilumine sus vidas y sea el candil de cada hogar.
OREMOS AL SEÑOR
5.- Por los niños que mueren en el vientre materno para que Dios los acoja en su Reino y perdone a sus verdugos.
OREMOS AL SEÑOR
6.- Por todos nosotros para que al finalizar este año renovemos nuestra Esperanza en que un día compartiremos todos, la Mesa Celestial.
OREMOS AL SEÑOR
CELEBRANTE
Padre, que tu Reino que proclamó Jesucristo crezca en esta tierra para que todos, un día, disfrutemos de tu presencia en el Cielo.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
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