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jueves, 23 de febrero de 2012

26 CALENDARIO LITURGICO: † 1 DOMINGO DE CUARESMA

26 CALENDARIO LITURGICO: † 1 DOMINGO DE CUARESMA Primer domingo de Cuaresma, en el que, desde el ejemplo ofrecido por Nuestro Señor Jesucristo, comienza el venerable sacramento de la anual observancia cuaresmal (elog. del Martirologio Romano). Misa: del Domingo (morado). Misal: ants. y oracs. props., sin Gl., Cr., Pf. prop. No se puede decir la PE IV. Lecc.: vol. II, lects. del domingo I de Cuaresma (año B): • Gn 9, 8-15. El pacto de Dios con Noé salvado del diluvio. • Sal 24. Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza. • 1P 3, 18-22. Actualmente os salva el bautismo. • Mc 1, 12-15. Se dejaba tentar por Satanás, y los ángeles le servían. Convertíos y creed en el Evangelio. La conversión va seguida de un pacto gozoso, de la creencia y del agua bautismal. Después que la creación entera fuera lavada y purificada por el diluvio, Dios establece un pacto con Noé, llenando el universo de color y de esperanza (1ª lect.). Jesús vive la experiencia del desierto, supera la tentación e invita a la conversion y a la creencia (Ev.). El diluvio, figura del bautismo. La conversión purifica y transmite vida y gracia en virtud de la resurrección de Cristo (2ª lect.). – No se permiten otras celebraciones, tampoco la Misa exequial.

Santoral del 26 de Febrero: San Porfirio
obispo
(año 420)

Santoral del 26 de Febrero: San Porfirio
obispo
(año 420) San Porfirio nació en Tesalónica (aquella ciudad a la cual San Pablo escribió sus dos cartas a los tesalonicenses). Tesalónica queda en Macedonia, y Macedonia está situada al norte de Grecia. A los 25 años dejó su ciudad y su familia y se fue de monje a Egipto a rezar y meditar y hacer penitencia. Cinco años más tarde pasó a Palestina y se fue a vivir a una cueva cerca del río Jordán. Pero allí la humedad lo hizo enfermar de reumatismo y cinco años después se fue a vivir a Jerusalén. En esta ciudad cada día visitaba el Santo Sepulcro, el Huerto de los Olivos, la Casa de la Ultima Cena y los demás santos lugares donde estuvo Nuestro Señor. Su reumatismo lo hacía caminar muy despacio y con grandes dolores y apoyado en un bastón. Sin embargo ningún día dejaba de ir a los Santos Lugares y Comulgar. En aquellos tiempos llegó a Jerusalén un cristiano llamado Marcos, el cual se quedó admirado de que este hombre tan enfermo y con tan grandes dolores reumáticos no dejaba ningún día visitar los Santos Lugares para dedicarse allí a rezar y a meditar. Un día al ver que el santo sufría tanto al subir las escalinatas del templo, Marcos se ofreció para ayudarle pero Porfirio se negó a aceptar su ayuda diciéndole: "No está bien que habiendo venido yo aquí a expiar mis pecados sufriendo y rezando, me deje ayudar de ti para disminuir mis dolores. Déjame sufrir un poco, que lo necesito para pagarle a Dios mis muchos pecados". Marcos lo admiró más desde ese día y en adelante fue su compañero, su amigo y el que escribió después la biografía de este santo. Lo único que le preocupaba a Porfirio era que no había vendido la herencia que sus padres le habían dejado en su patria, la cual quería repartir entre los pobres. Confió esta misión a Marcos, que partió rumbo a Tesalónica y a los tres meses volvió con el dinero de la venta de todas aquellas tierras, dinero que Porfirio repartió totalmente entre las gentes más pobres de Jerusalén. Cuando Marcos se fue a Tesalónica estaba Porfirio muy débil y agotado, pálido y sin fuerzas. Y al volver a Jerusalén lo encontró de buenos colores y lleno de vigor y fuerzas. Le preguntó cómo había sucedido semejante cambio tan admirable y Porfirio le dijo: "Mira, un día vine al Santo Sepulcro a orar, y mientras rezaba sentí que Jesucristo se me aparecía en visión y me decía: ‘Te devuelvo la salud para que te encargues de cuidar mi cruz’. Y quedé instantáneamente curado de mi reumatismo. Lo que los médicos no pudieron hacer en muchos años, lo hizo Jesús en un solo instante, porque para El todo es posible". Y en adelante se quedó ayudando en la Iglesia del Santo Sepulcro, custodiando la parte de la Santa Cruz que allí se conservaba. Como Porfirio había repartido toda su herencia entre los pobres, tuvo él que dedicarse a trabajos manuales para poder ganarse la vida. Aprendió a fabricar sandalias y zapatos y a trabajar en cuero y así ganaba para él y para ayudar a otros necesitados. Marcos, que era un hábil escribiente y ganaba buen dinero copiando libros, le propuso que él costearía toda su alimentación para que no tuviera que dedicarse a trabajos manuales agotadores. San Porfirio le dijo: "No olvidemos que San Pablo dijo en su segunda Carta a los tesaloniceses: "El que no quiere trabajar, que tampoco coma"; siguió ganándose el pan con el sudor de la frente, hasta los 40 años. El obispo de Jerusalén al ver tan piadoso y santo a Porfirio lo ordenó de sacerdote. Y poco después recibió una carta del obispo de Cesarea pidiéndole que le enviara un santo sacerdote para darle una misión. Como Porfirio era un verdadero penitente que ayunaba cada día y rezaba horas y horas y ayudaba a cuanto pobre podía, el obispo de Jerusalén lo envió a Cesarea. Y aquella noche tuvo Porfirio un sueño. Oyó que Jesús le decía: "Hasta ahora te has encargado de custodiar mi Santa Cruz. De ahora en adelante te encargarás de cuidar a unos hermanos míos muy pobres". Con eso entendió el santo que ya no seguiría viviendo en Jerusalén. Al llegar a Cesarea el obispo de allá lo convenció de que debía aceptar ser obispo de Gaza, que era una ciudad muy pobre. Después de que le rogaron mucho, al fin exclamó: "Si esa es la voluntad de Dios, que se haga lo que El quiere y no lo que quiera yo". Y aceptó. Al llegar a Gaza los paganos promovieron grandes desórdenes porque sentían que con este hombre se iba a imponer la religión de Cristo sobre las falsas religiones de los ídolos y falsos dioses. Porfirio no se dio por ofendido sino que se dedicó a instruir a los ignorantes y a ayudar a los pobres y así se fue ganando las simpatías de la población. La ciudad de Gaza y sus alrededor estaban sufriendo un verano terrible y muy largo. Las cosechas se perdían y no se hallaban ya agua ni para beber. Los paganos esparcieron la calumnia de que todo esto era un castigo a los dioses por haber llegado allí Porfirio con su doctrina y sus cristianos. Y empezaron a tratar muy mal al obispo y a sus fieles seguidores. Entonces San Porfirio organizó una procesión de rogativas por las calles, rezando y cantando para que Dios enviara la lluvia, y al terminar la procesión se descargó un torrencial aguacero que llenó de vida y frescor todos los alrededores. Los paganos se propusieron que de todos modos sacarían a Porfirio y a sus cristianos de aquella región y empezaron a emplear medidas muy violentas contra ellos. Pero se equivocaron. Creyeron que la piedad y la bondad del obispo eran debilidad y cobardía, y no era así. El santo se fue a donde el jefe del imperio que vivía en Constantinopla y obtuvo que le dieran un fuerte batallón de soldados que puso orden y paz en la ciudad. Y ya los paganos no pudieron atacarlo más. El no agredía a nadie, pero buscaba quién lo defendiera cuando trataban injustamente de acabar con la santa religión de Cristo. Y después de varios años la acción evangelizadora de Porfirio y de sus sacerdotes llegó a ser tan eficaz que se acabó por completo allí la religión pagana de los falsos dioses, y desaparecieron los templos de los ídolos. Las gentes quemaron todos sus libros de magia y ya no hubo más consultas a brujas o espiritistas ni creencias supersticiosas. San Porfirio construyó en Gaza un bellísimo templo. El día en que empezó la construcción del nuevo edificio recorrió la ciudad con enorme gentío cantando salmos y bendiciendo a Dios. Cada fiel llevaba alguna piedra o algún ladrillo u otro material para contribuir a la edificación de la Casa de Dios. La construcción duró cinco años y toda la ciudad colaboró con mucha generosidad. El día de la Consagración de la nueva catedral (domingo de Pascua del año 408) el santo repartió abundantísimas limosnas a todos los pobres de la ciudad. Siempre fue sumamente generoso en ayudar a los necesitados. Los últimos años los dedicó pacíficamente a instruir y enfervorizar a sus sacerdotes y al pueblo con sus predicaciones, con su buen ejemplo y su oración. El 26 de febrero del año 420 murió santamente. Porfirio significa: el que se viste de púrpura. San Porfirio, valeroso y santo obispo: haz que todos los obispos católicos del mundo sean tan valientes, generosos y fervorosos como lo fuiste tú. A quien se declare a mi favor delante de la gente de esta tierra, yo me declararé en su favor delante de los ángeles del cielo (Jesucristo).

Meditación: Domingo de la semana 1 de Cuaresma; ciclo B. 26 de Febrero, 2012

Meditación: Domingo de la semana 1 de Cuaresma; ciclo B. 26 de Febrero, 2012 «A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los  ángeles le servían. Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.» 1º. Jesús, te has retirado al desierto para prepararte antes de empezar tu predicación. Y te preparas con más oración y con más mortificación. Siguiendo tu ejemplo, también yo he de preparar cualquier acción apostólica rezando y ofreciendo pequeños sacrificios por aquéllos a quienes quiera hablar de Ti. «Sintió hambre.» Jesús, eres perfecto Dios y también perfecto hombre. Por eso tienes hambre y sed, te cansas después de caminar todo un día, o lloras cuando se muere un amigo. Tú me entiendes porque has experimentado los mismos cansancios, alegrías, sufrimientos, dolores, sentimientos y afectos que yo me encuentro a lo largo de mi vida. Jesús, hoy experimentas la tentación del demonio. No quieres dejar de vivir esta situación tan humana y, al permitir que te suceda, me vienes a decir que sufrir la tentación, como una prueba a nuestra virtud, no es algo necesariamente malo. Puede ser incluso motivo de gran avance espiritual, y por eso la permites. «El Espíritu Santo nos hace discernir entre la prueba, necesaria para el crecimiento del hombre interior en orden a una «virtud probada», y la tentación que conduce al pecado y a la muerte. También debemos distinguir entre «ser tentado» y «consentir» en la tentación. Por último, el discernimiento desenmascara la mentira de la tentación: aparentemente su objeto es «bueno, seductor a la vista, deseable», mientras que, en realidad, su fruto es la muerte» (CEC.- 2847).  Lo importante es luchar para vencer la tentación, sabiendo que siempre presenta una falsa felicidad, una «pseudo ganancia» hueca. Jesús, ¡no me dejes caer en la tentación! 2º. «Jesucristo tentado. La tradición ilustra esta escena considerando que Nuestro Señor; para darnos ejemplo en todo, quiso también sufrir la tentación. Así es, porque Cristo fue perfecto Hombre, igual a nosotros, salvo en el pecado. Después de cuarenta días de ayuno, con el solo alimento         -quizá- de yerbas y de raíces y de un poco de agua, Jesús siente hambre: hambre de verdad, como la de cualquier criatura. Y cuando el diablo le propone que convierta en pan las piedras, Nuestro Señor no sólo rechaza el alimento que su cuerpo pedía, sino que aleja de sí una incitación mayor: la de usar del poder divino para remediar; si podemos hablar así, un problema personal » habréis notado a lo largo de los Evangelios: Jesús no hace milagros en beneficio propio. Convierte el agua en vino, para los esposos de Caná; multiplica los panes y los peces, para dar de comer a una multitud hambrienta. Pero El se gana el pan, durante largos años, con su propio trabajo. Y más tarde, durante el tiempo de su peregrinar por tierras de Israel, vive con la ayuda de aquellos que le siguen. »En la segunda tentación, cuando el diablo le propone que se arroje desde lo alto del Templo, rechaza Jesús de nuevo ese querer servirse de su poder divina Cristo no busca la vanagloria, el aparato, la comedia humana que intenta utilizar a Dios como telón de fondo de la propia excelencia» (Es Cristo que pasa, 61).

Lectio Divina: I Domingo de Cuaresma. Ciclo B. 26 de Febrero, 2012

Lectio Divina: I Domingo de Cuaresma. Ciclo B. 26 de Febrero, 2012 Vencida la tentación con la fuerza del Espíritu 
Jesús comienza el anuncio de la Buena Nueva del Reino 
Marcos, 1,12-15 1. Oración inicial Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección. 
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Tí, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén. 2. Lectura a) Una clave de lectura: 

El texto de la liturgia de este domingo nos presenta el comienzo de la vida pública de Jesús: los cuarenta días en el desierto, las tentaciones de Satanás, la prisión de Juan Bautista, el inicio del anuncio de la Buena Nueva de Dios y un breve resumen en cuatro puntos de lo que Jesús anunciaba al pueblo de su tierra. Durante la lectura pongamos atención a estos dos puntos: ¿Qué anuncia Jesús al pueblo? ¿Qué nos pide Jesús a todos? b) División del texto para ayudar a su lectura: 
 Marcos 1, 12-13: La buena noticia es sellada y probada en el desierto. 
Marcos 1,14: Jesús comienza el anuncio de la buena nueva de Dios 
Marcos 1, 15: El resumen de la buena noticia de Dios 

c) El texto:

12 A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, 13 y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían. 
14 Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: 15 «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva.» 3. Un momento de silencio orante para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida. 4. Algunas preguntas para ayudarnos en la meditación y en la oración. 

a) ¿Qué punto del texto os ha gustado más o qué os ha impresionado más? 
b) Cuarenta días en el desierto y, al final, las tentaciones. ¿Cuál es el significado de esta información para la comunidad del tiempo de Marcos? ¿Cuál es el significado para nosotros hoy? 
c) ¿Fue la prisión de Juan Bautista lo que motivó a Jesús a regresar a Galilea y comenzar el anuncio de la Buena Nueva de Dios? ¿Cuál es el significado de esta información para la comunidad del tiempo de Marcos? ¿Y cuál es el significado para nosotros hoy? 
d) ¿Qué mensaje nos da todo esto hoy? 5. Una clave de lectura para aquéllos que quieran profundizar más en el tema. a) El contexto en el cual aparece el texto en el Evangelio de Marcos: * La Buena Nueva de Dios, preparada a través de la historia (Mc 1, 1-8), fue proclamada solemnemente por el Padre en el momento del Bautismo de Jesús (Mc 1, 9-11). Ahora aquí, en nuestro texto, viene probada en el desierto (Mc 1. 12-13) y, de pronto, aparece el resultado de la larga preparación. Jesús anuncia la Buena Nueva públicamente al pueblo (Mc 1,14-15). * En los años setenta, época en la escribe Marcos, los cristianos, leyendo esta descripción del comienzo de la Buena Nueva, miraban en el espejo de la propia vida. Desierto, tentación, prisión no faltaban. Eran el pan de cada día. Y sin embargo, como Jesús, trataban de anunciar la Buena Nueva de Dios. b) Comentario: * Marcos 1, 12-13: La Buena Nueva es atestiguada y probada en el desierto 
Después del Bautismo, el Espíritu de Dios toma posesión de Jesús y lo transporta al desierto, donde se prepara para la misión. (Mc 1, 12s). Marcos dice que Jesús estuvo en el desierto por espacio de cuarenta días y que fue tentado por Satanás. En Mateo 4, 1-11, se lee más explícitamente la tentación: tentación del pan, tentación del prestigio, tentación del poder. Fueron las tres tentaciones que encontró el pueblo israelita en el desierto, después de la salida de Egipto (Dt 8,3-; 6,13.16). Tentación es todo aquello que nos aleja del camino de Dios. La Carta a los Hebreos dice: "Jesús fue tentado en todo como nosotros, excepto en el pecado" (Heb 4, 15). Orientándose por la Palabra de Dios, Jesús afrontaba las tentaciones (Mt 4, 4.7.10). Metido en medio del pueblo y unido al Padre con la oración, fiel a entrambos, El resistió, y continuó en el camino del Mesías-Servidor, el camino del servicio a Dios y al pueblo (Mt 20,28). * Marcos 1, 14: Jesús comienza el anuncio de la Buena Nueva. 
Mientras Jesús se preparaba en el desierto, Juan Bautista fue arrestado por Herodes. Dice el texto: Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios. La prisión de Juan Bautista no asustó a Jesús: más bien al contrario. La experiencia del Bautismo le había abierto los ojos. El vio en el arresto de Juan la señal de la llegada del Reino. El encarcelamiento de Juan estaba ligado a la política del país. También hoy los hechos de la política influyen en el anuncio que nosotros hacemos de la Buena Nueva al pueblo. 
Marcos dice que Jesús proclamaba el Evangelio de Dios. Jesús nos hace saber que Dios es una Buena Noticia para la vida humana. Dice San Agustín: "Nos has hecho para tí y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en Tí". El anuncio de Jesús respondía a las ansias más profundas del corazón humano. * Marcos 1, 15: El resumen de la Buena Noticia de Dios 
El anuncio de la Buena Noticia de Dios tiene cuatro puntos: i) La espera ha terminado. ii) El Reino de Dios ha llegado. iii) Cambiar la vida. iv) Creer a la Buena Noticia. 
i) ¡La espera ha terminado!: Para algunos judíos el tiempo para la llegada del Reino todavía no había terminado. Para los fariseos, por ejemplo, el reino llegaría cuando la observancia de la ley fuese ya perfecta. Para los esenios, cuando el país estuviera purificado. Para los herodianos cuando ellos hubieran poseído el dominio del mundo. Jesús piensa de forma diversa. El tiene una manera distinta de leer los hechos. Dice que la espera ha terminado. 
ii) ¡El Reino de Dios ha llegado! Para los fariseos y los esenios, la llegada del reino dependía del propio esfuerzo de cada uno. Sólo llegaría cuando hubiesen realizado su parte, esto es, observar toda la ley, purificar todo el país. Jesús dice lo contrario: "El Reino de Dios ha llegado". Ya estaba allí, entre ellos. Independientemente del esfuerzo hecho. Cuando Jesús dice "El Reino ha llegado", no quiere decir que está por llegar solamente en aquel momento, sino que él ya está allí. Lo que todos esperaban estaba ya presente, en medio del pueblo, y ellos no lo sabían y menos aun lo percibían. (cfr Lc 17,21). Jesús lo percibió porque leía la realidad con otra mirada. Es esta presencia escondida del Reino en medio del pueblo, la que Jesús revela y anuncia a los pobres de su pueblo. Es esta semilla del reino la que recibirá la lluvia de su Palabra y el calor de su Amor. 
iii) ¡Cambiar la vida! Algunos traducen: "haced penitencia"; otros: "convertíos" o "arrepentíos". El sentido exacto es cambiar el modo de pensar y de vivir. Para poder percibir esta presencia del Reino la persona debe comenzar a pensar, vivir y actuar de un modo diferente. Debe cambiar la vida y encontrar otro modo de convivencia. Debe dejar aparte el legalismo de la enseñanza de los fariseos y dejar que la nueva experiencia de Dios invada su vida y le dé ojos nuevos para leer y entender los hechos. 
iv) ¡Creed la Buena Nueva! No es fácil aceptar el mensaje. No es fácil comenzar a pensar de un modo diferente del que se ha aprendido desde pequeño. Esto es posible a través de un acto de fe. Cuando uno llega con una noticia inesperada, difícil de aceptar, se acepta sólo si la persona que la anuncia es digna de crédito. Y así dirá a los otros: "¡Se puede aceptar! Yo conozco la persona, ella no engaña. Es de confianza, habla con verdad". ¡ Jesús es digno de confianza! c) Ampliando las informaciones: El comienzo de la predicación de la Buena Nueva de Dios hecha por Jesús en Galilea: La prisión de Juan hace regresar a Jesús y hace que comience el anuncio de la Buena Nueva. Fue un comienzo explosivo y creativo. Jesús recorre la Galilea entera: aldeas, pueblos, ciudades (Mc 1, 39). Visita las comunidades. Cambia incluso de residencia y va a habitar a Cafarnaún (Mc 1, 21; 2,1), ciudad que se encuentra en la encrucijada de caminos, lo que facilitaba la divulgación del mensaje. Casi no se para, se mueve siempre. Los discípulos ellos y ellas, van con Él, de todas partes. A lo largo de las playas, por los caminos, a la montaña, en el desierto, sobre la barca, en las sinagogas, en las casas. Con mucho entusiasmo. Jesús ayuda al pueblo, ofreciendo diversas clases de servicio: arroja muchos espíritus (Mc 1, 39), cura a los enfermos y afligidos (Mc 1, 34), purifica a los marginados por la ley de la pureza (Mc 1, 40-45), acoge a los marginados y los trata con familiaridad (Mc 2, 15). Anuncia, llama, convoca, atrae, consuela, ayuda. Es una pasión que se revela. Pasión por el Padre y por el pueblo pobre y abandonado de su tierra. Donde encuentra gente que lo escucha, habla y transmite la Buena Noticia de Dios. Por cualquier parte. En Jesús, todo es revelado de lo que lo anima por dentro. No sólo anuncia la Buena Noticia del Reino. El mismo es una figura, un testimonio del Reino. En él aparece lo que sucede cuando una persona humana deja que Dios reine, que tome posesión de su vida. Con su modo de vivir y obrar, Jesús revela lo que Dios tenía in mente cuando llamó al pueblo en el tiempo de Abrahán y de Moisés. Jesús disuelve una nostalgia y la convierte en esperanza. De repente aparece claro para el pueblo: "¡Esto era lo que Dios quería, cuando nos llamó a ser su pueblo!" El pueblo gozaba oyendo a Jesús. Este fue el comienzo del anuncio de la Buena Noticia del Reino que se divulgaba rápidamente por las aldeas de Galilea. Comenzó como una pequeña semilla, pero siguió creciendo hasta convertirse en un gran árbol, donde el pueblo podía encontrar descanso (Mc 4, 31-32). El mismo pueblo se convertía en divulgador de la noticia. El pueblo de la Galilea quedaba impresionado por la manera que Jesús tenía de enseñar: "Una doctrina nueva enseñada con autoridad, no como los escribas" (Mc 1, 22.27) . Enseñar era lo que más hacía Jesús (Mc 2, 13; 4,1-2; 6,34). Era su costumbre (Mc 10, 1). Más de quince veces el Evangelio de Marcos dice que Jesús enseñaba. Pero Marcos casi nunca dice qué enseñaba Jesús. ¿Quizás no interesaba el contenido?. Depende de lo que entendamos por contenido. Enseñar no es sólo cuestión de enseñar verdades al pueblo. El contenido que Jesús daba se transparentaba no sólo en sus palabras, sino en sus gestos y en el modo de relacionarse con las personas. El contenido nunca está desligado de la persona que lo comunica. Jesús era una persona acogedora (Mc 56, 34). Quería bien al pueblo. La bondad y el amor que envolvía sus palabras hacen parte del contenido. Contenido bueno sin bondad es como leche derramada. Marcos define el contenido de la enseñanza de Jesús como "Buena Noticia de Dios" (Mc 1, 14). La Buena Noticia que Jesús proclama viene de Dios. Hace ver la experiencia que Jesús mismo tiene de Dios como Padre. Revelar a Dios como Padre es la fuente, el contenido y el destino de la Buena Noticia de Jesús. 6. Salmo 25 (24) El Dios de Jesús nos llama a la conversión A ti, Yahvé, dirijo mi anhelo. 
A ti, Dios mío. 
En ti confío, ¡no quede defraudado, 
ni triunfen de mí mis enemigos! 
El que espera en ti no queda defraudado, 
queda defraudado el que traiciona sin motivo. Muéstrame tus caminos, Yahvé, 
enséñame tus sendas. 
Guíame fielmente, enséñame, 
pues tú eres el Dios que me salva. 
En ti espero todo el día, 
por tu bondad, Yahvé. 
Acuérdate, Yahvé, de tu ternura 
y de tu amor, que son eternos. 
De mis faltas juveniles no te acuerdes, 
acuérdate de mí según tu amor. Bueno y recto es Yahvé: 
muestra a los pecadores el camino, 
conduce rectamente a los humildes 
y a los pobres enseña su sendero. Amor y verdad son las sendas de Yahvé 
para quien guarda su alianza y sus preceptos. 
Haz gala de tu nombre, Yahvé, 
y perdona mi culpa, que es grande. Cuando un hombre respeta a Yahvé, 
él le indica el camino a seguir; 
vivirá colmado de dicha, 
su estirpe poseerá la tierra. Yahvé se confía a sus adeptos, 
los va instruyendo con su alianza. 
Mis ojos están fijos en Yahvé, 
que sacará mis pies de la trampa. Vuélvete a mí, tenme piedad, 
me siento solo y desdichado. 
La angustia crece en mi corazón, 
hazme salir de mis tormentos. Mira mi aflicción y mi penar, 
perdona todos mis pecados. 
Mira cuántos son mis enemigos, 
la violencia del odio que me tienen. Guarda mi vida, ponme a salvo, 
no me avergüence por confiar en ti. 
Integridad y rectitud me ampararán, 
porque espero en ti, Yahvé. 
Redime, Dios, a Israel 
de todas sus angustias. 7. Oración final Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén. www.ocarm.org

Ordinario de la Misa: Domingo I Semana de Cuaresma. Ciclo B. 26 de Febrero, 2012

Ordinario de la Misa: Domingo I Semana de Cuaresma. Ciclo B. 26 de Febrero, 2012 Primer Domingo de Cuaresma No sólo de pan vive el hombre Tú eres nuestro Dios y salvador Antífona de Entrada Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los días de su vida. No se dice Gloria. Oración Colecta Oremos: Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.   Primera Lectura Lectura del libro del Génesis (9, 8-15) En aquellos días, dijo Dios a Noé y a sus hijos: “Ahora establezco una alianza con ustedes y con sus descendientes, con todos los animales que los acompañaron, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca, con todo ser viviente sobre la tierra. Esta es la alianza que establezco con ustedes: No volveré a exterminar la vida con el diluvio ni habrá otro diluvio que destruya la tierra”. Y añadió: “Esta es la señal de la alianza perpetua que yo establezco con ustedes y con todo ser viviente que esté con ustedes. Pondré mi arco iris en el cielo como señal de mi alianza con la tierra, y cuando yo cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris y me acordaré de mi alianza con ustedes y con todo ser viviente. No volverán las aguas del diluvio a destruir la vida”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.   Salmo Responsorial Salmo 24 Descúbrenos, Señor, tus caminos. Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza. Descúbrenos, Señor, tus caminos. Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros. Descúbrenos, Señor, tus caminos. Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos. Descúbrenos, Señor, tus caminos.   Segunda Lectura Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (3, 18-22) Hermanos: Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. En esta ocasión, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados, que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé, cuando la paciencia de Dios aguardaba, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron flotando sobre el agua. Aquella agua era figura del bautismo, que ahora los salva a ustedes y que no consiste en quitar la inmundicia corporal, sino en el compromiso de vivir con una buena conciencia ante Dios, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro, que subió al cielo y está a la derecha de Dios, a quien están sometidos los ángeles, las potestades y las virtudes. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.   Aclamación antes del Evangelio Honor y gloria a ti, Señor Jesús. No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.   Evangelio † Lectura del santo Evangelio según san Marcos (1, 12-15) Gloria a ti Señor. En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían. Después de que, arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: La primera lectura, Génesis 9, contiene la «alianza de Dios con Noé». La alianza famosa, la más importante, será la alianza con Abraham... La Alianza con Noé pertenece a un segundo plano de “la economía de la salvación”. ¡Nunca más habrá diluvio para destruir la tierra!, le asegura Dios a Noé (Gn 9,11). Y esta promesa va acompañada de un memorial: el arco iris, señal del nuevo pacto entre Dios y la humanidad. ¡El miedo al “diluvio” ha sido quebrado! Ahora tenemos una nueva alianza a partir de una alternativa de vida para todos los seres vivientes. El arca que ha abrigado a la familia se transforma en una gran casa acogedora de la vida, en donde el cuidado con los animales se destaca de una manera especial (Gn 9,1-7). Es la casa de la vida que coloca al ser humano en comunión con la tierra, con la naturaleza, con el cosmos. El río Jordán, el desierto, y la Galilea son como un mismo “hilo conductor” de un desplazamiento fundamental que da inicio al evangelio de Marcos. Ahí percibimos el movimiento del reino de Dios que nos invita a movilizarnos en búsqueda de nuestros propios “lugares del Reino” donde se concreten y desarrollen nuestras opciones por la vida, por la dignificación de las personas y de las comunidades. El río Jordán evoca grandes y significativos hechos de la historia de Israel. El más importante, sin duda, cuando Josué y el grupo del desierto atraviesan el río para entrar en la tierra prometida (Jos 3-4). Relato de los orígenes de aquel proyecto de vida igualitaria revelado por Dios a los esclavos fugitivos de Egipto. A partir de esta memoria primordial, Juan el Bautista convoca al pueblo alrededor de una nueva esperanza mesiánica. Allí también acude Jesús, procurando “las aguas de Juan”. El desierto es la mediación muy frecuente de discernimiento, formación y maduración en el proyecto de Dios. Jesús es llevado por el Espíritu al desierto, lugar por excelencia donde Israel aprendió a ser pueblo. Sujeto y proyecto anudados alrededor de la memoria del éxodo dando inicio al evangelio de Jesús. Galilea es el lugar donde Jesús concreta su opción de humanidad y de humanización. Esta geografía es para Jesús el espacio vital del Reino. Es un mar, una tierra y un pueblo abierto a las naciones del entorno. Las fronteras se “cruzan” dando lugar a la inclusión de lo diverso en múltiples “misturas”. Favorabilidad donde madura e irrumpe el kairós del reino de Dios. El paso del Jordán al desierto, plantea la articulación de movimientos mesiánicos proféticos que tienen en esos lugares, sus fuentes de inspiración y de organización. La confrontación con Satanás, como principio cósmico del mal que Marcos lo vincula con la enfermedad, la marginación y la muerte de los pobres, será para Jesús la definición de su vida por la ruta del reino de Dios. El desierto deja de ser lugar de prueba y penitencia según la tradición judía, para convertirse en lugar de aprendizaje definitivo en la confrontación y el desequilibrio. El Espíritu de Dios lleva a Jesús hasta la memoria fundacional de Israel, donde, venciendo a Satán, la vida se torna en fidelidad hacia Dios y hacia lo humano. El simbolismo de los “cuarenta” tiene que ver con el trauma del nuevo nacimiento. Los poderes de la historia se hallan enfrentados: Jesús como principio de la humanidad liberada desde Dios, y Satanás, que es signo y causa de la muerte en el mundo. Nos hallamos frente al relato de un nuevo origen. Marcos re-escribe la historia, llevándonos del agua del bautismo a la re-construcción de la humanidad, para decirnos que Jesús está ahí apostando por una opción de vida, dignidad y felicidad humana. Pero Jesús no asume el combate solitario. Está junto con los animales y los ángeles como evocando un nuevo paraíso. El servicio angélico comunica esperanza y porta salvación. Al retomar el “paraíso” para re-iniciar el camino de lo humano, Jesús cuenta con fuerzas naturales y angelicales (la tierra y el cielo) favorables. Jesús se encuentra entre la tentación satánica y el servicio angélico. Es el dilema que permanentemente enfrentaremos. Marcos ha evocado estos poderes como en un espejo para que podamos mirarnos en ellos. Nos ha dicho lo que es tentar y servir, nos ha arraigado en la “historia original”. Ya en la historia concreta esos actores sobrenaturales desaparecen y es cuando Jesús nos enseña a servir, sirviendo a su comunidad discipular. Obviamente, los cuarenta días del desierto no desaparecen. Duran todo el evangelio, toda la vida. Son paradigma de la contradicción y el desequilibrio que permanentemente atraviesan la historia. En la trama de la vida humana se ha venido a introducir y decidir la trama de pecado y esperanza de todos los vivientes (incluidos los animales, los ángeles y los diablos). En definitiva, la liturgia nos presenta este evangelio del comienzo del ministerio de Jesús, por paralelo con el comienzo de la cuaresma. La Cuaresma es la vida humana... Para la revisión de vida 
- Acaba de comenzar la Cuaresma. ¿Qué va a significar para mí? Tal vez puedo darle un significado personal, diferente, el que yo quisiera que tuviera… Tengo espacio para la originalidad y creatividad. ¿Qué voy a hacer?  Se dice Credo. Oración de los Fieles Celebrante: Recordemos a Dios su alianza con su pueblo e invoquemos su misericordia en este tiempo de conversión y penitencia. Digamos. Te rogamos, óyenos. Por la Iglesia: que sea siempre señal de la presencia, cercanía y amor fiel de Dios a todos los hombres. Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos. Por el Papa Benedicto XVI, nuestro Obispo N, y cuantos sirven al Evangelio desde el gobierno pastoral: que manifiesten la misericordia que triunfa sobre el juicio, y hagan creíble el mensaje del Evangelio en nuestra sociedad.  Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos. Por nuestros gobernantes: que el Espíritu del que resucitó a Cristo de la muerte y lo fortaleció en la hora de la prueba, les ayude a implantar la paz y la justicia, y a defender los derechos fundamentales de todos los hombres. Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos. Por los campesinos y obreros sometidos a sistemas y salarios injustos: que Cristo paciente los fortalezca y les ayude a superar esta situación. Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos. Por los jóvenes: que el Señor suscite en ellos el deseo de seguirlo con radicalidad, sin egoísmos ni mediocridad. Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos. Por los que celebramos a Jesucristo, nuestra víctima pascual: que imitando su entrega llevemos el Evangelio a los que no lo conocen. Oremos al Señor. Te rogamos, óyenos.   Celebrante: Oh Dios, ya que has mostrado tu poder y tu fidelidad liberando a Noé de las aguas, compadécete de tu pueblo, y escucha las oraciones que con fe te ha dirigido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Oración sobre las Ofrendas Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte, nos dispongan convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos iniciando. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Prefacio propio Las tentaciones del Señor El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque Cristo nuestro Señor, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal y, al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a sofocar la fuerza del pecado; de este modo, celebrando con sinceridad el misterio de esta Pascua, podremos pasar un día a la Pascua que no acaba. Por eso, con los ángeles y santos te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo…   Antífona de la Comunión No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios. Oración después de la Comunión Oremos: Que este pan celestial alimente, Señor, en nosotros la fe, aumente la esperanza, refuerce la caridad, y nos enseñe a sentir hambre de Cristo, que es el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que proceda de tu boca. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Evangelio del I Domingo de Cuaresma. Ciclo B. 26 de Febrero, 2012

Evangelio del I Domingo de Cuaresma. Ciclo B. 26 de Febrero, 2012 † Lectura del santo Evangelio según san Marcos (1, 12-15) Gloria a ti Señor. En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían. Después de que, arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: El simbolismo de los “cuarenta” tiene que ver con el trauma del nuevo nacimiento. Los poderes de la historia se hallan enfrentados: Jesús como principio de la humanidad liberada desde Dios, y Satanás, que es signo y causa de la muerte en el mundo. Nos hallamos frente al relato de un nuevo origen. Marcos re-escribe la historia, llevándonos del agua del bautismo a la re-construcción de la humanidad, para decirnos que Jesús está ahí apostando por una opción de vida, dignidad y felicidad humana. Pero Jesús no asume el combate solitario. Está junto con los animales y los ángeles como evocando un nuevo paraíso. El servicio angélico comunica esperanza y porta salvación. Al retomar el “paraíso” para re-iniciar el camino de lo humano, Jesús cuenta con fuerzas naturales y angelicales (la tierra y el cielo) favorables. Jesús se encuentra entre la tentación satánica y el servicio angélico. Es el dilema que permanentemente enfrentaremos. Marcos ha evocado estos poderes como en un espejo para que podamos mirarnos en ellos. Nos ha dicho lo que es tentar y servir, nos ha arraigado en la “historia original”. Ya en la historia concreta esos actores sobrenaturales desaparecen y es cuando Jesús nos enseña a servir, sirviendo a su comunidad discipular. Obviamente, los cuarenta días del desierto no desaparecen. Duran todo el evangelio, toda la vida. Son paradigma de la contradicción y el desequilibrio que permanentemente atraviesan la historia. En la trama de la vida humana se ha venido a introducir y decidir la trama de pecado y esperanza de todos los vivientes (incluidos los animales, los ángeles y los diablos). En definitiva, la liturgia nos presenta este evangelio del comienzo del ministerio de Jesús, por paralelo con el comienzo de la cuaresma. La Cuaresma es la vida humana...

Oficio Divino: Tiempo Cuaresma. Ciclo B. 26 de febrero, 2012

Oficio Divino: Tiempo Cuaresma. Ciclo B. 26 de febrero, 2012 DOMINGO DE LA SEMANA I Propio del Tiempo. Salterio I (OFICIO DE LECTURA (6:00); LAUDES (7:00); TERCIA (9:00); SEXTA (12:00); NONA (15:00); VISPERAS (19:00); COMPLETAS (22:00) OFICIO DE LECTURA Si el Oficio de Lectura es la primera oración del día: V. Señor abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza Se añade el Salmo del Invitatorio con la siguiente antífona: Ant. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.» Si antes del Oficio de lectura se ha rezado ya alguna otra Hora: V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Himno: DELANTE DE TUS OJOS Delante de tus ojos ya no enrojecemos a causa del antiguo pecado de tu pueblo. Arrancarás de cuajo el corazón soberbio y harás un pueblo humilde de corazón sincero. En medio de los pueblos nos guardas como un resto, para cantar tus obras y adelantar tu reino. Seremos raza nueva para los cielos nuevos; sacerdotal estirpe, según tu Primogénito. Caerán los opresores y exultarán los siervos; los hijos del oprobio serán tus herederos. Señalarás entonces el día del regreso para los que comían su pan en el destierro. ¡Exulten mis entrañas! ¡Alégrese mi pueblo! Porque el Señor, que es justo, revoca sus decretos: la salvación se anuncia donde acechó el infierno, porque el Señor habita en medio de su pueblo. Amén. SALMODIA Ant. 1. El árbol de la vida es tu cruz, oh Señor. Salmo 1 - LOS DOS CAMINOS DEL HOMBRE Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto a su tiempo y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. En el juicio los impíos no se levantarán, ni los pecadores en la asamblea de los justos; porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. El árbol de la vida es tu cruz, oh Señor. Ant. 2. Yo mismo he establecido a mi Rey en Sión, mi monte santo. Salmo 2 - EL MESÍAS, REY VENCEDOR. ¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos planean un fracaso? Se alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Mesías: «rompamos sus coyundas, sacudamos su yugo.» El que habita en el cielo sonríe, el Señor se burla de ellos. Luego les habla con ira, los espanta con su cólera: «yo mismo he establecido a mi Rey en Sión, mi monte santo». Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: «Tú eres mi hijo: yo te he engendrado hoy. Pídemelo: te daré en herencia las naciones, en posesión los confines de la tierra: los gobernarás con cetro de hierro, los quebrarás como jarro de loza.» Y ahora, reyes, sed sensatos; escarmentad los que regís la tierra: servid al Señor con temor, rendidle homenaje temblando; no sea que se irrite, y vayáis a la ruina, porque se inflama de pronto su ira. ¡Dichosos los que se refugian en él! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Yo mismo he establecido a mi Rey en Sión, mi monte santo. Ant. 3. Tú, Señor, eres mi escudo y mantienes alta mi cabeza. Salmo 3 - CONFIANZA EN MEDIO DE LA ANGUSTIA. Señor, cuántos son mis enemigos, cuántos se levantan contra mí; cuántos dicen de mí: «ya no lo protege Dios.» Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria, tú mantienes alta mi cabeza. Si grito invocando al Señor, él me escucha desde su monte santo. Puedo acostarme y dormir y despertar: el Señor me sostiene. No temeré al pueblo innumerable que acampa a mi alrededor. Levántate, Señor; sálvame, Dios mío: tú golpeaste a mis enemigos en la mejilla, rompiste los dientes de los malvados. De ti, Señor, viene la salvación y la bendición sobre tu pueblo. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Tú, Señor, eres mi escudo y mantienes alta mi cabeza. V. No sólo de pan vive el hombre. R. Sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. PRIMERA LECTURA Del libro del Éxodo 5, 1--6, 1 OPRESIÓN DEL PUEBLO DE DIOS En aquellos días, Moisés y Aarón se presentaron al Faraón y le dijeron: «Así dice el Señor, Dios de Israel: "Deja salir a mi pueblo, para que me celebre una fiesta en el desierto."» Respondió el Faraón: «¿Y quién es el Señor, para que tenga que obedecerlo dejando marchar a los israelitas? Ni reconozco al Señor ni dejaré marchar a Israel.» Replicaron ellos: «El Dios de los hebreos nos ha llamado: tenemos que hacer un viaje de tres jornadas por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios; no sea que nos castigue con peste o espada.» El rey de Egipto les dijo: «¿Por qué vosotros, Moisés y Aarón, soliviantáis al pueblo en su trabajo? Volved a transportar vuestras cargas. Ahora que son ya más numerosos que los naturales del país, ¿queréis que dejen de transportar cargas?» Aquel día el Faraón dio órdenes a los capataces y a los inspectores: «No volváis a proveerles de paja para fabricar adobes, como hacíais antes; que ellos vayan y se busquen la paja. Pero la cantidad de adobes que hacían antes se la seguiréis exigiendo sin disminuir nada. Son unos holgazanes y por eso andan gritando: "Vamos a ofrecer sacrificios a nuestro Dios." Imponedles un trabajo pesado y haced que lo cumplan, y no hagáis caso de sus mentiras.» Los capataces y los inspectores dijeron al pueblo: «Esto dice el Faraón: "No os proveeré ya de paja; id vosotros a buscarla donde la encontréis, pero no disminuirá en nada vuestra tarea."» El pueblo se dispersó por todo el país de Egipto para buscar la paja. Los capataces los apremiaban: «Completad vuestro trabajo, la tarea de cada día, como cuando se os daba la paja.» y golpeaban a los inspectores israelitas que habían nombrado, diciéndoles: «¿Por qué no completáis hoy vuestra cantidad de adobes como antes?» Entonces los inspectores israelitas fueron a reclamar al Faraón: «¿Por qué tratas así a tus siervos? No nos dan paja y nos exigen que hagamos los mismos adobes, y tus siervos son los que se llevan los golpes.» Contestó el Faraón: «Holgazanes, eso es lo que sois, holgazanes. Por eso andáis diciendo: "Vamos a ofrecer sacrificios al Señor." y ahora id a trabajar, no se os dará paja y vosotros produciréis la misma cantidad de ladrillos.» Los inspectores israelitas se vieron en un aprieto cuando les dijeron: «No disminuirá la cantidad de adobes diaria», y, encontrando a Moisés y a Aarón que los esperaban a la salida del palacio del Faraón, les dijeron: «El Señor os examine y os juzgue: nos habéis hecho odiosos al Faraón y a su corte, le habéis puesto en la mano una espada para que nos mate.» Moisés volvió al Señor y le dijo: «Señor, ¿por qué maltratas a este pueblo? ¿Por qué me has enviado? Desde que me presenté al Faraón para hablar en tu nombre, el pueblo es maltratado y tú no has librado a tu pueblo.» El Señor respondió a Moisés: «Pronto verás lo que voy a hacer al Faraón: se verá forzado a dejarlos marchar, y aun él mismo los echará de su país.» RESPONSORIO Ex 5, 1. 3 R. Se presentó Moisés al Faraón y le dijo: «Así dice el Señor: * "Deja salir a mi pueblo, para que me celebre una fiesta en el desierto." V. El Dios de los hebreos me ha enviado a ti con este mensaje: R. "Deja salir a mi pueblo, para que me celebre una fiesta en el desierto."» SEGUNDA LECTURA De los Comentarios de san Agustín, obispo, sobre los salmos (Salmo 60, 2-3: CCL 39, 766) EN CRISTO FUIMOS TENTADOS, EN ÉL VENCIMOS AL DIABLO Dios mío, escucha mi clamor, atiende a mi súplica. ¿Quién dice esto? Parece que uno solo. Pero veamos si es uno solo: Te invoco desde los confines de la tierra con el corazón abatido. Por tanto, no se trata de uno solo, a no ser en el sentido de que Cristo, junto con nosotros, sus miembros, es uno solo. ¿Cómo puede uno solo invocar a Dios desde los confines de la tierra? Quien invoca desde los confines de la tierra es aquella herencia de la que se ha dicho al Hijo: Pídemelo: te daré en herencia las naciones, en posesión, los confines de la tierra. Por tanto, esta posesión de Cristo, esta herencia de Cristo, este cuerpo de Cristo, esta Iglesia única de Cristo, esta unidad que formamos nosotros es la que invoca al Señor desde los confines de la tierra. ¿Y qué es lo que pide? Lo que hemos dicho antes: Dios mío, escucha mi clamor, atiende a mi súplica; te invoco desde los confines de la tierra, esto es, desde todas partes. ¿Y cuál es el motivo de esta súplica? Porque tiene el corazón abatido. Quien así clama demuestra que está en todas las naciones de todo el mundo no con grande gloria, sino con graves tentaciones. Nuestra vida, en efecto, mientras dura esta peregrinación, no puede verse libre de tentaciones; pues nuestro progreso se realiza por medio de la tentación y nadie puede conocerse a sí mismo si no es tentado, ni puede ser coronado si no ha vencido, ni puede vencer si no ha luchado, ni puede luchar si carece de enemigo y de tentaciones. Aquel que invoca desde los confines de la tierra está abatido, mas no queda abandonado. Pues quiso prefigurarnos a nosotros, su cuerpo, en su propio cuerpo, en el cual ha muerto ya y resucitado, y ha subido al cielo, para que los miembros confíen llegar también adonde los ha precedido su cabeza. Así pues, nos transformó en sí mismo, cuando quiso ser tentado por Satanás. Acabamos de escuchar en el Evangelio cómo el Señor Jesucristo fue tentado por el diablo en el desierto. El Cristo total era tentado por el diablo, ya que en él eras tú tentado. Cristo, en efecto, tenía de ti la condición humana para sí mismo, de sí mismo la salvación para ti; tenía de ti la muerte para sí mismo, de sí mismo la vida para ti; tenía de ti ultrajes para sí mismo, de sí mismo honores para ti; consiguientemente, tenía de ti la tentación para sí mismo, de sí mismo la victoria para ti. Si en él fuimos tentados, en él venceremos al diablo. ¿Te fijas en que Cristo fue tentado, y no te fijas en que venció la tentación? Reconócete a ti mismo tentado en él, y reconócete también a ti mismo victorioso en él. Hubiera podido impedir la acción tentadora del diablo; pero entonces tú, que estás sujeto a la tentación, no hubieras aprendido de él a vencerla. RESPONSORIO Jr 1, 19; 39, 18 R. Lucharán contra ti, pero no podrán contigo; * porque yo estoy contigo para librarte -oráculo del Señor-. V. No caerás a espada, salvarás tu vida porque confiaste en mí. R. Porque yo estoy contigo para librarte -oráculo del Señor-. ORACIÓN. OREMOS, Te pedimos, Señor todopoderoso, que las celebraciones y las penitencias de esta Cuaresma nos ayuden a progresar en el camino de nuestra conversión: así conoceremos mejor y viviremos con mayor plenitud las riquezas inagotables del misterio de Cristo. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén CONCLUSIÓN V. Bendigamos al Señor. R. Demos gracias a Dios.  LAUDES (Oración de la mañana) INVOCACIÓN INICIAL V. Señor, abre mis labios R. Y mi boca proclamará tu alabanza. INVITATORIO Ant. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón.» Salmo 94 INVITACIÓN A LA ALABANZA DIVINA Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque él lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos. Venid, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras. Durante cuarenta años aquella generación me repugnó, y dije: Es un pueblo de corazón extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso» Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Himno: OH SOL DE SALVACIÓN, OH JESUCRISTO. Oh sol de salvación, oh Jesucristo, alumbra lo más hondo de las almas, en tanto que la noche retrocede y el día sobre el mundo se levanta. Junto con este favorable tiempo danos ríos de lágrimas copiosas, para lavar el corazón que, ardiendo en jubilosa caridad, se inmola. La fuente que hasta ayer manó delitos ha de manar desde hoy perenne llanto, si con la vara de la penitencia el pecho empedernido es castigado. Ya se avecina el día, el día tuyo, volverá a florecer el universo; compartamos su gozo los que fuimos devueltos por tu mano a tus senderos. Oh Trinidad clemente, que te adoren tierra y cielo a tus pies arrodillados, y que nosotros, por tu gracia nuevos, cantemos en tu honor un nuevo canto. Amén SALMODIA Ant. 1. Toda mi vida te bendeciré, Señor, y alzaré las manos invocándote. SALMO 62, 2-9 - EL ALMA SEDIENTA DE DIOS ¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré de manjares exquisitos, y mis labios te alabarán jubilosos. En el lecho me acuerdo de ti y velando medito en ti, porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Toda mi vida te bendeciré, Señor, y alzaré las manos invocándote. Ant. 2. Cantad y exaltad a Dios eternamente. Cántico: TODA LA CREACIÓN ALABE AL SEÑOR - Dn 3, 57-88. 56 Creaturas todas del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Ángeles del Señor, bendecid al Señor; cielos, bendecid al Señor. Aguas del espacio, bendecid al Señor; ejércitos del Señor, bendecid al Señor. Sol y luna, bendecid al Señor; astros del cielo, bendecid al Señor. Lluvia y rocío, bendecid al Señor; vientos todos, bendecid al Señor. Fuego y calor, bendecid al Señor; fríos y heladas, bendecid al Señor. Rocíos y nevadas, bendecid al Señor; témpanos y hielos, bendecid al Señor. Escarchas y nieves, bendecid al Señor; noche y día, bendecid al Señor. Luz y tinieblas, bendecid al Señor; rayos y nubes, bendecid al Señor. Bendiga la tierra al Señor, ensálcelo con himnos por los siglos. Montes y cumbres, bendecid al Señor; cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor. Manantiales, bendecid al Señor; mares y ríos, bendecid al Señor. Cetáceos y peces, bendecid al Señor; aves del cielo, bendecid al Señor. Fieras y ganados, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Hijos de los hombres, bendecid al Señor; bendiga Israel al Señor. Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor; siervos del Señor, bendecid al Señor. Almas y espíritus justos, bendecid al Señor; santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, ensalcémoslo con himnos por los siglos. Bendito el Señor en la bóveda del cielo, alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. No se dice Gloria al Padre. Ant. Cantad y exaltad a Dios eternamente. Ant. 3. El Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. Salmo 149 - ALEGRÍA DE LOS SANTOS Cantad al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sión por su Rey. Alabad su nombre con danzas, cantadle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca y espadas de dos filos en las manos: para tomar venganza de los pueblos y aplicar el castigo a las naciones, sujetando a los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro. Ejecutar la sentencia dictada es un honor para todos sus fieles. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. El Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes. LECTURA BREVE Cf. Ne 8, 9. 10 Este día está consagrado al Señor vuestro Dios; no hagáis duelo ni lloréis. No estéis tristes: la alegría del Señor es vuestra fortaleza. RESPONSORIO BREVE V. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. V. Tú que fuiste triturado por nuestros crímenes. R. Ten piedad de nosotros. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Cristo, Hijo de Dios vivo, ten piedad de nosotros. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio; y, después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre. Cántico de Zacarías. EL MESÍAS Y SU PRECURSOR Lc 1, 68-79 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Fue llevado Jesús por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio; y, después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre. PRECES Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación; acudamos, pues, a nuestro Redentor que nos concede estos días de perdón, y, bendiciéndole, digamos: Infúndenos, Señor, un espíritu nuevo. Cristo, vida nuestra, tú que por el bautismo nos has sepultado místicamente contigo en la muerte, para que contigo también resucitemos, concédenos andar hoy en vida nueva. Señor Jesús, tú que pasaste por el mundo haciendo el bien, haz que también nosotros seamos solícitos del bien de todos los hombres. Ayúdanos, Señor, a trabajar concordes en la edificación de nuestra ciudad terrena, sin olvidar nunca tu reino eterno. Tú, Señor, que eres médico de los cuerpos y de las almas, sana las dolencias de nuestro espíritu para que crezcamos cada día en santidad. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Ya que la fuerza para no caer en la tentación nos viene de Dios, acudamos al Padre, diciendo: Padre nuestro... ORACIÓN Te pedimos, Señor todopoderoso, que las celebraciones y las penitencias de esta Cuaresma nos ayuden a progresar en el camino de nuestra conversión: así conoceremos mejor y viviremos con mayor plenitud las riquezas inagotables del misterio de Cristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. HORA TERCIA V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Himno: COMO EL FUEGO CALCINA Como el fuego calcina la madera reseca, cuando el pecado nos domina, Espíritu de Dios, purifícanos. Como el río derrama por la tierra sus aguas y hay flor y fruto en la rama, Espíritu de Dios, vivifícanos. Como tu fuerte viento hizo en el mar camino, cuando haya duda y desaliento, Espíritu de Dios, ayúdanos. Luz, Amor, Viento, Fuego, los caminos de éxodo enseña al hombre pobre y ciego. Espíritu de Dios, condúcenos. Amén. SALMODIA Ant. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas. Salmo 117 I - HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DE LA VICTORIA. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarón: eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor: eterna es su misericordia. En el peligro grité al Señor, y me escuchó, poniéndome a salvo. El Señor está conmigo: no temo; ¿qué podrá hacerme el hombre? El Señor está conmigo y me auxilia, veré la derrota de mis adversarios. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que confiar en los magnates. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 117 II Todos los pueblos me rodeaban, en el nombre del Señor los rechacé; me rodeaban cerrando el cerco, en el nombre del Señor los rechacé; me rodeaban como avispas, ardiendo como fuego en las zarzas, en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y empujaban para derribarme, pero el Señor me ayudó; el Señor es mi fuerza y mi energía, él es mi salvación. Escuchad: hay cantos de victoria en las tiendas de los justos: «La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa, la diestra del Señor es poderosa.» No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. Me castigó, me castigó el Señor, pero no me entregó a la muerte. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 117 III Abridme las puertas del triunfo, y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor; el Señor es Dios: él nos ilumina. Ordenad una procesión con ramos hasta los ángulos del altar. Tú eres mi Dios, te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Ant. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas. LECTURA BREVE 1Ts 4, 1. 7 Hermanos, os rogamos y exhortamos en Jesús, el Señor, a que viváis como conviene que viváis para agradar a Dios, según aprendisteis de nosotros -cosa que ya hacéis-, y a que hagáis nuevos progresos. Pues Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada. V. Señor, crea en mí un corazón puro. R. Renuévame por dentro con espíritu firme. ORACIÓN OREMOS, Te pedimos, Señor todopoderoso, que las celebraciones y las penitencias de esta Cuaresma nos ayuden a progresar en el camino de nuestra conversión: así conoceremos mejor y viviremos con mayor plenitud las riquezas inagotables del misterio de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén CONCLUSIÓN V. Bendigamos al Señor. R. Demos gracias a Dios. HORA SEXTA V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Himno: POR EL PECADO PRIMERO Por el pecado primero entró la muerte a la vida, y la muerte fue vencida por la vida del Cordero. El Padre lo hizo pecado para salvar al caído; el que nunca había sufrido se quiso crucificado. La humanidad pecadora está bien representada, mas la culpa fue lavada por la sangre redentora. Amén. SALMODIA Ant. «Por mi vida -dice el Señor-, no me complazco en la muerte del pecador, sino en que cambie de conducta y viva.» Salmo 122 - EL SEÑOR, ESPERANZA DEL PUEBLO A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo. Como están los ojos de los esclavos fijos en las manos de sus señores, como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora, así están nuestros ojos en el Señor, Dios nuestro, esperando su misericordia. Misericordia, Señor, misericordia, que estamos saciados de desprecios; nuestra alma está saciada del sarcasmo de los satisfechos, del desprecio de los orgullosos. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 123 - NUESTRO AUXILIO ES EL NOMBRE DEL SEÑOR Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte -que lo diga Israel-, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros. Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes. Bendito el Señor, que no nos entregó como presa a sus dientes; hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador: la trampa se rompió y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 124 - EL SEÑOR VELA POR SU PUEBLO. Los que confían en el Señor son como el monte Sión: no tiembla, está asentado para siempre. Jerusalén está rodeada de montañas, y el Señor rodea a su pueblo ahora y por siempre. No pesará el cetro de los malvados sobre el lote de los justos, no sea que los justos extiendan su mano a la maldad. Señor, concede bienes a los buenos, a los sinceros de corazón; y a los que se desvían por sendas tortuosas, que los rechace el Señor con los malhechores. ¡Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Ant. «Por mi vida -dice el Señor-, no me complazco en la muerte del pecador, sino en que cambie de conducta y viva.» LECTURA BREVE Is 30, 15. 18 Así dice el Señor, el Santo de Israel: «Vuestra salvación está en convertiros y en tener calma; vuestra fuerza está en confiar y estar tranquilos.» El Señor espera para apiadarse, aguarda para compadecerse; porque el Señor es un Dios recto: dichosos los que esperan en él. V. Aparta de mi pecado tu vista. R. Borra en mí toda culpa. ORACIÓN OREMOS, Te pedimos, Señor todopoderoso, que las celebraciones y las penitencias de esta Cuaresma nos ayuden a progresar en el camino de nuestra conversión: así conoceremos mejor y viviremos con mayor plenitud las riquezas inagotables del misterio de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén CONCLUSIÓN V. Bendigamos al Señor. R. Demos gracias a Dios. HORA NONA V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Himno: CADA TARDE SE NOS VAN LOS DÍAS Cada tarde se nos van los días, y cada tarde el tiempo pasa; se acaba nuestra vida cada tarde y miramos la muerte más cercana. Déjame todavía gozar el milagro de tu luz, de tu sol, de tus albas; déjame gozar el milagro de sentirme vivo y de nacer para ti cada mañana. Déjame, Señor, gozar de tu milagro al llegar una vez más la tarde mansa, porque tú eres el Dios de nuestras horas, el Dios oculto de nuestra esperanza. Amén. SALMODIA Ant. Acreditémonos ante Dios por nuestra constancia en las tribulaciones, por nuestra sed de ser justos. Salmo 125 - DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA. Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos.» El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Que el Señor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 126 - EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS. Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas. Es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde, los que coméis el pan de vuestros sudores: ¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen! La herencia que da el Señor son los hijos; una recompensa es el fruto de las entrañas: son saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba: no quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Salmo 127 - PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO ¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien; tu mujer, como una vid fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa: ésta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida; que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz a Israel! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Ant. Acreditémonos ante Dios por nuestra constancia en las tribulaciones, por nuestra sed de ser justos. LECTURA BREVE Dt 4, 29.31 Buscarás al Señor, tu Dios, y, si lo buscas con todo el corazón y con toda el alma, lo encontrarás. Al cabo de los años, cuando te cerquen y alcancen todas estas maldiciones, te convertirás al Señor, tu Dios, y escucharás su voz; porque el Señor, tu Dios, es un Dios compasivo; no te dejará ni te destruirá, ni se olvidará de la alianza que con juramento ofreció a vuestros padres. V. Mi sacrificio es un espíritu contrito. R. Un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. ORACIÓN OREMOS, Te pedimos, Señor todopoderoso, que las celebraciones y las penitencias de esta Cuaresma nos ayuden a progresar en el camino de nuestra conversión: así conoceremos mejor y viviremos con mayor plenitud las riquezas inagotables del misterio de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén CONCLUSIÓN V. Bendigamos al Señor. R. Demos gracias a Dios.  II VÍSPERAS Oración de la tarde V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Himno: OH BONDADOSO CREADOR. Oh bondadoso Creador, escucha la voz de nuestras súplicas y el llanto que, mientras dura el sacrosanto ayuno de estos cuarenta días, derramamos. A ti, que escrutas nuestros corazones y que conoces todas sus flaquezas, nos dirigimos para suplicarte la gracia celestial de tu indulgencia. Mucho ha sido, en verdad, lo que pecamos, pero estamos, al fin, arrepentidos, y te pedimos, por tu excelso nombre, que nos cures los males que sufrimos. Haz que, contigo ya reconciliados, podamos dominar a nuestros cuerpos, y, llenos de tu amor y de tu gracia, no pequen más los corazones nuestros. Oh Trinidad Santísima, concédenos, oh simplicísima Unidad, otórganos que los efectos de la penitencia de estos días nos sean provechosos. Amén. SALMODIA Ant. 1. Al Señor, tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto. Salmo 109, 1-5. 7 - EL MESÍAS, REY Y SACERDOTE. Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies.» Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora.» El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedec.» El Señor a tu derecha, el día de su ira, quebrantará a los reyes. En su camino beberá del torrente, por eso levantará la cabeza. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Al Señor, tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto. Ant. 2. Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación. Salmo 113 A - ISRAEL LIBRADO DE EGIPTO; LAS MARAVILLAS DEL ÉXODO. Cuando Israel salió de Egipto, los hijos de Jacob de un pueblo balbuciente, Judá fue su santuario, Israel fue su dominio. El mar, al verlos, huyó, el Jordán se echó atrás; los montes saltaron como carneros; las colinas, como corderos. ¿Qué te pasa, mar, que huyes, y a ti, Jordán, que te echas atrás? ¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros; colinas, que saltáis como corderos? En presencia del Señor se estremece la tierra, en presencia del Dios de Jacob; que transforma las peñas en estanques, el pedernal en manantiales de agua. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación. Ant. 3. Ya veis que subimos a Jerusalén, y todas las cosas que fueron escritas acerca del Hijo del hombre van a tener ya su cumplimiento. Cántico: PASIÓN VOLUNTARIA DE CRISTO, SIERVO DE DIOS 1Pe 2, 21b-24 Cristo padeció por nosotros, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas. El no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca; cuando le insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente. Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas nos han curado. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Ya veis que subimos a Jerusalén, y todas las cosas que fueron escritas acerca del Hijo del hombre van a tener ya su cumplimiento. LECTURA BREVE 1Co 9, 24-25 Los atletas que corren en el estadio corren todos, pero uno sólo consigue el premio. Corred como él, para conseguirlo. Todo atleta se impone moderación en todas sus cosas. Ellos lo hacen para alcanzar una corona que se marchita; nosotros una que no se ha de marchitar jamás. RESPONSORIO BREVE R. Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V. Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. V. Cristo, oye los ruegos de los que te suplicamos. R. Porque hemos pecado contra ti. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Escúchanos, Señor, y ten piedad, porque hemos pecado contra ti. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Vela sobre nosotros, Salvador eterno; sé tú nuestro protector, que no nos sorprenda el tentador astuto. Cántico de María. ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR Lc 1, 46-55 Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Vela sobre nosotros, Salvador eterno; sé tú nuestro protector, que no nos sorprenda el tentador astuto. PRECES Demos gloria y alabanza a Dios Padre que, por medio de su Hijo, la Palabra encarnada, nos hace renacer de un germen incorruptible y eterno, y supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de tu pueblo. Escucha, Dios de misericordia, la oración que te presentamos en favor de tu pueblo y concede a tus fieles desear tu palabra más que el alimento del cuerpo. Enséñanos a amar de verdad y sin discriminación a nuestros hermanos y a los hombres de todas las razas, y a trabajar por su bien y por la concordia mutua. Pon tus ojos en los catecúmenos que se preparan para el bautismo y haz de ellos piedras vivas y templo espiritual en tu honor. Tú que por la predicación de Jonás exhortaste a los ninivitas a la penitencia, haz que tu palabra llame a los pecadores a la conversión. Se pueden añadir algunas intenciones libres. Haz que los moribundos esperen confiadamente el encuentro con Cristo, su juez, y gocen eternamente de tu presencia. Unidos fraternalmente, dirijamos al Padre nuestra oración común: Padre nuestro... ORACIÓN Te pedimos, Señor todopoderoso, que las celebraciones y las penitencias de esta Cuaresma nos ayuden a progresar en el camino de nuestra conversión: así conoceremos mejor y viviremos con mayor plenitud las riquezas inagotables del misterio de Cristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. CONCLUSIÓN V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. COMPLETAS (Oración antes del descanso nocturno) INVOCACIÓN INICIAL V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos sinceramente nuestros pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor. V. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. R. Amén. Himno: TÚ, A QUIEN HE BUSCADO, SEÑOR Tú, a quien he buscado, Señor, en este día, a quien he escuchado, dame el reposo de esta noche. Tú, a quien he cantado, Señor, en este día, a quien he orado, dame el reposo de esta noche. Tú, a quien yo he negado, Señor, en este día, a quien he amado, dame el reposo de esta noche. Amén. SALMODIA Ant. Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno. Salmo 90 - A LA SOMBRA DEL OMNIPOTENTE. Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío. Dios mío, confío en ti.» Él te librará de la red del cazador, de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás: su brazo es escudo y armadura. No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía. Caerán a tu izquierda mil, diez mil a tu derecha; a ti no te alcanzará. Tan sólo abre tus ojos y verás la paga de los malvados, porque hiciste del Señor tu refugio, tomaste al Altísimo por defensa. No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda, porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos; te llevarán en sus palmas, para que tu pie no tropiece en la piedra; caminarás sobre áspides y víboras, pisotearás leones y dragones. «Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación, lo defenderé, lo glorificaré; lo saciaré de largos días, y le haré ver mi salvación.» Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Al amparo del Altísimo no temo el espanto nocturno. LECTURA BREVE Ap 22, 4-5 Verán el rostro del Señor, y tendrán su nombre en la frente. Y no habrá más noche, y no necesitarán luz de lámpara ni de sol, porque el Señor Dios alumbrará sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos. RESPONSORIO BREVE V. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. V. Tú, el Dios leal, nos librarás. R. Te encomiendo mi espíritu. V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. CÁNTICO EVANGÉLICO Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. CÁNTICO DE SIMEÓN Lc 2, 29-32 Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén Ant. Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y descansemos en paz. ORACIÓN OREMOS, Humildemente te pedimos, Señor, que después de haber celebrado en este día los misterios de la resurrección de tu Hijo, sin temor alguno, descansemos en tu paz, y mañana nos levantemos alegres para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Cristo nuestro Señor. Amén BENDICIÓN V. El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte. R. Amén. ANTÍFONA FINAL DE LA SANTÍSIMA VIRGEN Salve, Reina de los cielos y Señora de los ángeles; salve raíz, salve puerta, que dio paso a nuestra luz. Alégrate, virgen gloriosa, entre todas la más bella; salve, agraciada doncella, ruega a Cristo por nosotros.

Moniciones y Oración de los Fieles: Domingo de Cuaresma 
26 de febrero de 2012

Moniciones y Oración de los Fieles: Domingo de Cuaresma 
26 de febrero de 2012 Moniciones MONICIÓN DE ENTRADA Sean todos bienvenidos a la Eucaristía del Primer Domingo de Cuaresma. Vamos a recorrer juntos el tiempo fuerte que ya iniciamos el pasado miércoles con la imposición de la Ceniza. Hoy, Marcos con su habitual concisión y brevedad nos va mostrar el episodio de las tentaciones de Jesús en el desierto. Él, Dios verdadero y Hombre completo también fue tentado como lo somos nosotros, todos los días y a todas las horas. Decirles que la Palabra de Dios nos muestra –hoy y siempre—su fuerza para hablarnos de reconciliación, de paz, de amor. La cuaresma es tiempo de conversión, de vuelta a Dios, de mayor amor a los hermanos… y es lo que nos vamos a vivir durante las próximas semanas. Nos ponemos de pie para recibir al Celebrante y sus acompañantes. MONICIÓN SOBRE LAS LECTURAS 1.-Tras el diluvio, Dios pacta con Noé que no habrá otro diluvio y que la destrucción nunca mas alcanzará a la Tierra. Este episodio del Libro del Génesis que vamos a escuchar hoy es una parte más del plan universal de Dios para la salvación del género humano, lo cual llegará de forma plena con la encarnación de Jesús como hombre verdadero y Dios presente entre nosotros. Escuchemos. 2.- El apóstol Pedro, en su Primera Carta –que es nuestra segunda lectura de hoy—hace referencia, también, al pacto de Dios Padre con Noé y ve en las aguas purificadoras del diluvio un anticipo liberador del agua del bautismo. Todo ello es muestra de la misericordia y paciencia de Dios con sus criaturas y de la acción salvadora definitiva de Jesús Nazaret que, con su muerte, nos salvó a todos. Escuchemos 3.- Si hay algo común a todo hombre y en toda mujer es la tentación. Y sin embargo nos cuesta mucho aceptarlo. Todavía no nos damos cuenta que en las pruebas de la vida Dios está a nuestro lado. Él ha hecho con nosotros un compromiso, una Alianza, y Dios no puede fallar jamás. Por eso nos envía su Espíritu para que nos sostenga contra el poder del mal. Ese mismo Espíritu que ya habita dentro de nosotros desde el día de nuestro bautismo. San Marcos nos habla hoy en el Evangelio de todo eso. De las tentaciones de Jesús que son como las nuestras y de que el Espíritu le asistía, como a nosotros si le invocamos con fe. De pie para escuchar la proclamación del Santo Evangelio. I Domingo de Cuaresma 
26 de febrero de 2012 La oración de los fieles CELEBRANTE Padre, en este camino que empezamos el pasado Miércoles de Ceniza, es la humildad la principal virtud que hemos de adquirir. Así pues nuestra súplica hoy es: SEÑOR, HAZNOS MÁS HUMILDES. 1. – Por el Papa, los obispos y sacerdotes, para que siempre se dejen guiar por la humildad y sirvan de ejemplo a todos los que formamos la Iglesia. OREMOS MONITOR 2. – Por los dirigentes de las naciones para que no olviden que su principal misión es servir a su pueblo. OREMOS 3. – Por los que sufren por culpa de la enfermedad, el hambre o tienen necesidades económicas, para que desde la humildad sean satisfechas todas sus necesidades. OREMOS 4. – Por las familias para que siguiendo el ejemplo de Cristo vivan desde la humildad y el servicio en la caridad su presencia en el hogar. OREMOS 5. – Por la solución de los conflictos de violencias de todo tipo, para que desde el diálogo sincero y humildad verdadera lleguen a encontrar la paz tan ansiada por todos. OREMOS 6. – Por los niños no nacidos, por sus padres y demás familia para que sea acogido como don de Dios, por encima de cualquier otro problema o deseo. OREMOS 7.- Por las intenciones recibidas en la Obra Por Cristo....Mas, Mas, Mas, para que el Senor las atienda conforme a su santa voluntad. OREMOS 8 – Por todos los que en otros años anduvieron este camino cuaresmal entre nosotros y hoy ya no están aquí, para que sean acogidos en la casa del Padre y disfruten de la Gloria Eterna. OREMOS CELEBRANTE Señor, acompaña y alienta nuestra caminar durante esta Cuaresma para que su término podamos resucitar a la Vida nueva que nos aguarda, por Jesucristo nuestro Señor. Amen.

Lecturas del I Domingo de Cuaresma 
26 de febrero de 2012

Lecturas del I Domingo de Cuaresma 
26 de febrero de 2012 Lecturas PRIMERA LECTURA LECTURA DEL LIBRO DEL GÉNESIS 9, 8-15 Dios dijo a Noé y a sus hijos: -- Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganados y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra. Y Dios añadió: -- Esta es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive en vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi pacto con vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes. Palabra de Dios SALMO RESPONSORIAL SALMO 24 R.- TUS SENDAS, SEÑOR, SON MISERICORDIA Y LEALTAD PARA LOS QUE GUARDAN TU ALIANZA. Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.- Recuerda, Señor, que tu ternura y con tu misericordia son eternas. Acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor. R.- El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R.- SEGUNDA LECTURA LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PEDRO 3, 18-22 Queridos hermanos: Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conducirnos a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Con este Espíritu, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados que en un tiempo habían sido rebeldes, cuando la paciencia de Dios aguardaba en tiempos de Noé, mientras se construía el arca, en la que unos pocos --ocho personas-- se salvaron cruzando las aguas. Aquello fue un símbolo de bautismo que actualmente os salva: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro, que llegó al cielo, se le sometieron los ángeles, autoridades y poderes, y está a ala derecha de Dios. Palabra de Dios ACLAMACIÓN No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios EVANGELIO LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 12- 15 En aquel tiempo el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás, vivía entre alimañas y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: -- Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creer en el Evangelio. Palabra del Señor

HOMILIAS: I DOMINGO DE CUARESMA. 27 DE FEBRERO, 2012.

HOMILIAS: I DOMINGO DE CUARESMA. 27 DE FEBRERO, 2012. 1.- LLAMADA A LA CONVERSIÓN Y A LA FE Por José María Martín OSA 1.- Dios está a nuestro favor. En la primera lectura del libro del Génesis se hace una reflexión sobre la alianza. Noé se convierte en el padre de la humanidad con el mismo derecho que Adán: por eso Dios establece con él una alianza, lo mismo que lo había hecho con el primer hombre y le bendice de la misma manera que al antepasado primigenio. El signo de la alianza no es un mito acerca del origen del arco iris, sino una reflexión simbólica y poética acerca de la naturaleza. El arco iris, formado por los rayos del sol que atraviesan la bóveda celeste durante la lluvia, anuncia a los hombres el fin de la tormenta o la borrasca (símbolo de la ira divina) y la reaparición del sol (imagen de la misericordia de Dios). Todo esto son signos simbólicos del pacto de paz por parte de Dios de cara a toda la creación viviente. Tras la tormenta, todo se serena, el aire es más limpio y transparente. Se respira hondo y huele a tierra nueva. Parece como si todo comenzase otra vez. Como si nada hubiera ocurrido. Dios perdona, Dios bendice, y el alma siente una paz alegre y reposada. 2.- Dios salva. La Carta de Pedro recuerda que lo que ocurrió con Noé es un símbolo del Bautismo, que nos salva igual que el Arca salvó a Noé y a su familia. Del mismo modo que las demás alianzas selladas por Dios en la tradición sacerdotal, la iniciativa viene de Yahvé y solo Él se compromete; es una muestra de su bondad; tiene una repercusión cósmica y universal, del mismo modo que las alianzas con Adán, con Abraham y con Moisés. Cada una de estas alianzas está marcada por un signo: la bendición de Adán, la circuncisión de Abraham, la economía sabática de Moisés y el arco iris de Noé. 3.- Dios no nos deja solos en la tentación. El mismo Espíritu que descendió sobre Jesús en el bautismo, es el que lo conduce al desierto para que sea tentado. Marcos no se entretiene en darnos a conocer un número preciso de tentaciones y de victorias de Jesús en el desierto, pues entiende que se trata del comienzo de una lucha, de lo que se ocupará a lo largo de todo su evangelio. Fue tentado también en el Huerto de los Olivos y en la Cruz, pero venció. Las tentaciones en el desierto expresan la lucha decisiva de Jesús contra los poderes del mal. En este pasaje hay un contraste muy marcado: Jesús durante estos cuarenta días es tentado por Satanás; pero vive pacíficamente entre alimañas y servido por los ángeles. Es posible que se refleje aquí, antes de comenzar la vida pública, aquella situación originaria del Éxodo, en el que, durante cuarenta años, Israel fue sometido a todas las tentaciones y a la vez fue objeto de los beneficios de Dios. Así es también nuestra vida: somos tentados, pero nunca va a faltarnos la ayuda y la gracia de Dios para seguir luchando. 4.- “Convertíos y creed en el Evangelio”. El contenido del mensaje de Jesús se expresa programáticamente en estas palabras. Pasó el tiempo de la espera, se acerca el reinado de Dios; los que deseen participar de los bienes del reino, han de convertirse y creer la Buena Noticia. El advenimiento del reinado de Dios pone al hombre ante la decisión, pues ha de cambiar de mente y de corazón; que esto es hacer penitencia. Sin embargo se trata de un anuncio gozoso, de una buena noticia. La respuesta del hombre ha de ser un cambio gozoso, una salida al encuentro de Dios, que viene en Jesucristo, a liberarnos. 2.- LOS ÁNGELES SIGUEN PRESENTES Por Antonio García-Moreno 1.- EL ARCO IRIS.- El diluvio había desolado la tierra. Las aguas cayeron sin parar un momento. Poco a poco el nivel de los ríos y de los mares creció hasta borrar los perfiles geográficos de la tierra. Dios se había arrepentido de crear al hombre. La maldad humana había llegado a tal extremo, que el corazón del Creador se había llenado de tristeza. Pero Noé era bueno y Dios se fijó en él, y a él le confía la tragedia que se avecinaba: "Veo llegado el fin de toda la carne, porque la tierra está toda llena de iniquidad por causa de los hombres. He aquí que voy a exterminarlos a todos ellos juntamente con la tierra". Y la palabra de Dios se cumple, y todo animal viviente, todo hombre y toda planta se ahogan bajo las aguas del diluvio. Pero al final aquello pasó y nuevamente pacta Dios con el hombre. Ahora será Noé el que recibirá el perdón y la promesa. Una vez más, Dios se nos presenta incapaz de aniquilar para siempre al hombre sobre la tierra... Corazón de Dios, siempre dispuesto al perdón. Corazón de Dios, incapacitado para el rencor y para el odio. Haz que en medio de este mundo que se colma, también hoy, de pecados, haya muchos hombres como Noé, hombres justos y buenos que te ganen el corazón hasta conseguir tu perdón y tu paz. Una señal que indicará la benevolencia entrañable de Yahveh, un signo que recordará a los hombres la infinita misericordia del Señor, un símbolo cósmico que encerrará en sí el profundo amor de Dios para con los hombres. Y sobre los cielos, atravesando las nubes, el arco iris se extiende luminoso, ornando con su suave policromía de sol irisado el aire húmedo de la atmósfera. Dios promete a Noé no exterminar al hombre. Pacta con él una alianza de paz, comprometiéndose a no anegar nunca más la tierra con el torrente de sus aguas. Bajo palabra de Dios, el diluvio no volverá a inundar más a la tierra. Gracias, Señor, por tu misericordia, por tu promesa, por tu perdón. Y que, cuando el clamor de los pecados del hombre malo llegue a Ti, te fijes en los hombres que son justos y buenos en tu presencia, y no descargues la fuerza de tu brazo airado sobre este nuestro pobre y viejo, caduco mundo. Que nunca se repita una matanza a nivel cósmico, que esas amenazas de horrendas guerras bacteriológicas o atómicas se queden sólo en nubes grises de tormenta. Y que sobre ellas, finalmente, tu arco iris de paz y de perdón brille con su colorido suave de uno al otro confín de nuestro mar y en nuestra tierra. 2.- SECUNDAR AL ESPÍRITU.- Dice el Evangelio que el Espíritu Santo "empujó" a Jesús hacia el desierto. Otros traducen el original griego por "impulsó". De todas formas lo que hay que destacar es que el Espíritu Santo, la tercera Persona de la Santísima Trinidad, actúa en el principio de la vida pública de Cristo, lo mismo que actuó en la Encarnación del Hijo de Dios y actuará más tarde en Pentecostés, cuando la Iglesia empiece su decisiva singladura. Y lo mismo que María secundó con docilidad la acción del Espíritu con un "fíat", un hágase, sin condiciones, así se dejó llevar Jesús en el comienzo de su ministerio, y la Iglesia en los principios de su historia. El Espíritu Santo habita en nuestro interior, haciendo de nuestro cuerpo un templo sagrado. Él difunde en nuestros corazones el amor y la fe que nos hace exclamar llenos de esperanza: Abba, Padre. También nos impulsa a querer a todos los hombres como hermanos, nos empuja con mociones internas, con buenos propósitos, con nobles sugerencias... Ojalá seamos dóciles a sus entrañables llamadas y secundemos su acción con una entrega generosa y firme. Jesús se retira al desierto, al monte llamado de la Cuarentena. Región de vegetación escasa y tierra pedregosa, terreno desértico propio para alimañas. Lugar de silencio y de austeridad donde el Señor se prepara con el ayuno y la oración, para la más grande empresa jamás soñada, la salvación definitiva, íntegra y eterna del hombre. Su conducta, lo mismo que sus palabras, son una enseñanza que nos interpela a quienes le tenemos como Maestro, una llamada clara y urgente para que también nosotros vivamos estos cuarenta días de la Cuaresma en un clima de penitencia y de oración. Busquemos un rato cada día para retirarnos a la soledad íntima de nuestra alma, y escuchemos en silencio las palabras de Dios. Mortifiquemos también nuestros sentidos, cumpliendo con buen espíritu las prácticas penitenciales que la Iglesia nos señala. Dice el texto sagrado que después de aquellos días, los ángeles le servían. Aquí, lo mismo que en Getsemaní, los ángeles asisten al Señor. Son sus grandes colaboradores. Toda la vida de Jesús está caracterizada por la intervención angélica, sobre todo en los momentos difíciles, como son los de la infancia y los que precedieron y siguieron a la muerte de Jesús. Lo mismo ocurría en los primeros momentos de la Iglesia, según nos narran los Hechos de los Apóstoles. Hoy también los ángeles siguen presentes entre nosotros actuando en silencio y con eficacia. Contemos siempre con su asistencia, de modo particular en los momentos de dificultad, seguros de que no nos fallarán. 3.- EN EL DESIERTO, NUESTRA FE SE AUTENTIFICA Por Pedro Juan Díaz 1.- La primera parada de este tiempo de Cuaresma es el desierto. Es un lugar simbólico para nosotros, aunque para Jesús fue muy real. “Desierto” significa para nosotros lugar de retiro, de reflexión, de vernos interiormente y, fundamentalmente, de encontrarnos con Dios. Ese es nuestro objetivo, en esta Cuaresma y siempre. Queremos convertirnos, “volvernos a Dios”, encontrarnos con Él, para que nuestra fe se actualice y se haga más auténtica. Y en ese proceso estamos dentro de estos cuarenta días de “desierto” que la liturgia nos propone, para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. 2.- En dos versículos muy cortos, Marcos nos cuenta como fue la experiencia de Jesús en el desierto. No nos detalla las tentaciones (como hacen los otros evangelistas), sino que va al grano. Aparecen los ángeles, que sirven a Jesús, que le ayudan a sobrellevar esta situación. Aparece Satanás, poniendo a prueba a Jesús, para hacerlo dudar y que desista de su propósito de anunciar el Reino de Dios. Aparece Jesús, llevado por el Espíritu al desierto, dócil a Él, que se deja someter a esta prueba para purificar sus intenciones, para clarificar cual va a ser su Mesianismo. Y finalmente, aparece el protagonista principal: el Espíritu. El “causante” de toda esta situación. 3.- Jesús sufre las tentaciones de Satanás durante cuarenta días y en un lugar hostil, sin ninguna comodidad y viviendo entre las alimañas (animales feroces). Jesús es probado en todo, como cualquier ser humano, pero no cede ante la tentación, sino que es capaz de vencer al pecado. El Espíritu lleva a Jesús al desierto, pero no le deja solo. El Espíritu sostiene a Jesús en la tentación y también lo hará a lo largo de toda su vida, fortaleciéndole en su misión. Por eso para nosotros el desierto es lugar de reflexión y también de prueba, donde nos miramos interiormente y descubrimos nuestras debilidades, nuestras tentaciones, pero también descubrimos a Dios que nos sostiene y nos alienta para que salgamos adelante. 4.- En el desierto, nuestra fe se autentifica, se hace más fuerte, porque reconocemos a Dios que está a nuestro lado. Jesús, después de superar la prueba del desierto, “se marchó a Galilea a proclamar la Buena Noticia de Dios; decía: se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia”. Esa era su misión, para eso había venido, para decirnos que nos “volvamos a Dios”, que está más cerca de lo que nosotros nos imaginamos. 5.- Hace mucho tiempo, Dios se comprometió con las personas haciendo una alianza, un pacto. Y a Noé le dio una señal: “pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra”. El pacto consistía en que Dios cuidaría siempre de nosotros, a cambio de que nosotros cuidáramos de este mundo y de las personas que viven en él. Dios ha sido siempre fiel a este pacto, pero de nosotros no se puede decir lo mismo. Por eso necesitamos hacer “desierto” en nuestra vida, para volver a recuperar nuestra relación con Dios, para convertirnos y quitar de nuestro corazón todo aquello que nos impida cumplir ese pacto, esa alianza. 6.- Cuidar de este mundo y de las personas que lo habitamos es un gran compromiso. El proyecto del Reino de Dios también lo era para Jesús. Pero Jesús nos enseñó que sin compromiso, nuestra fe no es auténtica, que no podemos ser cristianos si ignoramos a las personas que viven a nuestro alrededor, si ignoramos lo que pasa en este mundo nuestro, que muchas veces es una calamidad, pero no tenemos otro. Esa es la gran tentación de nuestro mundo de hoy: vivir la fe de manera acomodada, sin ningún compromiso y sin ninguna acción que me saque de mi comodidad, que me complique la vida. La tentación que sufrimos hoy es que nos olvidemos de ese pacto que Dios hizo con nosotros. Pero cada vez que sale el sol y Dios saca su arcoíris, nos lo está recordando. 7.- El compromiso de Jesús con las personas terminó en Cruz. San Pedro nos dice en la segunda lectura que “Cristo murió por los pecados una vez para siempre… para conducirnos a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida”. El día de nuestro bautismo nos unimos a este mismo destino de Jesús. Las mismas aguas que destruyeron la tierra, nos purifican a nosotros y nos recuerdan que tenemos una responsabilidad con el mundo en el que vivimos y con las personas que lo habitan, especialmente con aquellas que viven “crucificadas” por cualquier motivo. 8.- La Cuaresma es un camino en el que cada día nos vamos acercando más a Dios, nos volvemos a Él, nos convertimos a Él. Nuestra fe se purifica en el desierto, se hace más auténtica. Hoy la palabra de Dios nos recuerda que no hay fe auténtica sin compromiso a favor de las personas y de nuestro mundo. Aprovechemos la Eucaristía de este primer domingo de Cuaresma para ponernos en actitud de conversión. Jesús, muerto y resucitado, nos llama a un pacto nuevo, una alianza nueva. Él nos ha obtenido la salvación, la vida para siempre. Nosotros, agradecidos, celebramos la Eucaristía cada domingo y anunciamos con nuestra vida que Dios está vivo y que ama profundamente a nuestro mundo y a las personas que en él vivimos. Porque hace salir el sol cada día y pone su arcoíris para recordarnos su cercanía.