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lunes, 20 de febrero de 2012
Evangelio del Miércoles de Ceniza. Tiempo de Cuaresma. Ciclo B. 22 de Febrero, 2012.
Evangelio del Miércoles de Ceniza. Tiempo de Cuaresma. Ciclo B. 22 de Febrero, 2012.
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 1-6. 16-18)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Comenzamos el tiempo de cuaresma. En algunos templos católicos tal vez habrá largas colas para recibir la imposición de la ceniza en la frente. Tal vez para muchas personas sea la única ocasión en que se asiste a una ceremonia religiosa que, en la mayoría de los casos, solo dura unos minutos y se reduce a una jaculatoria. Para otros puede ser un motivo de superstición o de costumbre tradicional de familia o de ambiente social. ¿Para ti que significa este “signo externo”? Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios. Pareciera que para Jesús, según el evangelio de Mateo, los signos externos no tienen ningún sentido si no nacen del corazón, de una “recta intención”, de una auténtica actitud de conversión, de un compromiso real con el Reino de Dios. La limosna, la oración y el ayuno deben estar íntimamente conectados con un compromiso de vida que contribuya a transformar el ambiente en que vivimos. La solidaridad, la justicia, la honradez y la apuesta por la paz son la expresión de una auténtica conversión que nace de lo profundo del ser humano.
En todo caso, tradicionalmente ha sido considerado, dentro del año litúrgico, «un tiempo fuerte», junto con el Adviento y el tiempo pascual. Un tiempo con su peculiaridad propia, su sentido de preparación de la Pascua, centro del año litúrgico.
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