Buscar este blog

domingo, 19 de febrero de 2012

Evangelio del Lunes VII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 20 de Febrero, 2012.

Evangelio del Lunes VII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 20 de Febrero, 2012. Lectura del Santo Evangelio, según San Marcos 9,14-29 Gloria a ti, Senor En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: "¿De qué discutís?" Uno le contestó: "Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces." Él les contestó: "¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo." Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?" Contestó él: "Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos." Jesús replicó: "¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe." Entonces el padre del muchacho gritó: "Tengo fe, pero dudo; ayúdame." Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él." Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie. Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: "¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?" Él les respondió: "Esta especie sólo puede salir con oración." Palabra del Senor Gloria a Ti, Senor Jesús Comentario: La tentación más frecuente de las personas religiosas es la falta de fe. El evangelio nos habla de la falta de fe en la fuerza del evangelio que afecta a los escribas y a los discípulos de Jesús. Para los letrados o escribas, que eran profesionales de la interpretación jurídica de la Biblia, la fe se confunde con mucha frecuencia con la coherencia teórica de sus doctrinas. Bastaba con que sus interpretaciones de la Ley se mantuvieran dentro de los límites fijados por sus maestros para darse por bien servidos. Los discípulos de Jesús se contentaban con intentar cambiar las cosas, pero sin comprometerse realmente. Lo que Jesús propone es que hagamos de la fe una fuerza capaz de cambiar la realidad; en particular la realidad de la miseria, opresión y enfermedad que con frecuencia cerca la vida de las personas y les impide vivir en plenitud, como “Dios manda”. – Nosotros vivimos hoy en medio de una realidad desesperanzadora donde la lógica del lucro incesante parece encarnizarse en el agotamiento de los recursos del planeta y en la distribución no equitativa de las riquezas. Frente a ese aire de resignación pasiva, Jesús nos empuja a hacer de nuestra fe una fuerza de transformación.

No hay comentarios: