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lunes, 20 de febrero de 2012

Ordinario de la Misa: Martes VII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 21 de Febrero, 2012

Ordinario de la Misa: Martes VII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 21 de Febrero, 2012 San Pedro Damián, obispo y doctor de la Iglesia Memoria Señor Dios, tú eres mi auxilio Antífona de Entrada El Señor lo ha llenado del espíritu de sabiduría e inteligencia, ha abierto sus labios en medio de la asamblea y lo ha revestido de gloria. Oración Colecta Oremos: Concédenos, Dios todopoderoso, seguir las enseñanzas y los ejemplos de san Pedro Damián, para que, prefiriendo en todo a Cristo y esforzándonos siempre por servir a tu Iglesia, logremos alcanzar la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.   Primera Lectura Lectura de la carta del apóstol Santiago (4, 1-10) Hermanos míos: ¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es, acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes? Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es porque piden mal, para derrocharlo en placeres. Gente infiel, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, quien decide ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios. No piensen que la Escritura dice en vano: Dios ama celosamente a nuestro espíritu y nos da su gracia con generosidad. Por eso dice también la Escritura: Dios aborrece a los soberbios y concede su gracia a los humildes. Por consiguiente, sométanse a Dios; resistan al diablo y se alejará de ustedes. Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Que los pecadores se purifiquen las manos y se decidan por Dios los indecisos. Comiencen ya a lamentar y a llorar su miseria. Que su risa se convierta en llanto y su alegría en tristeza. Humíllense ante el Señor y él los enaltecerá. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.   Salmo Responsorial Salmo 54 Descarga en el Señor lo que te agobia. En la angustia me dije: “Si tuviera, como la paloma, alas, yo me iría volando por el desierto,para poder vivir libre de intrigas. Descarga en el Señor lo que te agobia. A salvo me pondría del viento huracanado, de las voces que dan mis enemigos y de sus opresiones”. Descarga en el Señor lo que te agobia. Sólo veo en la ciudad violencias y discordias, que de día y de noche por sus murallas rondan. Descarga en el Señor lo que te agobia. Descarga en el Señor lo que te agobia y él te aliviará. La derrota del justo para siempre jamás permitirá. Descarga en el Señor lo que te agobia.   Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo. Aleluya.   Evangelio † Lectura del santo Evangelio según san Marcos (9, 30-37) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará”. Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: “¿De qué discutían por el camino?” Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”. Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario:  Todos los seres humanos queremos tener el control de todo y de todos. El evangelio de hoy nos muestra cómo estos pensamientos que exaltan las ideologías de turno bajo la promesa del éxito, de la riqueza y del poder ilimitado son exclusivamente fantasías peligrosas que, con facilidad, se transforman en pesadillas de horror, miseria y sufrimiento. La conciencia humana sólo madura cuando alcanza el amor universal y desinteresado, es decir, la capacidad de servir incondicionalmente. El servicio prestado como cumplimiento de un deber moral o laboral es una tenue expresión de vocación más honda de la humanidad. El servicio prestado por amor, aun en las más extremas condiciones de carencia o de limitación, es expresión de esa madurez humana a la que Dios nos llama. Para servir no necesitamos el poder, entendido como riqueza, prestigio o control sobre los demás. Para servir necesitamos la escuela de sabiduría con la que Jesús nos forma como sus discípulos, amigos y hermanos. Jesús es plenamente consciente de que la misión que él mismo se ha propuesto realizar por amor a Dios desbordará los límites de su existencia y deberá continuarse por todas las personas que lo siguen con la fuerza del Espíritu de amor. Oración sobre las Ofrendas Que te sea grato, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte en la fiesta de san Pedro Damián, cuyas enseñanzas y ejemplo nos mueven a alabarte con todo nuestro ser. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.   Prefacio de los santos Pastores Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de san Pedro Damián, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión. Por eso, con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo…   Antífona de la Comunión Este es el siervo fiel y sensato a quien su señor ha puesto al frente de su familia, para darles la ración de trigo a su tiempo. Oración después de la Comunión Oremos: A quienes nos has alimentado con el Cuerpo de Cristo, ilumínanos, Señor, con sus enseñanzas, para que en la festividad de san Pedro Damián aprendamos tu verdad e imitemos tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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