Buscar este blog

lunes, 25 de abril de 2011

Evangelio del Martes Octava de Pascua. Ciclo A.26 de abril 2011

Evangelio del Martes Octava de Pascua. Tiempo de Pascua. Ciclo A. 26 de abril 2011.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (20, 11-18)
Gloria a ti, Señor.

El día de la resurrección, María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron:
“¿Por qué estás llorando, mujer?” Ella les contestó:
“Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto”.
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo: “Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?” Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió:
“Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto”.
Jesús le dijo: “¡María!” Ella se volvió y exclamó: “¡Rabuní!”, que en hebreo significa ‘maestro’. Jesús le dijo:
“Déjame ya, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos:
‘Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios’ ”.
María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que había visto al Señor y para darles su mensaje.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexion:

Jesús resucitado se encuentra con María Magdalena, figura de la comunidad, como la esposa del Cantar de los Cantares. En el huerto-jardín se encuentra la nueva pareja que comienza la nueva humanidad. El relato comienza con el llanto de María y su diálogo con los ángeles (20,11-13); en el centro de la escena se describe el encuentro con Jesús, el reconocimiento y su encargo a María (20,14-17) y termina con el cumplimiento del encargo (20,18). Jesús y María Magdalena tienen un encuentro que se transforma en misión. Jesús está vivo y presente entre los suyos, primicias de la nueva creación, destinada a toda la humanidad. Existe una vida nueva, ya presente, pero en tensión hacia el futuro. Existe ya el reino de Dios, pero ha de crecer hasta su estadio final, en que culminará la realidad que se ha vivido y preparado. Están realizados los desposorios, pero la unión definitiva queda en futuro, cuando los discípulos hayan recorrido el camino de Jesús. Cada uno de nosotros somos hoy María Magdalena, en encuentro pleno con Jesús y enviados a anunciar su mensaje a los hermanos

No hay comentarios: