Buscar este blog

martes, 27 de noviembre de 2012

Ordinario de la Misa: XXXIV Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Miercoles 28 de noviembre, 2012

Ordinario de la Misa: XXXIV Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Miercoles 28 de noviembre, 2012 Señor, tus obras son maravillosas Feria de la 34a. semana del Tiempo Ordinario Cantemos al Señor un canto Nuevo Antífona de Entrada Acuérdate, Señor de tu alianza; no olvides por más tiempo la suerte de tus pobres. Levántate, Señor, a defender tu causa; no olvides las voces de los que te buscan. Oración Colecta Oremos: Dios eterno y todopoderoso a quien confiadamente podemos llamar ya Padre nuestro, haz crecer en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que podamos gozar, después de esta vida, de la herencia que nos has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén. Primera Lectura Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (15, 1-4) Yo, Juan, tuve una visión: Vi en el cielo otra gran señal maravillosa: Eran siete ángeles, portadores de las últimas siete plagas, con las cuales Dios pondrá fin a su cólera. Vi también una especie de mar de cristal, mezclado con fuego; y los vencedores de la bestia, de su estatua y del número simbólico de su nombre, estaban de pie junto al mar de cristal, con las cítaras que Dios les había dado, y cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: “Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios todopoderoso; justo y verdadero tu proceder, rey de las naciones. ¿Quién no te respetará, Señor? ¿Quién no te alabará? Ya que sólo tú eres santo, y todas las naciones vendrán a adorarte, porque tus justas sentencias han quedado patentes”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo Responsorial Salmo 97 Señor, tus obras son maravillosas. Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. Señor, tus obras son maravillosas. El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. Señor, tus obras son maravillosas. Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten de alegría. Señor, tus obras son maravillosas. Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. Señor, tus obras son maravillosas. Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor. Aleluya. Evangelio † Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 12-19) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí. Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes. Los traicionarán hasta sus padres y hermanos, sus parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: La crítica que Jesús dirige contra el Templo de Jerusalén, contra las familias que controlan el sacerdocio de ese templo y contra la peligrosa connivencia entre las autoridades locales y los invasores romanos, se vuelve peligrosa, no sólo para él sino para el grupo que le sigue. En pocos meses se desataría una persecución que habría de prolongarse durante varios siglos más. Ante esta perspectiva, el evangelista recuerda que ese riesgo es un elemento constitutivo del evangelio. No se puede pretender cambiar el mundo, sin que al mismo tiempo ese mundo se vuelva en contra. El mérito del cristianismo, en sus primeros siglos de existencia, fue el de servir de levadura que transformó la situación de millones de personas marginadas; el gran riesgo que corrió fue el de asimilarse a la cultura dominante y terminar siendo parte de lo que quería cambiar. Dicen que hasta la mejor hacha es domesticada por el bosque que pretende cortar, es decir, que el filo con el que comienza ya no lo conserva con el paso del tiempo. – Una buena alternativa para el cristianismo es dejar que Jesús nos dé nuevamente la prudencia y la elocuencia de su Palabra. Volver una y otra vez a la fuente, cuando sintamos que el filo de la espada de la fe ya no llega hasta la médula de la cultura que queremos cambiar. Oración sobre las Ofrendas Acepta, Señor, con bondad, estos dones que has puesto en manos de tu Iglesia, y con tu poder conviértelos en el sacramento de nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Prefacio Común VII Cristo, huésped y peregrino en medio de nosotros. El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo darte gracias, Señor, Padre santo, Dios de la alianza y de la paz. Porque tú llamaste a Abraham y le mandaste salir de su tierra, para constituirlo padre de todas las naciones. Tú suscitaste a Moisés para librar a tu pueblo y guiarlo a la tierra de promisión. Tú, en la etapa final de la historia, has enviado a tu Hijo, como huésped y peregrino en medio de nosotros, para redimirnos del pecado y de la muerte; y has derramado el Espíritu, para hacer de todas las naciones un solo pueblo nuevo, que tiene como meta, tu reino, como estado, la libertad de tus hijos, como ley, el precepto del amor. Por estos dones de tu benevolencia, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos con gozo el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo… Antífona de la Comunión Alaba, Jerusalén, al Señor, porque te alimenta con lo mejor de su trigo. Oración después de la Comunión Oremos: Que la recepción de esta Eucaristía nos confirme, Señor, en tu amor y nos ayude a conseguir la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Fuentes: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org

No hay comentarios: