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domingo, 12 de septiembre de 2010

Lecturas del Lunes XXIV Semana Tiempo Ordinario. Ciclo C. 13 de septiembre 2010

Primera Lectura
Lectura de la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 11, 17-26. 33
Si os dividís en bandos, os resulta imposible comer la cena del Señor
Hermanos: Al recomendaros esto, no puedo aprobar que vuestras reuniones causen más daño que provecho.
En primer lugar, he oído que cuando se reúne vuestra Iglesia os dividís en bandos; y en parte lo creo, porque hasta partidos tiene que haber entre vosotros, para que se vea quiénes resisten a la prueba.
Así, cuando os reunís en comunidad, os resulta imposible comer la cena del Señor, pues cada uno se adelanta a comerse su propia cena y, mientras uno pasa hambre, el otro está borracho. ¿No tenéis casas donde comer y beber? ¿O tenéis en tan poco a la Iglesia de Dios que humilláis a los pobres? ¿Qué queréis que os diga? ¿Que os apruebe? En esto no os apruebo.
Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía."
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía."
Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva. Así que, hermanos míos, cuando os reunís para comer, esperaos unos a otros.
Palabra de Dios
Te Alabamos Señor
Salmo responsorial: 39
Proclamad la muerte del Señor, hasta que vuelva.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, / y, en cambio, me abriste el oído; / no pides sacrificio expiatorio, / entonces yo digo: "Aquí estoy." R.
"-Como está escrito en mi libro- / para hacer tu voluntad." / Dios mío, lo quiero, / y llevo tu ley en las entrañas. R.
He proclamado tu salvación / ante la gran asamblea; / no he cerrado los labios: / Señor, tú lo sabes. R.
Alégrense y gocen contigo / todos los que te buscan; / digan siempre: "Grande es el Señor" / los que desean tu salvación. R.
Lectura del Santo Evanglio según San Lucas 7, 1-10
Gloria a Ti Señor
Ni en Israel he encontrado tanta fe
En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en Cafarnaum. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos para rogarle que fuera a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente: "Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha construido la sinagoga". Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: "Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace". Al oír esto, Jesús se admiró de él, y, volviéndose a la gente que lo seguía dijo: "Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe". Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
Palabra del Señor
Gloria a Ti Señor Jesús
Reflexión:
El Evangelio de este día nos exhorta a una cosa en concreto: a vivir la fe desde la experiencia en Jesús. Un centurión romano oyó hablar de Jesús y al ver la situación en que se encontraba su criado lo manda a llamar. La fe intensa que demuestra el centurión, siendo una persona “no religiosa”, pero que seguramente simpatizaba con el judaísmo, nos manifiesta la profunda experiencia que debe haber tenido de Dios a pesar de su condición. Y esa misma experiencia hace que ocurra algo insólito: ‘el centurión pide a unos judíos “notables” que rogasen a Jesús para que sanara a su servidor’. Esto no se ve en ningún otro pasaje. El mismo Jesús se sorprende y exclama: ¡Una fe semejante no la he encontrado ni en Israel! La fe profunda de este centurión debe llamarnos la atención y preguntarnos: ¿Cómo estoy viviendo mi fe y compromiso frente a la necesidad del otro?
La Iglesia celebra a un gran santo en este día: San Juan Crisóstomo. Crisóstomo significa “Boca de Oro”, porque sus predicaciones eran admiradas por sus oyentes. Es considerado el orador más famoso que ha tenido la Iglesia. Pidamos al Señor que nos siga enviando muchos predicadores como él.

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