= Miercoles 24 de Noviembre, 2010
San Andrés Dung-Lac, presbítero y compañeros mártires
Memoria
Señor, tus obras son maravillosas
Antífona de Entrada
No permita Dios que yo me gloríe en algo que no sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, pues la cruz es fuerza de Dios para los que vamos por el camino de la salvación.
Oración Colecta
Oremos:
Dios y Padre nuestro, fuente y origen de toda paternidad, que a los bienaventurados mártires Andrés y sus compañeros les concediste ser fieles a la cruz de tu Hijo, por su intercesión te pedimos que también nosotros propaguemos tu amor entre nuestros hermanos y seamos dignos de contarnos entre tus hijos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del
Apocalipsis del apóstol san
Juan (15, 1-4)
Yo, Juan, tuve una visión:
Vi en el cielo otra gran señal maravillosa: Eran siete ángeles, portadores de las últimas siete plagas, con las cuales Dios pondrá fin a su cólera.
Vi también una especie de mar de cristal, mezclado con fuego; y los vencedores de la bestia, de su estatua y del número simbólico de su nombre, estaban de pie junto al mar de cristal, con las cítaras que Dios les había dado, y cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:
“Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios todopoderoso; justo y verdadero tu proceder, rey de las naciones. ¿Quién no te respetará, Señor? ¿Quién no te alabará? Ya que sólo tú eres santo, y todas las naciones vendrán a adorarte, porque tus justas sentencias han quedado patentes”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 97
Señor, tus obras
son maravillosas.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.
Señor, tus obras
son maravillosas.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
Señor, tus obras
son maravillosas.
Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten de alegría.
Señor, tus obras
son maravillosas.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
Señor, tus obras
son maravillosas.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (21, 12-19)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus padres y hermanos, sus parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
El evangelio del día de hoy presenta las consecuencias que trae consigo el vivir con fe, esperanza y radicalidad los valores del reino de Dios en medio de una sociedad que tiene como principio de vida la búsqueda del poder personal antes que la solidaridad y la fraternidad. La persecución, el enfrentamiento con las fuerzas del poder y el martirio son realidades que todo discípulo y toda comunidad creyente deben asumir por causa de instaurar un nuevo orden de relaciones en el que el respeto por la vida y la dignidad del ser humano y de la naturaleza, la búsqueda de la justicia social, la solidaridad y la fraternidad entre los pueblos son fundamentos esenciales. Este ambiente hostil en el que va creciendo la comunidad de testigos y seguidores de Jesús, como aquella semilla de mostaza, es propicio para que todos los creyentes en la esperanza den testimonio del Dios de la Vida, resistiendo a toda calumnia, a toda forma de muerte. Este texto que hemos leído hoy se actualiza en todos aquéllos que de diversas maneras desgastan con fidelidad su vida en la construcción de experiencias alternativas de comunidad; en todos aquéllos que en nombre del Evangelio defienden la vida.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Padre santo, los dones que te presentamos al venerar la pasión de los santos mártires vietnamitas y concédenos que, en medio de las adversidades de esta vida permanezcamos siempre fieles a ti y nos convirtamos en ofrendas agradables a tus ojos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los Santos
Mártires
Testimonio y ejemplo de los
mártires
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Porque la sangre de los gloriosos mártires Andrés Dung-Lac y compañeros, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Dichosos los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Fortalecidos con esta Eucaristía, te suplicamos, Señor, al conmemorar a tus santos mártires, que permanezcamos unidos en tu amor y podamos conseguir el premio eterno de nuestros sufrimientos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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