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jueves, 9 de febrero de 2012

Ordinario de la Misa: Viernes V Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 10 de Febrero, 2012

Ordinario de la Misa: Viernes V Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 10 de Febrero, 2012 Santa Escolástica, virgen Memoria Abre, Señor, nuestros corazones Antífona de Entrada Como las vírgenes prudentes, santa Escolástica, conserva su lámpara encendida para salir al encuentro de Cristo. Oración Colecta Oremos: Al celebrar la fiesta de santa Escolástica, te pedimos, Señor, que, a imitación suya, aprendamos a servirte con un amor infatigable y a disfrutar profundamente tu amistad. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. Primera Lectura Lectura del primer libro de los Reyes (11, 29-32; 12, 19) En aquel tiempo, Jeroboam, siervo de Salomón, salió de Jerusalén y se encontró por el camino al profeta Ajías, de Siló, que llevaba puesto un manto nuevo. Estaban los dos solos en el campo. Ajías tomó su manto, lo rasgó en doce pedazos y le dijo a Jeroboam: “Toma diez pedazos, pues el Señor, Dios de Israel, te manda decir: ‘Voy a desgarrar el reino de Salomón. A ti te daré diez tribus, y a Salomón solamente le dejaré una en consideración a David, mi siervo, y a Jerusalén, la ciudad que elegí entre todas las tribus de Israel’ ”. Y desde entonces hasta el día de hoy, Israel se separó de la casa de David. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo Responsorial Salmo 80 Israel, yo soy tu Dios: cumple mis mandatos. No tendrás otro Dios fuera de mí, ni adorarás a dioses extranjeros. Pues yo, el Señor, soy el Dios tuyo, el que te sacó de Egipto, tu destierro. Israel, yo soy tu Dios: cumple mis mandatos. Pero Israel no oyó mi voz y mi pueblo no quiso obedecerme. Los entregué, por eso, a sus caprichos y los dejé vivir como quisiesen. Israel, yo soy tu Dios: cumple mis mandatos. ¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel con mis mandatos! Yo, al punto, humillaría a sus enemigos y sentirían mi mano sus contrarios. Israel, yo soy tu Dios: cumple mis mandatos. Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras de tu Hijo. Aleluya. Evangelio † Lectura del santo Evangelio según san Marcos (7, 31-37) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. El lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: “¡Effetá!” (que quiere decir “¡Abrete!”). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad. El les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: “¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: La persona sorda se aísla, se convierte en una isla y pierde capacidad de contacto con los demás, porque termina confinada en su propio mundo. La propuesta de Jesús es tomar el camino contrario, es decir, romper el aislamiento y abrirse a los demás, aun en medio de las limitaciones. La palabra aramea “éffatá” representa esa experiencia de apertura y de escucha del otro por medios que trascienden la audición física. Hoy podemos releer esa experiencia del evangelio al reconocer que el estruendoso ritmo de la sociedad de consumo no nos deja tiempo para nosotros mismos, para la espiritualidad y para Dios. Ya no escuchamos ni nuestra propia voz. Necesitamos la mano de Jesús que sintonice nuestros oídos con la onda de la sabiduría del evangelio y desate nuestra lengua para proclamar su mensaje en medio del ruido cotidiano. Tenemos que dejar que Jesús nos destape los oídos para escuchar la voz de Dios allí donde antes sólo habitaban las voces del consumo y del egoísmo. Nuestra lengua puede dejar de repetir los clichés publicitarios para comenzar a comunicar una voz de consuelo, esperanza y reconciliación. Bajémosle el volumen al televisor y subámosle el volumen a la vida, y sobre todo a la Palabra de Dios. Oración sobre las Ofrendas Acepta, Señor, los dones que te presentamos, en reconocimiento de las maravillas realizadas por tu amor en la vida de santa Escolástica, virgen, y haz que nuestro sacrificio de alabanza sea grato a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Prefacio de Santas Vírgenes y Santos Religiosos La vida consagrada a Dios es un signo del Reino de los cielos El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario que te alaben, Señor, tus criaturas del cielo y de la tierra. Porque al celebrar a los santos que por amor al Reino de los cielos se consagraron a Cristo, reconocemos tu Providencia admirable, que no cesa de llamar al hombre a la santidad primera, para hacerlo participar ya desde ahora de la vida que gozará en el cielo,por Cristo nuestro Señor. Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo... Antífona de la Comunión Ya viene el esposo; salgamos al encuentro de Cristo, el Señor. Oración después de la Comunión Oremos: Señor, que este sacramento fortalezca en nosotros tu amor, para que aceptemos los sufrimientos de nuestra vida como una forma de participar en la pasión de Cristo y nos esforcemos por vivir unidos a ti, a ejemplo de santa Escolástica, virgen. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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