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martes, 17 de abril de 2012

Evangelio del Miercoles II Semana de Pascua. Ciclo B. 18 de Abril, 2012

Evangelio del Miercoles II Semana de Pascua. Ciclo B. 18 de Abril, 2012
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (3, 16-21)
Gloria a ti, Señor.
“Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el Hijo único
de Dios.
La causa de la condenación es ésta:
habiendo venido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para que sus obras no se descubran.
En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:

En muchas ocasiones se ha comprendido la propuesta del amor cristiano simplemente como un conjunto de principios éticos, que nos permiten vivir en comunidad, como un discurso emotivo que impacta en los corazones de algunos “ingenuos” creyentes; y no se ha asumido como un proyecto de vida, que exige la conversión radical y la entrega total de la vida en beneficio de los más débiles de la sociedad. El Amor, eje central del evangelio de san Juan, es el acto que mejor define la voluntad de Dios frente a la humanidad; es la mejor manera de expresar la total cercanía de Dios al ser humano, que se concreta definitivamente en la Encarnación y en la entrega de su Hijo en la Cruz, con el único fin de que la humanidad tenga vida en abundancia. Dios es amor y su profundo deseo es salvar a la humanidad a través de su Hijo, quien es la luz del mundo. La salvación a la que se refiere Juan consiste en acoger las acciones de la “luz” y rechazar las “tinieblas”, símbolo del pecado. – Los que hemos asumido como proyecto de vida el amor cristiano tenemos la obligación de ser testigos de la luz, por medio de la solidaridad y la fraternidad.
Fuente: www.lecturadeldia.com; www.serrvicioskoinonia.otg

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