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jueves, 19 de abril de 2012

Evangelio del Viernes II Semana de Pascua. Ciclo B. 20 de Abril, 2012

Evangelio del Viernes II Semana de Pascua. Ciclo B. 20 de Abril, 2012
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 1-15)
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberiades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto las señales milagrosas que hacía curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente lo
seguía, le dijo a Felipe:
“¿Cómo compraremos pan para que coman éstos?”
Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo que iba a hacer.
Felipe le respondió:
“Ni doscientos denarios de pan bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan”. Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: “Aquí hay un muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?”
Jesús le respondió:
“Díganle a la gente que se siente”. En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí; y tan sólo los hombres eran unos cinco mil. Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien”.
Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco panes llenaron doce canastos.
Entonces la gente, al ver la señal milagrosa que Jesús había hecho, decía:
“Este es, en verdad, el profeta que habría de venir al mundo”. Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, él solo.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:

A través del “signo” de la multiplicación de los panes se evidencia el sistema económico que rige a la comunidad judía del momento, caracterizada especialmente por el binomio “compra-venta”, donde “comprar” significa obtener el bien necesario para la vida, a cambio de dinero. Este sistema crea una fuerte dependencia, ya que la vida, expresada en el alimento, no está directamente al alcance del ser humano, sino que está mediada por ciertos individuos que acaparan el poder. Jesús no asume esta estructura económica, y, como respuesta a la necesidad que se presenta, enseña a sus discípulos una manera nueva de relacionarse con los bienes que se poseen. Felipe simboliza la impotencia de los pobres, pues ni con medio año de jornal se puede dar de comer a tanta gente. Andrés presenta a Jesús una alternativa diferente al comprar, pero se da cuenta de que, aunque haya un muchacho dispuesto a compartir lo que tiene, no es suficiente para cambiar la realidad; el sistema es más fuerte y es casi imposible independizarse de él. Sin embargo, el milagro comienza cuando se comparte lo poco que se tiene, cuando comprendemos que los

Fuentes: www.lecturasdiaria.com; www.servicioskoinonia.org

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