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viernes, 20 de abril de 2012

Evangelio del Sábado II Semana de Pascua. Ciclo B. 21 de Abril, 2012

Evangelio del Sábado II Semana de Pascua. Ciclo B. 21 de Abril, 2012
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 16-21)
Gloria a ti, Señor.

Al atardecer del día de la multiplicación de los panes, los discípulos de Jesús bajaron al lago, se embarcaron y empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Ya había caído la noche y Jesús todavía no los había alcanzado. Soplaba un viento fuerte y las aguas del lago se iban encrespando.
Cuando habían avanzado unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús caminando sobre las aguas, acercándose a la barca,y se asustaron. Pero él les dijo: “Soy yo, no tengan miedo”. Ellos quisieron recogerlo a bordo y rápidamente la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:

El texto que leímos ayer hacía patente la falsa comprensión que los discípulos tenían frente al poder de Jesús. Ellos querían hacerlo rey, pues veían en él a un hombre capaz de hacer verdadera justicia. Este propósito nacionalista era contrario a la actitud de servicio que Jesús había asumido en la multiplicación de los panes. Los discípulos se han alejado de la luz, han embarcado sin Jesús, y sin él la barca-comunidad comienza a ser atacada por las olas, pues han perdido su horizonte, han optado por permanecer en la ideología propia del sistema opresor, son partidarios del poder y desean que Jesús también lo sea; pero es imposible, pues el poder, cualquiera que sea, somete la libertad del ser humano y se hace enemigo del amor. Sólo la presencia de Jesús puede erradicar el miedo de los discípulos; basta con escuchar su palabra para que los atemorizados discípulos lo reconozcan y lleguen a tierra firme. – En muchas ocasiones, como Iglesia, hemos optado ciegamente por el poder y el reconocimiento, alejándonos así del amor a Dios y a los hermanos; preferimos vender nuestra libertad al sistema por temor de ser juzgados; es necesario vencer el miedo, porque el miedo es la ausencia de libertad y de fe en el Señor.

Fuente: www.lecturasdeldia.com; www.servicioskoinonia.org

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