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domingo, 5 de diciembre de 2010

Lecturas del Lunes II Semana Tiempo Ordinario Ciclo A. 6 de diciembre 2010

Primera Lectura.
Lectura del Libro del Profeta Isaías 35,1-10
Dios viene en persona y os salvará
El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, decid a los cobardes de corazón: "Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará."
Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Porque han brotado aguas en el desierto, torrentes en la estepa; el páramo será un estanque, lo reseco, un manantial. En el cubil donde se tumbaban los chacales brotarán cañas y juncos. Lo cruzará una calzada que llamarán Vía Sacra: no pasará por ella el impuro y los inexpertos no se extraviarán. No habrá por allí leones, ni se acercarán las bestias feroces; sino que caminarán los redimidos y volverán por ella los rescatados del Señor. Vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán.
Palabra de Dios
Te Alabamos Señor
Salmo responsorial: 84
R.Nuestro Señor viene y nos salvará.

Voy a escuchar lo que dice el Señor: / "Dios anuncia la paz / a su pueblo y sus amigos." / La salvación está ya cerca de sus fieles, / y la gloria habitará en nuestra tierra.

R. Nuestro Señor viene y nos salvará.
La misericordia y la fidelidad se encuentran, / la justicia y la paz se besan; / la fidelidad brota de la tierra, / y la justicia mira desde el cielo.
R. Nuestro Señor viene y nos salvará.
El Señor nos dará la lluvia, / y nuestra tierra dará su fruto. / La justicia marchará ante él, / la salvación seguirá sus pasos.
R. Nuestro Señor viene y nos salvará.
Lectura del Santo Evangelio, según San Lucas 5,17-26
Gloria a Ti Señor
Hoy hemos visto cosas admirables
Un día estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor lo impulsaba a curar.
Llegaron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y trataban de introducirlo para colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo, a causa del gentío, subieron a la azotea y, separando las losetas, lo descolgaron con la camilla hasta el centro, delante de Jesús. Él, viendo la fe que tenían, dijo: "Hombre, tus pecados están perdonados."
Los escribas y los fariseos se pusieron a pensar: "¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?" Pero Jesús, leyendo sus pensamientos, les replicó: "¿Qué pensáis en vuestro interior? ¿Qué es más fácil: decir "tus pecados quedan perdonados", o decir "levántate y anda"? Pues para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa." Él, levantándose al punto, a la vista de ellos, tomó la camilla donde estaba tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.
Todos quedaron asombrados, y daban gloria a Dios, diciendo llenos de temor: "Hoy hemos visto cosas admirables."
Palabra del Señor
Gloria a Ti, Señor Jesús
Reflexión:
Un paralítico es llevado ante Jesús en medio de la multitud. Jesús está preocupado por la vida de esta persona y le perdona sus pecados, mientras que los fariseos y doctores de la ley divagan en discusiones teológicas y doctrinales. El perdón de los pecados escandaliza a los fariseos y los doctores de la ley, puesto que para ellos Dios es el único que puede perdonar los pecados. El hecho de perdonar no es sólo una actitud de respeto y valoración del otro sino que también implica la reparación de los daños causados. Perdonar para Jesús es la aceptación y la integración de todos estos marginados a un nuevo orden social, donde el daño que los separaba y que los excluía, es restituido y reparado. Jesús rompe el esquema que mantenía a las personas por años en situaciones inhumanas. Ante todo lo que está primero es la vida. Dios actúa restituyendo a los débiles, a los enfermos, a los rechazados por el sistema anti-reino, que se niega a reconciliarse con ellos, a respetarles su dignidad y su vida. Preguntémonos ¿cuál es la camilla que nos impide caminar, luchar por ser sujetos sociales libres, dignos, reconocidos y valorados como personas?

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