III Domingo de Adviento
12 de diciembre de 2010
BENDICIÓN DEL TERCER CIRIO
Señor Jesucristo,
queremos ser constantes en la oración y en la acción de
gracias,
por ello nos reunimos en tu casa que también es la
nuestra.
Tu presencia y cercanía son, para todo hombre, fuente de
gozo,
Buena Noticia, porque Tú haces brotar en nuestro corazón
semillas de vida
y conviertes nuestro desierto en un vergel.
Al encender estas tres velas, queremos manifestarte nuestro
deseo de recibir
de tu luz, porque Tú eres el verdadero astro que ilumina toda
tiniebla;
y expresamos nuestra disponibilidad para ser testigos
y portadores de tu luz ante quienes viven en la tiniebla del
sinsentido,
la desdicha, la soledad y el olvido.
(Se acerca una persona y enciende el tercer cirio)
MONICIÓN DE ENTRADA
Sean todos bienvenidos a la Eucaristía de este Tercer Domingo de Adviento. Y si siempre deseamos que nuestro saludo de bienvenida sea muy alegre, pues hoy más aún, pues celebramos el domingo “gaudete”, el domingo de la alegría. Desde hace muchos siglos la Iglesia comienza esta celebración con este canto esperanzado y alegre que procede la antífona de entrada: “Estad Alegres…”. Y la frase procede de la Carta de San Pablo a los filipenses. En fin, que vamos completando el tiempo de Adviento y que el próximo domingo ya será el cuarto y último domingo, para dar paso luego a la Navidad. Pues que estemos siempre alegres y esperanzados en todo este tiempo que nos falta para el Nacimiento del Niño Dios. Y que lo aprovechemos para convertirnos más al Señor, para mejorar nuestras vidas y busquemos la felicidad de nuestros hermanos. De pie para recibir al Celebrante, cantando
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- El fragmento de Isaías que vamos a escuchar hoy termina con siguiente frase: “Pena y aflicción se alejarán”. Y eso es la alegría. El profeta Isaías sigue presentándonos en estos domingos de Adviento su profecía sobre un mundo de paz en el que nadie luchará contra nadie, ni siquiera en la naturaleza. Y nos pide además que fortalezcamos a los débiles. Es un buen encargo para estos próximos y cercanos momentos de Navidad. Escuchemos
2.- El apóstol Santiago en su Carta nos dice que nos mantengamos firmes, porque el Señor está cerca. Firmes en nuestra fe y en nuestros propósitos de ser mejores que, sin duda, son los frutos del Adviento. El tiempo se acaba para olvidar nuestros malos momentos y disponernos a vivir los buenos. Escuchemos
3.- Es un evangelio difícil el de hoy, pero lleno de esperanza. Juan Bautista, preso por la maldad de Herodes, recibe noticias contradictorias sobre la actitud del Mesías. Tal vez, Juan esperaba –como otros muchos judíos—ese Mesías capaz de articular un triunfo político. Pero Jesús le responde que se contemple lo que hace como Mesías: los más despreciados de la sociedad, los enfermos, los inválidos recuperan la salud y, sobre todo, a los pobres se les predica la Buena Noticia. De pie para escuchar la proclamación del Santo Evangelio.
III Domingo de Adviento
12 de noviembre de 2010
La oración de los fieles
CELEBRANTRE
Dios Padre Nuestro, observa esta Asamblea de hijos tuyos que reunidos aquí en la Eucaristía esperamos la venida de tu Hijo Unigénito, nuestro Maestro y Amigo. Y respondemos
DANOS ALEGRÍA EN LA ESPERA, SEÑOR
1.- Por el Papa Benedicto, por nuestro Arzobispo Nicolás de Js. López Rodríguez y sus obispos auxiliares y por todos los obispos de nuestro país y de la tierra para que ayuden y estimulen a una espera de Adviento en alegría al pueblo a ellos confiado.
OREMOS AL SEÑOR
MONITOR
2.- Por el todo el Pueblo de Dios, especialmente por los sacerdotes, por los diáconos, por las personas consagradas y por todos los hombres y mujeres que viven un laicado comprometido y solidario con todos los hermanos
OREMOS AL SEÑOR
3.- Por los gobernantes de todo el mundo, especialmente por los de los países de mayoría católica o cristiana, para que sepan interpretar el mensaje de amor y esperanza que el Adviento trae a sus conciudadanos.
OREMOS AL SEÑOR
4.- Por los responsables de la economía y de las políticas sociales para que luchen contra las causas que producen la pobreza y la marginación.
OREMOS AL SEÑOR
5.- Por los pobres, los enfermos, los ancianos, los marginados, los inmigrantes en dificultades, para que reciban, durante este Adviento, toda la ayuda que necesiten.
OREMOS AL SEÑOR
6.- Por todos nosotros, presentes en esta Eucaristía del Tercer Domingo de Adviento para que sepamos esperar el Nacimiento de Jesús con alegría, dedicación, amor y solidaridad
OREMOS AL SEÑOR
CELEBRANTE
Recibe Dios Nuestro estas plegarias que te presentamos con fe y con esperanza
Por Jesucristo Nuestro Señor
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