Buscar este blog
jueves, 2 de febrero de 2012
Ordinario de la Misa: Viernes IV Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 03 de Febrero, 2012
Ordinario de la Misa: Viernes IV Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 03 de Febrero, 2012
Bendito sea Dios, mi salvador
Feria de la 4a. semana del T. O. o memoria libre de san Oscar, obispo o de San Blas, obispo y mártir
Adoremos a Dios en su santo templo
Antífona de Entrada
Adoremos a Dios en su santo templo. El nos hace habitar juntos en su casa. El es la fuerza y el poder de su pueblo.
Oración Colecta
Oremos:
Padre santo y todopoderoso, protector de los que en ti confían, ten misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del
Eclesiástico (Sirácide) (47, 2-13)
Como se aparta la grasa para los sacrificios, así fue escogido David entre los hijos de Israel. El jugaba con leones, como si fueran cabritos y con osos, como si fueran corderos. Joven aún, mató al gigante y lavó la deshonra de su pueblo:
hizo girar su honda y de una pedrada derribó la soberbia de Goliat. Porque invocó al Dios altísimo, él le dio fuerza a su brazo para aniquilar a aquel poderoso guerrero y restaurar el honor de su pueblo. Por eso celebraban con canciones su victoria sobre diez mil enemigos, y lo bendecían en nombre del Señor.
Ya cuando era rey, peleó con todos sus enemigos y los derrotó. Aniquiló a los filisteos y quebrantó su poder para siempre.
Por todos sus éxitos daba gracias al Dios altísimo y lo glorificaba. Amaba con toda el alma a su creador y le entonaba canciones de alabanza. Instituyó salmistas para el servicio del altar, que con sus voces hicieron armoniosos los cantos.
Celebró con esplendor las fiestas y organizó el ciclo de las solemnidades. El santuario resonaba desde el alba con alabanzas al nombre del Señor.
El Señor le perdonó sus pecados y consolidó su poder para siempre. Le prometió una dinastía perpetua y le dio un trono glorioso en Israel. Por sus méritos le sucedió un hijo sabio,que vivió en paz:
Salomón fue rey en tiempos tranquilos, porque Dios pacificó sus fronteras; le construyó un templo al Señor y le dedicó un santuario eterno.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 17
Bendito sea Dios, mi salvador.
Perfecto es el camino del Señor y firmes sus promesas. Quien al Señor se acoge en él halla defensa.
Bendito sea Dios, mi salvador.
Bendito seas, Señor, que me proteges; que tú, mi salvador seas bendecido. Te alabaré, Señor, ante los pueblos y elevaré mi voz, agradecido.
Bendito sea Dios, mi salvador.
Tú concediste al rey grandes victorias y con David, tu ungido, y con su estirpe siempre has mostrado, Señor, misericordia.
Bendito sea Dios, mi salvador.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero,
y perseveran hasta dar fruto.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Marcos (6, 14-29)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido tanto, llegó a oídos del rey Herodes el rumor de que Juan el Bautista había resucitado y sus poderes actuaban en Jesús. Otros decían que era Elías; y otros, que era un profeta, comparable a los antiguos. Pero Herodes insistía: “Es Juan, a quien yo le corté la cabeza, y que ha resucitado”.
Herodes había mandado apresar a Juan y lo había metido y encadenado en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan le decía:
“No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano”. Por eso Herodes lo mandó encarcelar.
Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida; pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile les gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: “Pídeme lo que quieras y yo te lo daré”.
Y le juró varias veces: “Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino”.
Ella fue a preguntarle a su madre: “¿Qué le pido?”
Su madre le contestó:
“La cabeza de Juan el Bautista”.
Volvió ella inmediatamente junto al rey y le dijo: “Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista”.
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre.
Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
¿Por qué causa o proyecto ‘perdemos la cabeza’? En el lenguaje cotidiano existe la expresión ‘perder la cabeza’, sinónimo de realizar una gran locura o de actuar de una forma poco comprensible. Juan es decapitado en prisión por una locura de su gobernante Herodes, pero el Bautista no llega allí por accidente, sino como consecuencia de su testimonio. Marcos nos narra que Juan es arrestado al comienzo de la misión de Jesús (Mc 1,14) y los otros evangelios nos dicen que su constante denuncia de las perversiones de los gobernantes provoca pronto una fuerte represión contra él. Durante su prisión, Juan no cesa de exhortar al rey a observar el camino que la Ley de Moisés exige al gobernante de Israel. En esto sigue el camino de muchos profetas bíblicos, aunque sin caer nunca en el servilismo, ya que es consciente de que hace el llamado a un hermano de su propio pueblo.
Nosotros ahora debemos preguntarnos, ¿qué nos hace perder la cabeza? ¿Serán las locuras del consumismo, de la violencia, del fanatismo religioso, del sedentarismo? O, atendiendo al llamado de Jesús, ¿estamos dispuestos a ‘perder la cabeza’ por él y su evangelio? (Mc 8,34-38).
Oración sobre las Ofrendas
Oremos:
Acepta, Señor, estos dones que tu generosidad ha puesto en nuestras manos, y concédenos que este sacrificio santifique toda nuestra vida y nos conduzca a la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común III
Alabanza a Dios por la creación
y la redención del hombre
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues por medio de tu amado Hijo, eres el creador del género humano, y también el autor bondadoso de la nueva creación.
Por eso, con razón te sirven todas las criaturas, con justicia te alaban todos los redimidos, y unánimes te bendicen tus santos. Con ellos, también nosotros, a una con los ángeles, cantamos tu gloria gozosos diciendo:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de la Comunión
Bendice, alma mía, al Señor y no olvides sus muchos beneficios.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, que esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, nos ayude a corresponder al don inefable de su amor y a procurar cada día nuestra salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario