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martes, 6 de marzo de 2012
Ordinario de la Misa: Miércoles II Semana Cuaresma. Ciclo B. 07 de Marzo, 2012
Ordinario de la Misa: Miércoles II Semana Cuaresma. Ciclo B. 07 de Marzo, 2012
Señor, no me abandones, no te me alejes
Conmemoración de santa Perpetua y santa Felicidad
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor
Antífona de Entrada
Señor, no me abandones, no te me alejes, Dios mío. Ven de prisa a socorrerme. Señor, mi salvador.
Oración Colecta
Oremos:
Dios todopoderoso, por cuyo amor las santas mártires Perpetua y Felicidad fueron capaces de resistir persecuciones y tormentos, concédenos por su intercesión la gracia de amarte más cada
día.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Jeremías (18, 18-20)
En aquellos días, los enemigos del profeta se dijeron entre sí:
“Vengan, tendamos un lazo a Jeremías, porque no le va a faltar doctrina al sacerdote, consejo al sabio, ni inspiración al profeta. Vengan, ataquémoslo de palabra y no hagamos caso de sus oráculos”.
Jeremías le dijo entonces a Dios:
“Señor, atiéndeme. Oye lo que dicen mis adversarios. ¿Acaso se paga bien con mal? Porque ellos han cavado una fosa para mí. Recuerda cómo he insistido ante ti, intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu cólera”.
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
Salmo Responsorial Salmo 30
Sálvame, Señor,
por tu misericordia.
Sácame, Señor, de la trampa que me han tendido, porque tú eres mi amparo. En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás.
Sálvame, Señor,
por tu misericordia.
Oigo las burlas de la gente y todo me da miedo; se conjuran contra mí y tratan de quitarme la vida.
Sálvame, Señor,
por tu misericordia.
Pero yo, Señor, en ti confío. Tú eres mi Dios y en tus manos está mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen.
Sálvame, Señor,
por tu misericordia.
Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida.
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (20, 17-28)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, mientras iba de camino a Jerusalén, Jesús llamó aparte a los Doce
y les dijo:
“Ya vamos camino de Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día, resucitará”.
Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. El le preguntó:
“¿Qué deseas?” Ella respondió:
“Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino”.
Pero Jesús replicó:
“No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?
” Ellos contestaron:
“Sí podemos”. Y él les dijo:
“Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado”.
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo:
“Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida
por la redención de todos”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Mateo continúa exponiendo el problema del poder que también seduce a los seguidores más cercanos de Jesús. Este pasaje se puede estructurar en tres partes. La primer parte (17-19) la podemos denominar como la propuesta liberadora de Jesús, que pasa necesariamente por la experiencia de la cruz. La segunda parte (20-24), la petición de la madre de los hijos del Zebedeo, que intercede para que Jesús otorgue privilegios a sus hijos, y la reacción competitiva de los demás discípulos. La tercera parte (25-27) expone la propuesta-respuesta de Jesús con relación a la ambición de poder que permea y seduce el corazón humano: el servicio, el despojo, la donación y la pequeñez deberán ser los distintivos que identifiquen a los auténticos discípulos de Jesús. Nuestra sociedad contemporánea está impregnada de padrinazgos políticos, de tráfico de influencias, de anulación del otro a como dé lugar para escalar peldaños en la vida social, política, económica, cultural, e incluso eclesial. El proyecto de Jesús implica asumir existencialmente las actitudes de un Francisco de Asís, Teresa de Calcuta, Oscar Romero, que fueron capaces de renunciar a sus seguridades y entregarse plenamente al servicio de los hermanos, especialmente los más débiles y excluidos de la sociedad.
Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor, con bondad las ofrendas que te presentamos y por este santo intercambio de dones, líbranos de la esclavitud del pecado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de Cuaresma II
La penitencia de espíritu
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque misericordiosamente estableciste este tiempo especial de gracia para que tus hijos busquen de nuevo la pureza del corazón y así, libres de todo afecto desordenado, de tal manera se apliquen a las realidades transitorias, que más bien pongan su corazón en las que duran para siempre.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de todos.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que este sacramento que nos has dado, Señor, como prenda de inmortalidad, sea para nosotros una firme ayuda para alcanzar la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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