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miércoles, 4 de abril de 2012

5 CALENDARIO LITURGICO-PASTORAL: JUEVES SANTO

5 CALENDARIO LITURGICO-PASTORAL: JUEVES SANTO Crismal • En la cena del Señor Misa crismal La Misa crismal, que el obispo celebra con su presbiterio, y dentro de la cual consagra el Santo Crisma y bendice los demás óleos, es como una manifestación de comunión de los presbíteros con el propio obispo (cf. OGMR, 203). Con el Santo Crisma consagrado por el obispo se ungen los recién bautizados, los confirmados son sellados, y se ungen las manos de los presbíteros, la cabeza de los obispos y la iglesia y los altares en su dedicación. Con el óleo de los catecúmenos, éstos se preparan y disponen al Bautismo. Con el óleo de los enfermos, éstos reciben el alivio en su debilidad. Misa: crismal (blanco). Misal: ants. y oracs. props., Gl., sin Cr., Pref. prop. Lecc.: vol. VII, lects. de la Misa crismal: • Is 61, 1-3a. 6a. 8b-9. El Señor me ha ungido y me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren y derramar sobre ellos perfume de fiesta. • Sal 88. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor. • Ap 1, 5-8. Nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios Padre. • Lc 4, 16-21. El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. – Esta celebración tendrá lugar antes del Triduo Pascual, y no precederá inmediatamente a la Misa vespertina en la Cena del Señor. – Los fieles que han comulgado en la Misa crismal pueden también comulgar de nuevo en la Misa vespertina de la Cena del Señor. – Según la costumbre tradicional en la Liturgia latina, la bendición del óleo de los enfermos se hace antes del final de la Plegaria Eucarística; la del óleo de los catecúmenos y la consagración del crisma, después de la Comunión. Sin embargo, por razones pastorales, está permitido hacer todo el rito de bendición después de la Liturgia de la Palabra. – Se toman y se llevan a las iglesias los nuevos óleos benditos; los viejos se queman o se dejan que ardan en la lámpara del Santísimo. – Hoy sólo se permiten la Misa crismal y la Misa vespertina de la Cena del Señor, por lo que no se permiten otras celebraciones, tampoco la Misa exequial. Después de la hora de nona: JUEVES SANTO EN LA CENA DEL SEÑOR Con la Misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana Santa, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella cena en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los apóstoles para que los sumiesen, mandándoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo ofreciesen (CO, 297). Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en la Misa: es decir, la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el mandamiento del Señor sobre la caridad fraterna. Son éstos los puntos que conviene recordar a los fieles en la homilía, para que tan grandes misterios puedan penetrar más profundamente en su piedad y los vivan intensamente en sus costumbres y en su vida. Misa "en la cena del Señor" Misa: vespertina de la Cena del Señor (blanco). Misal: ants. y oracs. props., Gl. (mientras se canta el himno «Gloria a Dios», de acuerdo con las costumbres locales, se hacen sonar las campanas, que ya no se vuelven a tocar hasta el «Gloria a Dios» de la Vigilia Pascual), sin Credo, Pf. I Eucaristía, embolismos props. en las PP EE. No se puede decir la PE IV. No se dice «Podéis ir en paz». Lecc.: vol. II, lects. de la Misa de la cena del Señor: • Ex 12, 1-8. 11-14. Prescripciones sobre la cena pascual. • Sal 115. El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo. • 1Co 11, 23-26. Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor. • Jn 13, 1-15. Los amó hasta el extremo. Misterio de amor y de servicio. El Señor pasará esta noche por la tierra de Egipto. Este día para Israel será memorable (1ª lect.). Jesús pasa de este mundo al Padre habiendo amado a los suyos hasta el extremo (Ev.). Pablo recuerda a los corintios la institución de la Eucaristía, la nueva Pascua cristiana (2ª lect.). – La Misa «en la Cena del Señor» celébrese por la tarde en la hora más oportuna, para que participe plenamente la comunidad local. – En ella pueden concelebrar todos los presbíteros, aunque hayan ya concelebrado en la Misa crismal o deban celebrar una Misa para el bien de los fieles, y los ministros ejercer su oficio. – Según una antiquísima tradición de la Iglesia, este día están prohibidas todas las Misas sin pueblo. – Donde verdaderamente lo exija el bien pastoral, el Ordinario del lugar puede permitir la celebración de otra Misa por la tarde en la iglesia u oratorio, y en caso de verdadera necesidad, incluso por la mañana, pero solamente para los fieles que de ningún modo puedan participar en la Misa vespertina. Cuídese que estas Misas no se celebren para favorecer a personas privadas o a grupos particulares y no perjudiquen en nada a la Misa principal. – El sagrario ha de estar completamente vacío al inicio de la celebración. – Se han de consagrar en esta Misa las hostias necesarias para la Comunión de los fieles y para que el clero y el pueblo puedan comulgar al día siguiente. – Será muy conveniente que los diáconos, acólitos o ministros extraordinarios lleven la Eucaristía a la casa de los enfermos que lo deseen, tomándola del altar en el momento de la Comunión, indicando de este modo su unión más intensa con la Iglesia que celebra. – Terminada la Misa, se despoja el altar en el cual se ha celebrado. Conviene que las cruces que haya en la iglesia se cubran con un velo de color oscuro o morado. No se encenderán velas o lámparas ante las imágenes de los santos. – La sagrada Comunión sólo se puede distribuir a los fieles dentro de la Misa; a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora. – El lavatorio de los pies, que según la tradición se hace en este día a algunos hombres previamente designados, significa el servicio y el amor de Cristo, que ha venido «no para ser servido, sino para servir» (Mt 20, 28). Conviene que esta tradición se mantenga y se explique según su propio significado. – Los donativos para los pobres, especialmente aquéllos que se han podido reunir durante la Cuaresma como fruto de la penitencia, pueden ser presentados en la procesión de las ofrendas, mientras el pueblo canta «Ubi caritas et amor» u otro canto apropiado. – Hoy sólo se permiten la Misa crismal y la Misa vespertina de la Cena del Señor, por lo que no se permiten otras celebraciones, tampoco la Misa exequial. RESERVA Y ADORACIÓN – Prepárese una capilla, convenientemente adornada, que invite a la oración y a la meditación. No se pierda de vista la sobriedad y la austeridad que corresponden a la Liturgia de estos días. – El traslado y la reserva del Santísimo Sacramento no han de hacerse si en esa iglesia no va a tener lugar la celebración de la Pasión del Señor el Viernes Santo. El sacramento ha de ser reservado en un sagrario; no ha de hacerse nunca una exposición con la custodia. El sagrario no ha de tener la forma de sepulcro. – Invítese a los fieles a una adoración prolongada del Santísimo Sacramento en la reserva solemne durante la noche, después de la Misa «en la Cena del Señor». En esta ocasión es oportuno leer una parte del Evangelio de san Juan (capítulos 13-17). – Pasada la medianoche, la adoración debe hacerse sin solemnidad, dado que ha comenzado ya el día de la Pasión del Señor. {E0405}

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