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jueves, 5 de abril de 2012
6 CALENDARIO LITURGICO-PASTORAL: VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
6 CALENDARIO LITURGICO-PASTORAL: VIERNES SANTO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
Ayuno y abstinencia
En este día, en que «ha sido inmolada nuestra Víctima Pascual: Cristo (1Co 5, 7), lo que por largo tiempo había sido prometido en misteriosa prefiguración se ha cumplido con plena eficacia: el cordero verdadero sustituye a la oveja que lo anunciaba, y con el único sacrificio se termina la diversidad de las víctimas antiguas» (cf. san León Magno).
En efecto, «esta obra de la Redención humana y de la perfecta glorificación de Dios, preparada antes por las maravillas que Dios obró en el pueblo de la Antigua Alianza, Cristo, el Señor, la realizó principalmente por el Misterio Pascual de su bienaventurada Pasión, Resurrección de entre los muertos y gloriosa Ascensión. Por este misterio, muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, restauró nuestra vida. Pues del costado de Cristo dormido en la cruz nació el sacramento admirable de la Iglesia entera» (SC, 5).
La Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y Esposo y adorando la Cruz, conmemora su propio nacimiento y su misión de extender a toda la humanidad sus fecundos efectos, que hoy celebra, dando gracias por tan inefable don, e intercede por la salvación de todo el mundo (CO, 312).
CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR (rojo).
Misal: Todo propio. No se dice «Podéis ir en paz».
Lecc.: vol. II, lects. de la celebración de la Pasión del Señor:
• Is 52, 13-53, 12. Él fue traspasado por nuestras rebeliones.
• Sal 30. Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
• Hb 4, 14-16; 5, 7-9. Aprendió a obedecer y se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación.
• Jn 18, 1-19, 42. Pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Jesús muere en la Cruz. El Siervo de Yahvé sufre en lugar del pueblo, justifica a muchos cargando los crímenes del pueblo y es exaltado (1ª lect.). Cristo es el Siervo de Yahvé. Jesús sufre la muerte para salvar a todos. El Evangelio narra la pasión (Ev.). Cristo, obedeciendo plenamente al Padre, se convierte en causa de salvación para todos los que obedecen (2 lect). Rezamos hoy con el salmista: «Suba mi oración como incienso en tu presencia al alzar de mis manos como ofrenda de la tarde» (Sal 140, 2). Jesús estando en la cruz eleva sus manos al Padre como oración y ofrenda de la tarde. Ora por la humanidad pecadora y ofrece su vida para su salvación.
La celebración de esta tarde debe transcurrir en el silencio para meditar la fidelidad absoluta de Jesús al Padre. Está estructurada en cinco partes:
1ª. Rito de entrada: procesión en silencio y oración.
2ª. Liturgia de la Palabra: con especial atención a la proclamación de la Pasión y la oración universal o solemne.
3ª. Adoración de la cruz: triunfo de la donación y amor de Jesús.
4ª. Rito de Comunión: configuración sacramental con Cristo, muerto y resucitado.
5ª. Rito de conclusión con la recitación de oraciones para que la asamblea reunida, una vez dispersa, viva el misterio que ha celebrado.
– COLECTA POR LOS SANTOS LUGARES (pontificia): mon. justificativa de la colecta y colecta.
– La Iglesia, siguiendo una antiquísima tradición, en este día no celebra la Eucaristía; la sagrada Comunión se distribuye a los fieles solamente durante la celebración de la Pasión del Señor; sin embargo, los enfermos que no puedan participar en dicha celebración pueden recibirla a cualquier hora del día.
– Hoy no se permiten otras celebraciones, tampoco la Misa exequial.
– Las exequias sin Misa han de celebrarse sin canto, sin órgano y sin tocar las campanas.
– No se permite celebrar en este día cualquier sacramento, a excepción de la Penitencia y de la Unción de los enfermos.
– La celebración de la Pasión del Señor ha de tener lugar después del mediodía, cerca de las tres. Por razones pastorales, puede elegirse otra hora más conveniente para que los fieles puedan reunirse más fácilmente: por ejemplo, desde el mediodía hasta el atardecer, pero nunca después de las nueve de la noche.
– El altar debe estar desnudo completamente: sin cruz, ni candelabros, ni manteles.
– Las lecturas han de ser leídas por entero.
– La historia de la Pasión del Señor según san Juan se canta o se proclama como el domingo anterior sin cirios ni incienso, no se hace al principio la salutación habitual, ni se signa el libro, pero se dice al final «Palabra del Señor».
– Después de la lectura de la Pasión hágase la homilía, y al final de la misma los fieles pueden ser invitados a permanecer en oración silenciosa durante un breve espacio de tiempo.
– En la ostensión de la Cruz úsese una única cruz suficiente, grande y bella. Este rito ha de hacerse con el esplendor digno de la Gloria del misterio de nuestra salvación.
– Terminada la Comunión, el copón se lleva a un lugar preparado fuera de la iglesia, o, si lo exigen las circunstancias, se reserva en el sagrario.
– Terminada la celebración se despoja el altar, dejando la Cruz con cuatro candelabros. Dispóngase en la iglesia un lugar adecuado para colocar allí la Cruz, a fin de que los fieles puedan adorarla, besarla y permanecer en oración y meditación. Hasta la Vigilia Pascual se hace genuflexión sencilla a la Cruz.
– Los ejercicios de piedad, como el Vía Crucis, las procesiones de la Pasión y el recuerdo de los dolores de la Santísima Virgen María han de responder en los textos y cantos utilizados al espíritu de la Liturgia del día. Los horarios de estos ejercicios piadosos han de regularse con el horario de la celebración litúrgica de la Pasión del Señor, de manera que aparezca claramente que ésta, por su misma naturaleza, está por encima de la devoción popular.
{E0406}
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