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miércoles, 16 de mayo de 2012
Evangelio del Jueves VI Semana de Pascua. Ciclo B. 17 de Mayo, 2012
Evangelio del Jueves VI Semana de Pascua. Ciclo B. 17 de Mayo, 2012
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (16, 16-20)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Dentro de poco tiempo ya no me verán; y dentro de otro poco me volverán a ver”. Algunos de sus discípulos se preguntaban unos a otros:
“¿Qué querrá decir con eso de que: ‘Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco me volverán a ver’, y con eso de que: ‘Me voy al Padre’?” Y se decían: “¿Qué significa ese ‘un poco’? No entendemos lo que quiere decir”.
Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo:
“Están confundidos porque les he dicho: ‘Dentro de poco tiempo ya no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver’.Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza
se transformará en alegría”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Es importante no perder de vista el trasfondo antropológico en el que se desarrolla el relato que leemos hoy. La vida y la muerte son dos realidades inherentes al ser humano que definen nuestra existencia en el mundo; vida-muerte es un proceso natural por el que cada uno de nosotros debe pasar necesariamente. El discurso que Juan plantea en esta sección del evangelio asume este proceso como camino obligatorio para seguir radicalmente al Maestro, ya que, para producir fruto abundante, la semilla tiene que morir; por tal razón Jesús habla sobre su propia muerte, advierte a sus discípulos de la tristeza que los invadirá; pero los alienta diciéndoles que no será duradera, pues él vendrá prontamente. En este discurso la realidad de la muerte no se comprende como pérdida, como el fin de la existencia, sino como el puente hacia la vida plena, tal como sucedió con la vida de Jesús; su entrega total a la humanidad fue recompensada por Dios con la resurrección. El servicio, el amor fraterno y la entrega total a los más débiles y marginados de la sociedad es el camino correcto para seguir a Jesús; la vida del cristiano debe ser un constante morir para dar vida a los demás y así vivenciar plenamente la alegría del Reino.
Fuente: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org
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