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martes, 15 de mayo de 2012

Ordinario de la Misa: Miércoles VI Semana de Pascua. Ciclo B. 16 de Mayo, 2012

Ordinario de la Misa: Miércoles VI Semana de Pascua. Ciclo B. 16 de Mayo, 2012 La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra Feria de Pascua: miércoles de la 6a. semana o memoria libre de san Juan Nepomuceno, mártir Que alaben al Señor todos sus fieles Antífona de Entrada Te alabaré, Señor, ante los hombres y hablaré a mis hermanos de tu poder y tu misericordia. Aleluya. Oración Colecta Oremos: Concédenos, Señor, a cuantos celebramos ahora la resurrección de tu Hijo por medio de la fe, poderlo contemplar resucitado, llenos de alegría, cuando vuelva glorioso en medio de tus santos. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén. Primera Lectura Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (17, 15-16. 22—18, 1) En aquellos días, los cristianos que ayudaron a Pablo a escapar de Berea, lo llevaron hasta la ciudad de Atenas. Pablo los envió de regreso con la orden de que Silas y Timoteo fueran a reunirse con él cuanto antes. Un día, mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación se apoderaba de él, al contemplar la ciudad llena de ídolos. Entonces se presentó en el Areópago y dijo: “Atenienses: Por lo que veo, ustedes son en extremo religiosos. Al recorrer la ciudad y contemplar sus monumentos, encontré un altar con esta inscripción: ‘Al Dios desconocido’. Pues bien, yo vengo a anunciarles a ese Dios que ustedes veneran sin conocerlo. El Dios que hizo el mundo y todo cuanto hay en él, siendo el Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por hombres, ni es servido por mano de hombres, como si necesitara de algo o de alguien; porque él es quien da a todos la vida, el aliento y cuanto tienen. De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara toda la tierra, determinó las épocas de su historia y estableció los límites de sus territorios. Dios quería que lo buscaran a él y que lo encontraran, aunque fuera a tientas, pues en realidad no está lejos de nosotros, ya que en él vivimos, nos movemos y somos. Como lo ha dicho alguno de los poetas de ustedes: ‘Somos de su mismo linaje’. Por lo tanto, si somos linaje de Dios, no debemos pensar que Dios es como una imagen de oro, plata o mármol, labrada artísticamente por los hombres según su imaginación. Dios no tomó en cuenta la ignorancia de la gente en tiempos pasados, pues ahora quiere que todos los hombres se conviertan, porque tiene determinado un día en el cual ha de juzgar al universo con justicia, por medio de un hombre designado por él, y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos”. Al oír hablar de la resurrección de los muertos, algunos se burlaron y otros dijeron: “De esto te oiremos hablar en otra ocasión”. Entonces Pablo se retiró. Sin embargo, algunos se adhirieron a él y creyeron. Entre ellos se contaban Dionisio, el areopagita; una mujer, que se llamaba Dámaris, y algunos más. Después de esto, Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo Responsorial Salmo 148 La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya. Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo; que alaben al Señor todos sus ángeles,celestiales ejércitos. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya. Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jueces de este mundo; hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya. El nombre del Señor alaben todos, pues su nombre es excelso, su gloria sobrepasa cielo y tierra y ha hecho fuerte a su pueblo. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya. Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo que ha gozado siempre de familiaridad con él. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya. Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. Yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador, que se quedará para siempre con ustedes, dice el Señor. Aleluya. Evangelio † Lectura del santo Evangelio según san Juan (16, 12-15) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Aún tengo muchas cosas que decirles, pero todavía no las pueden comprender. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él los irá guiando hasta la verdad plena, porque no hablará por su cuenta, sino que dirá lo que haya oído y les anunciará las cosas que van a suceder. El me glorificará, porque primero recibirá de mí lo que les vaya comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho que tomará de lo mío y se lo comunicará a ustedes”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: Juan desvela en esta sección de su evangelio el importante papel que juega el Espíritu en la comunidad. Éste iluminará a los discípulos en el futuro, los conducirá por el camino de la verdad plena, ya que Jesús no ha podido comunicarles todo lo que necesitan saber, ni tampoco ellos tienen la capacidad de comprender la profundidad de sus palabras. Es importante tener claro a qué se refiere Juan cuando habla de la “verdad plena”, especialmente ahora que la Iglesia se ve sumergida en medio de la diversidad, la interculturalidad y el pluralismo religioso, tal como lo estuvo la comunidad joánica. La “verdad plena” es el mismo Jesús de Nazaret, es el mismo Dios hecho carne en la historia de la humanidad, es el amor absoluto entregado por Dios a través de su único Hijo; esta Verdad otorga sentido al hombre y a la mujer que ha optado libremente en creer en el Dios de la Vida; es una Verdad que es universal, que es para todos aquellos que se sienten llamados a vivir y promover de diversas maneras la paz, la justicia, la fraternidad, el respeto por la Vida en todas sus manifestaciones. Es en lo diverso, en lo que “no es igual”, donde realmente se evidencia la acción universal del Espíritu de Dios. Oración sobre las Ofrendas Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto las verdades que nos has revelado. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Prefacio de Pascua II La nueva vida en Cristo El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra pascua, fue inmolado. Por él, los hijos de la luz nacen a la vida eterna, y las puertas de los cielos han vuelto a abrirse para los que creen en él, ya que en su muerte murió nuestra muerte y en su gloriosa resurrección hemos resucitado todos. Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo... Antífona de la Comunión Soy yo quien os ha elegido del mundo, dice el Señor, y os ha destinado para que vayáis y produzcáis fruto, y vuestro fruto perdure. Aleluya. Oración después de la Comunión Oremos: Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Fuente: www.lecturadeldia.com

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