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domingo, 13 de mayo de 2012

Ordinario de la Misa: Lunes VI Semana de Pascua. Ciclo B. 14 de Mayo, 2012

Ordinario de la Misa: Lunes VI Semana de Pascua. Ciclo B. 14 de Mayo, 2012 Santos: Matías, apóstol; Justina y Enedina de Cerdeña, mártires; Crispín de Viterbo. Religioso. Fiesta. (Rojo) DE SERVIDORES A AMIGOS Hch 1, 15-17. 20-26; Jn 15, 9-17 La comunidad de los discípulos comenzó a reorganizarse en cuanto pudo superar, con la ayuda del Espíritu, el desaliento por la muerte violenta de Jesús. Echaron suertes, y acogieron a Matías dentro del número de los doce, es decir, de los amigos y colaboradores íntimos del Señor. Al referir este suceso, el Evangelio de san Juan utiliza un lenguaje más cálido y menos formal que los Hechos de los Apóstoles. El Señor Jesús prefiere tratar a sus discípulos como amigos. San Lucas prefiere hablar de servicio apostólico. Son dos miradas, una más institucional y otra más personal. Como quiera que sea el principal servicio apostólico consiste en testimoniar el amor que Jesús manifestara a los suyos. Los apóstoles no son enviados a propagar una doctrina, sino una forma de vida, la de la amorosa compasión que vivió Jesús. ANTÍFONA DE ENTRADA (Jn 15,16) No son ustedes los que me han elegido, dice el Señor; soy yo quien los ha elegido, para que vayan y den fruto y ese fruto perdure. Aleluya. Se dice Gloria ORACIÓN COLECTA Señor Dios, tú que llamaste a san Matías a formar parte del grupo de tus Apóstoles, concédenos, por sus méritos, corresponder al don de tu amor para que lleguemos a compartir la gloria de tus elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo… LITURGIA DE LA PALABRA Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles. Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 1, 15-17. 20-26
En aquellos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos, que eran unos ciento veinte, y dijo: “Hermanos, tenía que cumplirse aquel pasaje de la Escritura en que el Espíritu Santo, por boca de David, hizo una predicción tocante a Judas, quien fue el que guió a los que apresaron a Jesús. Él era de nuestro grupo y había sido llamado a desempeñar con nosotros este ministerio. Ahora bien, en el libro de los Salmos está escrito: Que su morada quede desierta y que no haya quien habite en ella; que su cargo lo ocupe otro. Hace falta, por lo tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno que sea de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba hasta el día de la ascensión”.
Propusieron entonces a dos: a José Barsabá, por sobrenombre “el Justo”, y a Matías, y se pusieron a orar de este modo: “Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra a cuál de estos dos has elegido para desempeñar este ministerio y apostolado, del que Judas desertó para irse a su propio lugar”.
Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Del salmo 112 R/. Lo puso el Señor entre los jefes de su pueblo. Aleluya.
 Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor desde ahora y para siempre. R/.
 Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. Dios está sobre todas las naciones su gloria, por encima de los cielos. R/.
 ¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada, y sin embargo de esto, bajar se digna su mirada para ver tierra y cielo? R/.
 Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol, para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo. R/. ACLAMACIÓN (cfr. Jn 15,16) R/. Aleluya, aleluya.
 Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca. R/. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los he elegido. Del santo Evangelio según san Juan: 15, 9-17 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena.
Éste es mi mandamiento: Nadie tiene los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque le he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den frutos y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: Hoy, el Evangelio es casi tan actual como en los años finales del evangelista san Juan. Ser cristiano entonces no estaba de moda (más bien era bastante peligroso), como tampoco no lo está ahora. Si alguno quiere ser bien considerado por nuestra sociedad, mejor que no sea cristiano —porque en muchas cosas— tal como los primeros cristianos judíos, le «expulsarán de las sinagogas» (Jn 16,2).

Sabemos que ser cristiano es vivir a contracorriente: lo ha sido siempre. Incluso en épocas en que “todo el mundo” era cristiano: los que querían serlo de verdad no eran demasiado bien vistos por algunos. El cristiano es, si vive según Jesucristo, un testimonio de lo que Cristo tenía previsto para todos los hombres; es un testigo de que es posible imitar a Jesucristo y vivir con toda dignidad como hombre. Esto no gustará a muchos, como Jesús mismo no gustó a muchos y fue llevado a la muerte. Los motivos del rechazo serán variados, pero hemos de tener presente que en ocasiones nuestro testimonio será tomado como una acusación.

No se puede decir que san Juan, por sus escritos, fuera pesimista: nos hace una descripción victoriosa de la Iglesia y del triunfo de Cristo. Tampoco se puede decir que él no hubiese tenido que sufrir las mismas cosas que describe. No esconde la realidad de las cosas ni la substancia de la vida cristiana: la lucha.

Una lucha que es para todos, porque no hemos de vencer con nuestras fuerzas. El Espíritu Santo lucha con nosotros. Es Él quien nos da las fuerzas. Es Él, el Protector, quien nos libra de los peligros. Con Él al lado nada hemos de temer.

Juan confió plenamente en Jesús, le hizo entrega de su vida. Así no le costó después confiar en Aquel que fue enviado por Él: el Espíritu Santo.
 ORACION SOBRE OFRENDAS Acepta Señor. Los dones que tu Iglesia te presenta en la festividad de san Matías, Apóstol y, por medio de esta Eucaristía, fortalécenos con tu amor y con tu gracia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Prefacio II de los Apóstoles V. El Señor esté con vosotros. R. Y con tu espíritu. V. Levantemos el corazón. R. Lo tenemos levantado hacia el Señor. V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Porque cimentaste tu Iglesia sobre la roca de los Apóstoles, para que ella fuera en el mundo signo permanente de tu santidad y anunciara a los hombres, tu mensaje de salvación. Por eso,- con todos los ángeles y llenos de profunda devoción, te alabamos ahora y siempre, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 12) Éste es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado, dice el Señor. Aleluya. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Te rogamos, Señor, por intercesión de san Matías, Apóstol, que no nos prives nunca de este pan de vida para que podamos prepararnos, con tu gracia, a recibir la herencia reservada a tus hijos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen Fuente: www.laverdadcatolica.org; www.evangeli.net

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