Ordinario de la Misa: Viernes IV Semana de Pascua. Ciclo B. 04 de Mayo, 2012
Fiesta de san Felipe y Santiago, apóstoles
El mensaje del Señor llega a toda la tierra
Antífona de Entrada
Estos santos varones han sido escogidos por Dios en su infinito amor y han recibido de él la gloria eterna. Aleluya.
Se dice Gloria.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, tú que llenas de alegría a tu Iglesia con la festividad de los santos apóstoles Felipe y Santiago, concédenos, por su intercesión, vivir, como ellos, unidos a tu Hijo para que podamos llegar a contemplarte eternamente.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro de los
Hechos de los Apóstoles (13,26-33)
"Dios ha cumplido la promesa resucitando a Jesús"
En aquellos días, habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga: "Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación. Los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las profecías que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. Nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: "Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy.""
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 2
"Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy."
"Yo mismo he establecido a mi rey / en Sión, mi monte santo." / Voy a proclamar el decreto del Señor; / él me ha dicho: / "Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy." R.
"Pídemelo: te daré en herencia las naciones, / en posesión, los confines de la tierra: / los gobernarás con cetro de hierro, / los quebrarás como jarro de loza." R.
Y ahora, reyes, sed sensatos; / escarmentad, los que regís la tierra: / servid al Señor con temor, / rendidle homenaje temblando. R.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida, dice el Señor. Felipe, el que me ve a mí, ve también al Padre.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Juan (14, 1-6)
Gloria a ti, Señor.
"Yo soy el camino, y la verdad, y la vida"
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino." Tomás le dice: "Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí."
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Hoy la Iglesia celebra con gozo la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago. Es una fiesta en la que debemos celebrar la opción radical que estos hombres hicieron por el seguimiento de Jesús, comprendiéndolo como el verdadero camino que conduce el ser humano a Dios. Felipe y Santiago, al igual que los demás discípulos, confiaron plenamente en el proyecto misionero de Jesús; creyeron en la Palabra liberadora de Dios, logrando un vínculo total con la Divinidad, por medio de la entrega generosa de la vida al servicio del Reino. Juan invita a todos los creyentes a confiar en el Maestro, creer que en él Dios realmente actúa. Tal confianza tiene como recompensa el Reino de los cielos, una “habitación” en la casa del Padre (Cfr. v.2); es decir, una permanencia eterna junto a Dios, lo cual significa, en último término, vida y felicidad eternas. El evangelista indica que los discípulos ya conocen el camino para ir al Padre, pues han sido testigos del lavatorio de los pies y han escuchado el mandamiento nuevo. – La experiencia de fe de Felipe y Santiago nos debe llevar a la conclusión de que el servicio, la solidaridad y la fraternidad son el camino correcto para configurarnos con el Dios de la Vida.
Oración de los Fieles
Celebrante:
A Dios que ha enriquecido a su Iglesia con la vida, predicación y fidelidad de los apóstoles, oremos con confianza y pidámosle por todo el mundo. Digamos:
Danos tu luz y tu verdad.
Por la Iglesia, edificada sobre el fundamento de los apóstoles: para que viva con integridad la fe que de ellos recibió y la transmita mediante la predicación fiel al Evangelio de Jesucristo.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por nuestro Obispo y por los que colaboran con él en la marcha de nuestra diócesis: para que den un impulso renovado a la tarea evangelizadora de nuestra Iglesia.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por los que gobiernan nuestra nación y todos los pueblos del Tercer Milenio: para que trabajen con entrega y honestidad por la justicia y la paz.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por los cristianos que son perseguidos: para que, confortados por el ejemplo de los Santos Felipe y Santiago, vivan con firmeza su fe y la anuncien con ilusión,
valentía y generosidad.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por los que ven declinar sus fuerzas y se preparan para dejar este mundo: para que, purificados por la misericordia de Dios, gocen de la plenitud de su gloria.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por nosotros y por todos los que nos alimentamos con el Cuerpo y la Sangre de Cristo: para que estemos atentos a su voz que nos habla en cada acontecimiento y vivamos en íntima comunión con Él y con nuestros hermanos.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Celebrante:
Dios y Padre nuestro, mira con bondad a tu pueblo que se alegra al celebrar la fiesta de los apóstoles Felipe y Santiago, bendícenos generosamente, para que imitando su entrega podamos ser testigos del Evangelio hasta los confines de la tierra.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta festividad de tus santos Apóstoles Felipe y Santiago y concédenos celebrar esta Eucaristía, con sinceridad y pureza.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los Apóstoles l
Los apóstoles, pastores del
pueblo de Dios
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso, Pastor eterno.
Porque no abandonas a tu rebaño, sino que lo cuidas continuamente por medio de los santos Apóstoles, para que sea gobernado por aquellos mismos pastores que le diste como vicarios de tu Hijo.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Felipe, el que me ha visto a mí, ha visto también a mi Padre. Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que esta sagrada comunión purifique, Señor, nuestros corazones a fin de que podamos, como Felipe y Santiago, conocerte y amarte en tu Hijo y obtengamos así la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Fuente: www.lecturadeldia.com; www.servicioskononia.org
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