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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Evangelio XXXII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Jueves, 15 de noviembre, 2012.

Evangelio XXXII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Jueves, 15 de noviembre, 2012. Santo del día: San Alberto Magno, Doctor de la iglesia † Lectura del santo Evangelio según san Lucas (17, 20-25) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: “¿Cuándo llegará el Reino de Dios?” Jesús les respondió: “El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes”. Les dijo entonces a sus discípulos: “Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: ¿Dónde está el Reino de Dios? Los grupos de la época de Jesús lo identificaban con la dinastía davídica, con un nuevo sacerdocio, con un nuevo orden político, con un Templo liberado del nepotismo de los sumos sacerdotes. Incluso los mismos grupos nacionalistas rebeldes lo identificaban con un nuevo caudillo carismático que, al estilo de los antiguos jueces, los librara de la dominación extranjera. Los grupos de fanáticos religiosos, como los fariseos, consideraban que era un asunto de perfeccionismo legal, y los grupos apocalípticos lo asimilaban a una catástrofe cósmica que moviera los cimientos mismos de la historia de la humanidad. Sin embargo, la naciente comunidad cristiana descubría los signos de ese Reino en la acción redentora de Jesús sobre pobres, marginados, pecadores, enfermos, endemoniados y extranjeros. Es decir, identificaban el Reino con un orden de salvación en el que los límites humanos eran superados por acciones misericordiosas y servicios solidarios. – En nuestra época, muchos identifican el fin del mundo con las catástrofes naturales o con los desastres ambientales producto de la industrialización; otros confían en que la salvación les vendrá de un ahorro programado o de una dieta rejuvenecedora. Los seguidores de Jesús seguimos confiando en la eficacia del amor universal y del servicio desinteresado. Fuentes: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org

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