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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Ordinario de la Misa: XXXII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Jueves 15 de noviembre, 2012

Ordinario de la Misa: XXXII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. Jueves 15 de noviembre, 2012 El Señor ama al hombre justo Feria de la 32a. semana del T. O. o memoria libre de san Alberto Magno, obispo y doctor de la Iglesia Firmeza es el Señor para su pueblo Antífona de Entrada Firmeza es el Señor para su pueblo, defensa y salvación para sus fieles. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre. Oración Colecta Oremos: Padre misericordioso, que nunca dejas de tu mano a quienes has hecho arraigar en tu amistad, concédenos vivir siempre movidos por tu amor y un filial temor de ofenderte. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén. Primera Lectura Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón (7-20) Querido hermano: Recibí gran alegría y consuelo, con motivo de tu caridad con los hermanos, porque gracias a ti se sienten reconfortados. Por eso, aunque como apóstol de Cristo tengo pleno derecho a ordenarte lo que debes hacer, prefiero pedírtelo en nombre del amor. Yo, Pablo, ya anciano y ahora, además, prisionero por la causa de Cristo Jesús, quiero pedirte algo en favor de Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado para Cristo aquí en la cárcel. El en otro tiempo te fue inútil, pero ahora es muy útil para ti y para mí. Te lo envío. Recíbelo como a mí mismo. Yo hubiera querido retenerlo conmigo, para que en tu lugar me atendiera, mientras estoy preso por la causa del Evangelio. Pero no he querido hacer nada sin tu consentimiento, para que el favor que me haces no sea como por obligación, sino por tu propia voluntad. Tal vez él fue apartado de ti por un breve tiempo, a fin de que lo recuperaras para siempre, pero ya no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como hermano amadísimo. El ya lo es para mí.¡Cuánto más habrá de serlo para ti, no sólo por su calidad de hombre, sino de hermano en Cristo! Por tanto, si me consideras como compañero tuyo, recíbelo como a mí mismo. Y si en algo te perjudicó o algo te debe, ponlo a mi cuenta. Yo, Pablo, te lo pagaré, y esto lo firmo de mi puño y letra. Y eso para no mencionar que tienes una deuda conmigo, que eres tú mismo. Sí, hermano, hazme este favor por nuestra unión con el Señor, para que confortes mi corazón en Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo Responsorial Salmo 145 El Señor ama al hombre justo. El Señor siempre es fiel a su palabra y es quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo. El Señor ama al hombre justo. Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado. El Señor ama al hombre justo. A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios,oh Sión, reina por siglos. El Señor ama al hombre justo. Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. Yo soy la vid y ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante. Aleluya. Evangelio † Lectura del santo Evangelio según san Lucas (17, 20-25) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: “¿Cuándo llegará el Reino de Dios?” Jesús les respondió: “El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, porque el Reino de Dios ya está entre ustedes”. Les dijo entonces a sus discípulos: “Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un solo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allá’, pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: ¿Dónde está el Reino de Dios? Los grupos de la época de Jesús lo identificaban con la dinastía davídica, con un nuevo sacerdocio, con un nuevo orden político, con un Templo liberado del nepotismo de los sumos sacerdotes. Incluso los mismos grupos nacionalistas rebeldes lo identificaban con un nuevo caudillo carismático que, al estilo de los antiguos jueces, los librara de la dominación extranjera. Los grupos de fanáticos religiosos, como los fariseos, consideraban que era un asunto de perfeccionismo legal, y los grupos apocalípticos lo asimilaban a una catástrofe cósmica que moviera los cimientos mismos de la historia de la humanidad. Sin embargo, la naciente comunidad cristiana descubría los signos de ese Reino en la acción redentora de Jesús sobre pobres, marginados, pecadores, enfermos, endemoniados y extranjeros. Es decir, identificaban el Reino con un orden de salvación en el que los límites humanos eran superados por acciones misericordiosas y servicios solidarios. – En nuestra época, muchos identifican el fin del mundo con las catástrofes naturales o con los desastres ambientales producto de la industrialización; otros confían en que la salvación les vendrá de un ahorro programado o de una dieta rejuvenecedora. Los seguidores de Jesús seguimos confiando en la eficacia del amor universal y del servicio desinteresado. Oración sobre las Ofrendas Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza que vamos a ofrecerte, a fin de que purifique nuestros corazones y podamos corresponder a tu amor con nuestro amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Prefacio Común IX La gloria de Dios es el hombre viviente. El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo has dejado la huella de tu gloria en el hombre, creado a tu imagen. Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el proyecto de la creación y le das tu Espíritu para que sea artífice de justicia y de paz, en Cristo, el hombre nuevo. Por eso, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos con alegría el himno de tu alabanza: Santo, Santo, Santo… Antífona de la Comunión Los ojos de todos los hombres te miran, Señor, llenos de esperanza, y tú das a cada uno su alimento. Oración después de la Comunión Oremos: Señor, tú que nos has renovado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos que la participación en esta Eucaristía nos ayude a obtener la plenitud de la redenció. Amén. Fuentes: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org

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