Domingo XXVI del Tiempo Ordinario
26 de septiembre de 2010
MONICIÓN DE ENTRADA
Reciban, hermanos y hermanas, nuestra más cordial bienvenida en el inicio de esta Eucaristía correspondiente el Domingo 26 del Tiempo Ordinario. Jesús de Nazaret, con la parábola del rico comilón y del pobre Lázaro, nos va a mostrar a nosotros, hoy, como ya lo hizo con aquellos que escuchaban su voz hace más de dos mil años, que los abusos de unos pocos traen hambre y muerte a muchos. Y que el abuso de las riquezas y de los medios materiales no es otra cosa que un camino criminal que lleva el sufrimiento a muchos. Pero ese comportamiento tendrá su castigo. Ya lo dice el profeta Amós. Dispongámonos a aprender, un domingo más, lo que nos muestra y enseña la Palabra de Jesucristo. Ojalá le hagamos caso y evitemos el mal y el hambre que sufren muchos de nuestros semejantes. Y ahora con la alegría que nos da sentirnos hermanos y discípulos de Jesús iniciamos con júbilo y amor nuestra celebración…De pie para recibir al Celebrante cantando.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- Seguimos, como el domingo pasado, leyendo al Profeta Amós. Este profeta siempre condenó a los ricos de su época, crueles explotadores de los pobres. Hoy afea a esos poderosos sus excesos con la comida y las fiestas a costa de la indigencia de los más desfavorecidos. Escuchemos
2.- Continuamos, también, leyendo fragmentos de la Carta Primera a Timoteo. El apóstol Pablo continúa con la formación, a distancia, de uno de sus discípulos más queridos. Hoy le pide perseverancia hasta el momento que haya de presentarse hasta el Señor. Escuchemos
3.- El Evangelio de San Lucas nos narra hoy la parábola del rico Epulón y del pobre Lázaro. Es una enseñanza clara en torno a que los abusos –también los de la comida—llevan a tiranizar al hombre. E invoca el Señor Jesús un problema muy acuciante todavía hoy: el del hambre en el mundo. De pie para escuchar la proclamación del Santo Evangelio.
XXVI Domingo del Tiempo Ordinario
26 de septiembre de 2010
La oración de los fieles
CELEBRANTE
Cristo nos invita a elevar la mirada desde este mundo al Padre. En esta actitud presentamos a través del Hijo nuestras plegarias. Hoy repetimos:
PADRE, ACOGE NUESTRA ORACIÓN.
1.- Por el Papa, los obispos y sacerdotes para que no se cansen de anunciar el Evangelio, que nos lleva a compartir nuestros bienes con los más necesitados.
OREMOS AL SEÑOR
MONITOR
2.- Por los jefes de gobierno, los que tienen el poder económico, los que imparten justicia, para que no se dejen llevar por las “glorias” de este mundo y tengan su mirada en los más pobres y necesitados.
OREMOS AL SEÑOR
3.- Por los enfermos, por los moribundos, los necesitados, los que no tienen trabajo para que el Señor les ayude a través nuestra que somos sus hermanos.
OREMOS AL SEÑOR
4.- Por las familias cristianas, para que sea el Señor centro de su hogar y el Espíritu Santo guíe sus corazones hacia el Amor.
OREMOS AL SEÑOR
5.- Por todos nosotros que celebramos esta fiesta todos los domingos y que nos sentamos a la mesa del Señor, para que Él ilumine nuestro caminar haciéndonos ver siempre cual es su voluntad.
OREMOS AL SEÑOR
CELEBRANTE
Padre, con inmensa humildad te pedimos concedas a tu pueblo lo que confiado te pide.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario