Lunes 18 de Octubre,2010
San Lucas Evangelista
Fiesta
Señor, que todos tus fieles te bendigan
Antífona de Entrada
Qué hermoso es ver correr sobre los montes al mensajero que anuncia la paz, que trae buenas noticias, que anuncia la salvación.
Se dice Gloria.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, tú que elegiste a san Lucas para revelar al mundo, mediante su predicación y su Evangelio, el misterio de tu predilección por los pobres, haz que todos los que hemos recibido de ti la gracia de conocerte, unidos por un profundo espíritu de fraternidad, demos al mundo testimonio claro de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura de la segunda carta
del apóstol san Pablo a
Timoteo (4, 9-17)
Querido hermano: Haz lo posible por venir a verme cuanto antes, pues Dimas, prefiriendo las cosas de este mundo, me ha abandonado y ha partido a Tesalónica. Crescencio se fue a Galacia, y Tito, a Dalmacia. El único que me acompaña es Lucas. Trae a Marcos contigo, porque me será muy útil en mis tareas. A Tíquico lo envié a Efeso. Cuando vengas, tráeme el abrigo que dejé en Tróade, en la casa de Carpo. Tráeme también los libros y especialmente los pergaminos.
Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho daño. El Señor le dará su merecido. Cuídate de él, pues se ha opuesto tenazmente a nuestra predicación.
La primera vez que me defendí ante el tribunal, nadie me ayudó. Todos me abandonaron. Que no se les tome en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 144
Señor, que todos
tus fieles te bendigan.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas.
Señor, que todos
tus fieles te bendigan.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones.
Señor, que todos
tus fieles te bendigan.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca.
Señor, que todos
tus fieles te bendigan.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo los he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayan y den fruto y su fruto permanezca.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (10, 1-9)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús designó a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo:
“La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; yo los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Cuando entren en una casa digan: ‘Que la paz reine en esta casa’. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios’ ”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
Hoy es la fiesta del evangelista Lucas. En realidad es poco lo que se conoce de los autores de los evangelios. Tales “autores” no escribieron para hacer una crónica, sino para dar a conocer a una persona: Jesús de Nazaret. Los evangelios no fueron escritos de manera inmediata por los discípulos del Jesús histórico, sino que se hicieron escritura por la necesidad de generaciones posteriores que vieron la importancia de conservar el testimonio de los primeros discípulos y discípulas de Jesús. De este proyecto salvífico hace parte el evangelista Lucas, autor del evangelio que lleva su nombre, de quien se dice que era médico sirio y que posteriormente acompañó a Pablo en algunos de sus viajes misioneros (2 Tim 4, 11). Es autor también del libro de los Hechos de los Apóstoles, que es la continuación narrativa y teológica de su evangelio. El programa narrativo y teológico del evangelio estriba en que Jesús, el Señor, enseñó a destruir el poder del mal a partir de la creación de una comunidad convertida, socialmente comprometida, que lo confesara como el Hijo de Dios que vino a devolver la vista a los ciegos y a liberar a los oprimidos de la humanidad. Programa que desplegó el Libro de los Hechos de los Apóstoles.
Comentario de hoy:
Jesús ha tomado la firme determinación de ir a Jerusalén, pues se acerca el tiempo de su salida de este mundo. Y el Señor quiere que todos los que creemos en Él colaboremos en el anuncio del Reino tanto con las palabras como con las obras, siendo para todos signo de la liberación de la esclavitud al mal, y signos de paz, de la paz que sólo procede de Dios. Y el Señor no quiere que sus discípulos queden esclavos de un lugar; Él nos quiere en camino, pues la mies es mucha y los obreros pocos. La misión que desarrollen todos los fieles ha de estar en plena comunión con Cristo, Piedra angular de la Iglesia, y con los Apóstoles y sus Sucesores, pues la Iglesia se edifica sobre el cimiento de ellos. Esto debe llevarnos a todos a estar dispuestos a dar razón de nuestra esperanza al mundo entero, cada uno conforme a la gracia recibida. Pero para ser auténticos portadores del Evangelio hemos de aprender a ser discípulos de Jesús, entendiendo y siendo los primeros en vivir aquello que anunciemos a los demás. Así, como Iglesia, no sólo hemos de ser evangelizadores, sino también evangelizados.
Oración de los Fieles
Celebrante:
Invoquemos a Dios, que vela por su Iglesia y que no deja de enriquecerla con la asistencia de su Espíritu Santo, para que sea la comunidad de fe y de vida que el mundo necesita.
Digamos:
Danos tu luz y tu verdad.
Por la Iglesia del Tercer Milenio cristiano: para que en la vida de cada uno de los cristianos se pueda leer el Evangelio viviente de Jesucristo.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por las comunidades cristianas: para que, teniéndolo todo en común, sean solidarias con los pobres y necesitados.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por los que predican el Evangelio: para que encuentren corazones receptivos y la Palabra de Dios dé frutos abundantes de santidad.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por los que se sienten solos, están tristes o abandonados: para que se les anuncie la buena noticia de la salvación y, descubriendo el amor de Dios, se sientan confortados.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por los jóvenes que buscan ideales altos que den sentido a sus vidas: para que en Jesucristo y en su Evangelio los encuentren y se lancen a vivirlos con generosidad y entrega.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Por los que celebramos la fiesta de San Lucas: para que aprendamos cada día a vivir más en comunión unos con otros y nos dispongamos a construir juntos la Iglesia.
Oremos al Señor.
Danos tu luz y tu verdad.
Celebrante:
Padre bueno, que por medio de San Lucas quisiste manifestarnos tu preferencia por los más pobres; escucha las oraciones que te hemos presentado y no permitas que nunca nos cerremos a nuestra propia carne desentendiéndonos de nuestros hermanos necesitados.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Purifica, Señor, nuestros corazones, a fin de que el sacrificio que vamos a ofrecerte en la festividad de san Lucas evangelista, nos obtenga la salud del espíritu y la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los Apóstoles II
Los apóstoles, cimientos de la
Iglesia y testigos de Cristo
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Porque cimentaste tu Iglesia sobre la roca de los Apóstoles, para que ella fuera en el mundo signo permanente de tu santidad y anunciara a los hombres, tu mensaje de salvación.
Por eso, con todos los ángeles y llenos de profunda devoción, te alabamos ahora y siempre, diciendo:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
El Señor envió a sus discípulos a anunciar por todas partes la llegada del Reino de Dios.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que esta sagrada comunión aumente, Señor, en nosotros el amor a Cristo y nos haga permanecer fieles al Evangelio, predicado y trasmitido por san Lucas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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