III Domingo de Pascua
8 de mayo de 2011
MONICIÓN DE ENTRADA
Hoy vamos a asistir a ver como Jesús Resucitado se hace el encontradizo con dos discípulos: los de Emaús. Y hoy tenemos que decir, asimismo, que Jesús se hace el encontradizo, constantemente, con muchos que necesitan su ayuda. Lo importante es verle. Lo importante es que no le dejemos pasar de largo y se siente con nosotros a la mesa y nos parta el pan. Con esta idea de encuentro y reencuentro permanente con Jesús en la Eucaristía, para compartir su Cuerpo, su Sangre y su Palabra, les damos nuestra más afectuosa bienvenida a la Eucaristía del III Domingo de Pascua, la cual nos marca camino y enseñanza. Además, con la alegría desbordante por haber sido testigos de la Resurrección del Señor les rogamos que iniciemos nuestra liturgia de hoy con el máximo entusiasmo y todo nuestro gozo… De pie para recibir al Celebrante cantando.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- La primera lectura de hoy, sacada del Libro de los Hechos de los Apóstoles recoge el primer discurso de Pedro dirigido a los habitantes de Jerusalén, sobre la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret y, sobre todo, habla Pedro de la misión de Jesús como Mesías, pues la esperanza mesiánica estaba muy arraigada entre el pueblo judío. A nosotros nos sirve de esperanza y de alegría por la resurrección del Señor. Escuchemos.
2.- Seguimos leyendo, en el espacio de la segunda lectura, la primera Carta del Apóstol Pedro. Y en esta primitiva encíclica se recomienda a los contemporáneos del primer Papa de la Iglesia una forma de entender el seguimiento de Cristo, lejos del culto cerrado y formal del Templo y más cerca de lo espiritual que lo de lo puramente formal o ritual. Escuchemos.
3.- El Evangelio de Lucas narra el encuentro de Jesús Resucitado con los discípulos de Emaús. Es, sin duda, uno de los más bellos relatos de todos los Evangelios. Y como decíamos en la monición de entrada, ojalá sepamos reconocer al Señor Jesús enseguida, al partir el pan y en el rostro sufriente de muchos hermanos. De pie para escuchar la proclamación del Santo Evangelio.
III Domingo de Pascua
8 de mayo de 2011
La oración de los fieles
CELEBRANTE
Es tiempo de abrir los ojos a una nueva realidad. La resurrección de Cristo irrumpe en nuestra vida, como ocurrió en aquellos discípulos camino de Emaús. Pidamos al Padre que nos haga ver a Cristo en los momentos cotidianos de nuestra vida. Repetimos:
PADRE, QUE RECONOZCAMOS A TU HIJO.
1. – Por todos los pastores de la Iglesia, en especial por el Papa y nuestro obispo diocesano, para que descubramos en sus palabras y decisiones la mano de Dios actuando en nosotros.
OREMOS AL SEÑOR
MONITOR
2. – Por los dirigentes de las naciones, por los que tienen en sus manos los designios de la economía, la justicia y la política para que vean en sus pueblos el rostro de Cristo y lo atiendan con prontitud.
OREMOS AL SEÑOR
3. – Por los que viven bajo la enfermedad, la necesidad, la angustia, para que vean en su situación la mano de Cristo que los sostiene y se dejen guiar por Él en sus sufrimientos.
OREMOS AL SEÑOR
4. – Por las familias cristianas, para que ante los problemas y conflictos que surjan encuentren a Cristo como compañero de sus dificultades y se dejen aconsejar por su Palabra viva.
OREMOS AL SEÑOR
5.- Por aquellos que se han alejado de Dios y de su Iglesia, para que descubriendo el amor que Cristo les tiene lleguen un día a forma parte de su cuerpo místico.
OREMOS AL SEÑOR
6.- Por las intenciones recibidas en la obra Por Cristo….Mas, Mas, Mas, para que el Señor las acoja conforme su santa voluntad
OREMOS AL SEÑOR
7. – Por todos nosotros que hemos reconocido a Cristo en el altar para que sepamos llevar la Buena Nueva a todos los hombres de buena voluntad.
OREMOS AL SEÑOR
CELEBRANTE
Padre que nos has mostrado a Cristo en el sacramento del altar y en el seno de la Iglesia, haz que perseverando en la Eucaristía lleguemos un día a reconocer la profundidad del Amor que nos tienes.
Te lo pedimos por Jesucristo resucitado Nuestro Señor.
Amén
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