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martes, 14 de febrero de 2012
Ordinario de la Misa: Miercoles VI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 15 de Febrero, 2012
Ordinario de la Misa: Miercoles VI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 15 de Febrero, 2012
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos
Feria de la 6a. semana del Tiempo Ordinario
¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
Antífona de Entrada
Eres justo, Señor, y rectos son tus mandamientos. Muéstrate bondadoso conmigo y ayúdame a cumplir tu voluntad.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, que te has dignado redimirnos y hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo, obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol
Santiago (1, 19-27)
Queridos hermanos:
Tengan esto presente: que cada uno sea pronto para escuchar y lento para hablar, lento para enojarse; porque la ira del hombre no produce la rectitud que quiere Dios.
Arranquen, pues, de ustedes toda impureza y maldad y acepten dócilmente la palabra que ha sido sembrada en ustedes y es capaz de salvarlos.
Pongan en práctica esa palabra y no se limiten a escucharla, engañándose a ustedes mismos; pues quien escucha la palabra y no la pone en práctica, se parece a un hombre que se mira la cara en un espejo, y después de mirarse, se da la media vuelta y al instante se olvida de cómo es. En cambio, el que se concentra en la ley perfecta de la libertad y es constante, no en oírla y olvidarla, sino en ponerla por obra, ése encontrará su felicidad en practicarla.
Si alguno cree que es hombre religioso, pero no sabe poner freno a su lengua, él mismo se engaña y su religión no sirve de nada. La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y en guardarse de este mundo corrompido.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 14
¿Quién será grato
a tus ojos, Señor?
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero en todas sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia.
¿Quién será grato
a tus ojos, Señor?
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo.
¿Quién será grato
a tus ojos, Señor?
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes, ése será agradable a los ojos de Dios eternamente.
¿Quién será grato
a tus ojos, Señor?
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine nuestras mentes, para que podamos comprender cuál es la esperanza que nos da su llamamiento.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Marcos (8, 22-26)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Betsaida y enseguida le llevaron a Jesús un ciego y le pedían que lo tocara. Tomándolo de la mano, Jesús lo sacó del pueblo, le puso saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: “¿Ves algo?”
El ciego, empezando a ver,le dijo:
“Veo a la gente, como si fueran árboles que caminan”.
Jesús le volvió a imponer las manos en los ojos y el hombre comenzó a ver perfectamente bien: estaba curado y veía todo con claridad. Jesús lo mandó a su casa, diciéndole: “Vete a tu casa, y si pasas por el pueblo,no se lo digas a nadie”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
El ciego del evangelio necesita tres pasos para superar su ceguera. El primero es salir de la ciudad, donde ni veía ni era visto; sólo era una boca más que alimentar a expensas de la caridad pública. Jesús lo saca de un centro de marginación y lo conduce a una periferia desde donde puede recomenzar. El segundo, al comenzar a recuperar la luz de los ojos sólo es capaz de reconocer a los demás como parte del entorno natural; es decir, no los ve como seres humanos. El tercero y último paso lo conduce a ver con claridad y bien lejos, es decir, a entrar en el ámbito de Jesús en el que el horizonte humano supera la lógica de la exclusión y la supremacía del centro urbano. Por eso, cuando este hombre afina la mirada, es enviado a casa sin volver a la ciudad. Volver al centro urbano sería regresar a su antigua condición. – Hoy afrontamos un desafío similar. Hemos perdido la capacidad de reconocer a los demás como seres humanos y sólo los reconocemos en sus roles sociales como jefes, madres, profesionales. Pero, lo más importante es despegarnos del molde que nos impone la cultura y reconocernos como humanos.
Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, fuente de la paz y del amor sincero, concédenos glorificarte por estas ofrendas, y unirnos fielmente a ti por la participación en esta Eucaristía.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común IX
La gloria de Dios es el hombre
viviente.
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo has dejado la huella de tu gloria en el hombre, creado a tu imagen.
Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el proyecto de la creación y le das tu Espíritu para que sea artífice de justicia y de paz, en Cristo, el hombre
nuevo.
Por eso, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos con alegría el himno de tu alabanza:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de la Comunión
Como la cierva busca el agua de los ríos, así, sedienta, mi alma te busca a ti, Dios mío.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Tú que nos has instruido con tu palabra y alimentado con tu Eucaristía, concédenos, Señor, aprovechar estos dones para que vivamos aquí unidos a tu Hijo y podamos, después,participar de su vida inmortal.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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