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viernes, 17 de febrero de 2012

Ordinario de la Misa: Sabado VI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 18 de Febrero, 2012 Santa María en Sábado Memoria libre “Este es mi Hijo amado: escúchenlo” Antífona de Entrada María, el Altísimo te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra, y de tal manera te ha glorificado, que los hombres no cesan de alabarte. Oración Colecta Oremos: Por intercesión de la santísima Virgen María, llena de gracia, cuya gloriosa memoria estamos celebrando, haz, Señor, que también nosotros podamos participar de los dones de tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén. Primera Lectura Lectura de la carta del apóstol Santiago (3, 1-10) Hermanos míos: Que no se pongan tantos de ustedes a enseñar como maestros, pues a los que enseñamos se nos juzgará con mayor severidad. Todos fallamos en muchas cosas y quien no falla al hablar es hombre perfecto, capaz de dominar todo su cuerpo. Piensen que a los caballos les ponemos el freno en el hocico para hacerlos obedecer y para dirigir, así, todo su cuerpo. Fíjense también en los barcos: son muy grandes, los empujan vientos muy fuertes, y sin embargo, el piloto los dirige a su arbitrio, por medio de un pequeñísimo timón. Pues lo mismo pasa con la lengua: es un órgano muy pequeño y se cree capaz de grandes cosas. Bien saben ustedes además, que un fuego insignificante incendia todo un bosque. Pues la lengua es un fuego y encierra en sí todo un mundo de maldad. Es uno de nuestros órganos, y sin embargo, contamina al cuerpo entero; prendida por el infierno, incendia todo el curso de nuestra existencia. Por otra parte, toda clase de fieras y aves, de reptiles y animales marinos se pueden domar y han sido domados por el hombre; pero ningún hombre ha podido domar la lengua, que es una constante amenaza, cargada de veneno mortal. Con la lengua bendecimos al que es nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, creados a imagen de Dios. De la misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos míos, esto no debe ser así. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo Responsorial Salmo 11 Tú nos protegerás, Señor. Sálvanos tú, Señor, porque ya no hay ni bondad ni lealtad entre los hombres. No hacen más que mentirse unos a otros, siempre hablan con doblez sus corazones. Tú nos protegerás, Señor. Extermina, Señor, a los hipócritas y a los que dicen, fanfarrones: “La lengua es nuestra fuerza: ¿quién será el que se atreva a darnos órdenes?” Tú nos protegerás, Señor. Tus palabras, Señor, sí son sinceras, son plata refinada siete veces. Tú nos protegerás, Señor, nos librarás de esta gente para siempre. Tú nos protegerás, Señor. Aclamación antes del Evangelio Aleluya, aleluya. En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: “Este es mi Hijo amado: escúchenlo”. Aleluya. Evangelio † Lectura del santo Evangelio según san Marcos (9, 2-13) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés,conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. En realidad no sabía lo que decía, porque estaban asustados. Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: “Este es mi Hijo amado; escúchenlo”. En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí qué querría decir eso de “resucitar de entre los muertos”. Le preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?” El les contestó: “Si fuera cierto que Elías tiene que venir primero y tiene que poner todo en orden, entonces ¿cómo es que está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Por lo demás, yo les aseguro que Elías ha venido ya y lo trataron a su antojo, como estaba escrito de él”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: El episodio de la transfiguración, como el del bautismo, nos descubre que lo esencial de la experiencia espiritual de Jesús radica en el descubrirse como hijo amado del Padre. Tanto la espiritualidad del que lucha contra la idolatría, representada en la figura de Elías, como la espiritualidad del profeta legislador, representada en la figura de Moisés, quedan incluidas en esta nueva espiritualidad filial en la que lo esencial es el amor a la causa del Padre y la escucha traducida en obediencia. La propuesta de las tres tiendas de Pedro queda desplazada por la voz que viene del cielo y que exige el reconocimiento de Jesús como el hijo por excelencia, y la obediencia a él, como respuesta de fe. A Jesús se le comprende en relación con la Ley y los Profetas, es decir, con las enseñanzas del Antiguo Testamento, pero se le acepta en su realidad de ser la voz autorizada de Dios. El ascenso al monte para escuchar el mensaje de Dios es el paso necesario antes de hacer realidad esa experiencia en la vida cotidiana. Jesús nos invita a participar en su transfiguración, pero, al mismo tiempo, a vivir todas las vicisitudes de la vida ordinaria. Oración sobre las Ofrendas Jubilosos de poder celebrar la festividad de la Madre de tu Hijo, te presentamos, Señor, estas ofrendas de alabanza, y te pedimos que por este santo intercambio de dones, se acrecienten en nosotros los frutos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Prefacio de Santa María Virgen III María, modelo de la Iglesia El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, y alabarte en esta festividad de la Virgen María. Porque al aceptar ella a tu Unigénito en su corazón inmaculado, mereció concebirlo en su seno virginal y, al dar a luz a Cristo, preparó el nacimiento de la Iglesia. Porque al aceptar, junto a la cruz, el encargo de tu amor, recibió como hijos a todos los hombres, redimidos por la sangre de Cristo. Porque al unirse a las oraciones de los apóstoles y de los discípulos, que esperaban la venida del Espíritu Consolador, se convirtió en el modelo de la Iglesia suplicante y, desde su asunción gloriosa a los cielos, sigue mostrando su amor y protección a la Iglesia que peregrina hacia la vida eterna, hasta que venga el Señor, lleno de gloria. Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos sin cesar, diciendo: Santo, Santo, Santo... Antífona de la Comunión Me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque ha puesto Dios sus ojos en la humildad de su esclava. Oración después de la Comunión Oremos: Habiendo recibido el sacramento celestial, te pedimos, Señor, que cuantos hemos celebrado con veneración, la memoria de la santísima Virgen María, merezcamos participar del banquete eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

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