Ordinario de la Misa: Jueves XXII Semana T. O. Ciclo A. 01 de Septiembre, 2011
El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad
Feria de la 22a. semana del Tiempo Ordinario.
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios
Antífona de Entrada
Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocaréis y yo os escucharé y os libraré de vuestra esclavitud donde quiera que os encontréis.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura de la carta del apóstol
san Pablo a los colosenses
(1, 9-14)
Hermanos: Desde que recibimos noticias de ustedes, no hemos dejado de pedir incesantemente a Dios que los haga llegar a conocer con plenitud su voluntad, por medio de la perfecta sabiduría y del conocimiento espiritual. Así ustedes vivirán según el Señor se merece, le agradarán en todo, darán fruto con toda clase de buenas obras y crecerán en el conocimiento de Dios.
Fortalecidos en todo aspecto por el poder que irradia de él, podrán resistir y perseverar en todo con alegría y constancia, y dar gracias a Dios Padre, el cual nos ha hecho capaces de participar en la herencia de su pueblo santo, en el reino de la luz.
El nos ha liberado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al Reino de su Hijo amado, por cuya sangre recibimos la redención, esto es, el perdón de los pecados.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 97
El Señor nos ha mostrado
su amor y su lealtad.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
El Señor nos ha mostrado
su amor y su lealtad.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor.
El Señor nos ha mostrado
su amor y su lealtad.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos al son de los clarines, al Señor, nuestro rey.
El Señor nos ha mostrado
su amor y su lealtad.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor, y yo los haré Pescadores de hombres.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (5, 1-11)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la palabra de Dios.
Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Lleva la barca mar adentro y echen sus redes
para pescar”. Simón replicó:
“Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu palabra echaré las redes”.
Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos
barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: “¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!”
Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro, al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Entonces Jesús le dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Luego llevaron las barcas a tierra, y dejándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
Las palabras de Jesús, que siempre están llenas de vida, a tal punto que toda la población se acerca a escuchar al maestro, tienen una particular relevancia: Jesús, acercándose a la cotidianidad y usando una nueva metodología que parte de la realidad y vuelve a ella, proclama el Reino de Dios de forma itinerante, yendo de un lugar a otro.
En esta ocasión se encuentra a orillas del lago contemplando, e invitando a contemplar, la faena de la pesca, para luego expresar su discurso; figura que Jesús asume y le da nuevo significado como símbolo del seguimiento al discipulado a partir de este encuentro con los pescadores de Galilea, con Pedro a la cabeza.
La faena no ha tenido resultado, pero Jesús habla a Simón Pedro y le pide que eche nuevamente las redes. La respuesta de Pedro nos llama la atención y tiene que resonar entre nosotros; por la palabra de Jesús volverán a la faena; la palabra de Jesús nos tiene que llevar a actuar en la realidad de nuestra vida.
Las dos barcas se llenaron de peces, los pescadores llegaron a la orilla, dejaron sus artes de pesca y siguieron a Jesús, quien dijo: “No temas, en adelante serás pescador de hombres”.
Oración sobre las Ofrendas
Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común IV
La alabanza, don de Dios
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues, aunque no necesitas de nuestra alabanza, es don tuyo el que seamos agradecidos; y aunque nuestras bendiciones no aumentan tu gloria, nos aprovechan para nuestra salvación.
Por Cristo nuestro Señor. Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis esperanzas.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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