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martes, 23 de agosto de 2011

Ordinario de la Misa: Miércoles XXI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 24 de Agosto, 2011

Ordinario de la Misa: Miércoles XXI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 24 de Agosto, 2011
San Bartolomé, Apóstol
Fiesta
Señor, que todos tus fieles te bendigan
Antífona de Entrada
Anunciad, día tras día, que la salvación viene de Dios y proclamad sus maravillas a todas las naciones.
Se dice Gloria.

Oración Colecta
Oremos:
Fortalece, Señor, nuestra fe para que sigamos a Cristo con la misma sinceridad de san Bartolomé, apóstol y concédenos, por su intercesión, que la Iglesia sea un instrumento eficaz de salvación para todos los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro del
Apocalipsis del apóstol san
Juan (21, 9-14)
Uno de los ángeles me habló y me dijo: “Ven, que te voy a enseñar a la novia, a la esposa del Cordero”. Entonces me transportó en espíritu a una montaña elevada y me mostró a Jerusalén, la ciudad santa, que descendía del cielo, resplandeciente con la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al de una piedra preciosa, como el de un diamante cristalino.
Tenía una muralla ancha y elevada, con doce puertas monumentales, y sobre ellas, doce ángeles y doce nombres escritos, los nombres de las doce tribus de Israel. Tres de estas puertas daban al oriente, tres al norte, tres al sur y tres al poniente. La muralla descansaba sobre doce cimientos, en los que estaban escritos los doce nombres de los apóstoles del Cordero.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 144
Señor, que todos tus fieles
te bendigan.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas.
Señor, que todos tus fieles
te bendigan.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre y tu imperio, por todas las generaciones.
Señor, que todos tus fieles
te bendigan.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca.
Señor, que todos tus fieles
te bendigan.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel.
Aleluya.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Juan (1, 45-51)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Felipe se encontró con Natanael y le dijo:
“Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley y también los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José”.
Natanael replicó: “¿Acaso puede salir de Nazaret algo bueno?”
Felipe le contestó:
“Ven y lo verás”.
Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo:
“Este es un verdadero israelita en el que no hay doblez”.
Natanael le preguntó: “¿De dónde me conoces?” Jesús le respondió: “Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera”. Respondió Natanael: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel”.
Jesús le contestó: “Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver”. Después añadió: “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:
Natanael es un hombre bueno, creyente, sincero, pero refleja en su actitud todos los prejuicios de su época. Como tantos de sus coetáneos considera que nada bueno puede venir de la periferia, ¡Nazaret! Y esto es así porque este Natanael es un personaje representativo de las personas pragmáticas, que consideran ingenuamente que todo lo bueno tiene que provenir de los centros del poder, de la riqueza y del prestigio. Pero lo cierto es que en toda la historia de la humanidad los cambios han venido desde abajo y desde la periferia. Él no espera a un humilde profeta campesino, como podía parecer Jesús a sus contemporáneos, sino un héroe rodeado de todas las garantías políticas, económicas y académicas que garantizara el éxito de su gestión. Jesús hace tambalear todas esas pretensiones de Natanael al descubrirle que, si bien su intención es sincera, su mirada está orientada hacia el lugar equivocado. La famosa ‘higuera’ representa a todos los personajes que con fe sincera se entregan al señor, pero cuyo pesimismo les impide ver la esperanza de Dios que germina en la periferia y en la pobreza.

Oración de los Fieles
Celebrante:
Hermanos, oremos a Dios que ha querido edificar su Iglesia sobre la fe firme de los apóstoles, y por intercesión de San Bartolomé
digamos:
Te rogamos, óyenos.
Para que la Iglesia del nuevo milenio viva la fe que ha recibido en toda su pureza y la transmita con fidelidad, entrega y compromiso.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Para que el mensaje del Evangelio arraigue en el corazón de todos los hombres y los transforme según la medida del amor de Dios.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Para que los religiosos confiesen con sus vidas que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que sean muchos los que lo sigan.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Para que los que tienen poder de decisión en la marcha de nuestra sociedad no ahorren esfuerzos por hacerla cada vez más justa, fraterna y solidaria.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Para que los cristianos que son perseguidos a causa de su adhesión a Jesucristo, por la intercesión de San Bartolomé experimenten firmeza, ilusión y alegría serena.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.
Para que todos nosotros, en nuestra vida cotidiana, vivamos como Jesús: haciendo el bien, amando a todos y sembrando paz.
Oremos al Señor.
Te rogamos, óyenos.

Celebrante:
Oh Dios, que con tu poder confirmas el testimonio de aquellos que eliges para que anuncien el Evangelio; escucha nuestras súplicas, llénanos de la sabiduría de tu Espíritu y haz que permanezcamos fieles a Ti hasta que vengas a buscarnos en tu gloria.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Oración
sobre las Ofrendas
Señor, que el sacrificio de alabanza que vamos a ofrecerte en la fiesta del apóstol san Bartolomé, nos obtenga, por su intercesión, la gracia de servirte con fidelidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los Apóstoles I
Los apóstoles, pastores del
pueblo de Dios
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso, Pastor eterno. Porque no abandonas a tu rebaño, sino que lo cuidas continuamente por medio de los santos Apóstoles, para que sea gobernado por aquellos mismos pastores que le diste como vicarios de tu Hijo.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
Yo os daré a vosotros el Reino que mi Padre me tiene preparado y en él comeréis y beberéis conmigo.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que la comunión que hemos recibido, al celebrar la fiesta de san Bartolomé, nos dé fuerza, Señor, para imitar a Cristo aquí en la tierra y alcanzar la vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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