Ordinario de la Misa: Miércoles XXXIV Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 23 de Noviembre, 2011
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera
Feria de la 34a. S. T. O o memoria libre de san Clemente I, Papa y mártir o san Columbano, Abad
Bendito seas para siempre, Señor
Antífona de Entrada
Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.
Oración Colecta
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Daniel (5, 1-6. 13-14. 16-17. 23-28)
En aquellos días, el rey Baltasar dio un gran banquete en honor de mil funcionarios suyos y se puso a beber con ellos. Animado por el vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y de plata que su padre, Nabucodonosor, había robado del templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus funcionarios, sus mujeres y sus concubinas.
Trajeron, pues, los vasos de oro y de plata robados del templo de Jerusalén, y en ellos bebieron el rey y sus funcionarios, sus mujeres y sus concubinas. Bebieron y comenzaron a alabar a sus dioses de oro y plata, de bronce y de hierro, de madera y de piedra.
De repente aparecieron los dedos de una mano, que se pusieron a escribir en la pared del palacio, detrás del candelabro, y el rey veía cómo iban escribiendo los dedos. Entonces el rey se demudó, la mente se le turbó, le faltaron las fuerzas y las rodillas le empezaron a temblar.
Trajeron a Daniel y el rey le dijo: “¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados, que mi padre Nabucodonosor trajo de Judea? Me han dicho que posees el espíritu de Dios, inteligencia, prudencia y sabiduría extraordinarias. Me han dicho que puedes interpretar los sueños y resolver los problemas.
Si logras leer estas palabras y me las interpretas, te pondrán un vestido de púrpura y un collar de oro y serás el tercero en mi reino”.
Daniel le respondió al rey:
“Puedes quedarte con tus regalos y darle a otro tus obsequios. Yo te voy a leer esas palabras y te las voy a interpretar.
Tú te has rebelado contra el Señor del cielo: has mandado traer los vasos de su casa, y tú y tus funcionarios, tus mujeres y tus concubinas han bebido en ellos; has alabado a dioses de plata y de oro, de bronce y de hierro, de madera y de piedra, que no ven ni oyen ni entienden, pero no has glorificado al Dios que tiene en sus manos tu vida y tu actividad. Por eso Dios ha enviado esa mano para que escribiera.
Las palabras escritas son:
‘Contado, Pesado, Dividido’ y ésta es su interpretación.
‘Contado’: Dios ha contado los días de tu reinado y les ha puesto límite. ‘Pesado’: Dios te ha pesado en la balanza y te falta peso. ‘Dividido’: Tu reino se ha dividido y se lo entregarán a los medos y a los persas”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Daniel 3
Bendito seas para siempre,
Señor.
Sol y luna, bendigan al Señor. Estrellas del cielo, bendigan al Señor.
Bendito seas para siempre,
Señor.
Lluvia y rocío, bendigan al Señor. Todos los vientos, bendigan al Señor.
Bendito seas para siempre,
Señor.
Fuego y calor, bendigan al Señor. Fríos y heladas, bendigan al Señor.
Bendito seas para siempre,
Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Sé fiel hasta la muerte y te daré como premio la vida,dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (21, 12-19)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus padres y hermanos, sus parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se mantienen firmes, conseguirán la vida”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
Estos versículos hablan de la persecución que ineludiblemente sufrirán los discípulos. El término “entregar”, que se refiere a las aflicciones que padece una Iglesia perseguida, mantiene una estrecha relación con la pasión de Jesús.
El sufrimiento que experimenta la comunidad cristiana se convertirá en ocasión para dar testimonio, en medio de situaciones límites que no permiten elaborar discursos preparados. Jesús mismo guiará a los testigos en su testimonio, que nadie podrá resistir ni refutar.
En esta exhortación hay un llamado claro a la esperanza y al compromiso testimonial, para que la Iglesia sea fiel hasta el final. La misma exhortación pretende ayudar a la comunidad de los seguidores de Jesús para que, asumiendo con realismo su situación en medio de la crudeza del imperio romano, pueda proyectarse hacia el futuro desarrollando la misión que Jesús le ha encomendado.
La Palabra invita a confiar en el Señor, quien permitirá a sus discípulos enfrentar las situaciones difíciles, con la certeza de saber que él siempre está presente y que nunca abandona a los suyos.
Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio Común V
Proclamación del misterio
de Cristo
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
Cuya muerte celebramos unidos en caridad, cuya resurrección proclamamos con viva fe, y cuyo advenimiento glorioso aguardamos con firmísima esperanza.
Por eso, con todos los ángeles y santos, te alabamos, proclamando sin cesar:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Para mí, Señor, has preparado la mesa y has llenado la copa hasta los bordes.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo pan del cielo, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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