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lunes, 5 de diciembre de 2011

Ordinario de la Misa: Martes II Semana de Adviento. Ciclo V. 06 de Diciembre, 2011

Ordinario de la Misa: Martes II Semana de Adviento. Ciclo V. 06 de Diciembre, 2011
Ya viene el Señor a renovar el mundo
Feria de Adviento: martes de la 2a. semana o memoria libre de san Nicolás, obispo
“Reina el Señor”, digamos a los pueblos
Antífona de Entrada
Vendrá el Señor, mi Dios, y con él, todos sus santos; y brillará en aquel día una gran luz.
Oración Colecta
Oremos:
Señor y Dios nuestro, que has hecho llegar a todos los rincones de la tierra la buena nueva de la venida del salvador, concédenos esperar con sincera alegría las fiestas con que celebramos el día de su nacimiento.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro del profeta
Isaías (40, 1-11)
“Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados”.
Una voz clama: “Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán”.
Así ha hablado la boca del Señor.
Una voz dice: “¡Griten!”, y yo le respondo: “¿Qué debo gritar?”
“Todo hombre es como la hierba y su grandeza es como flor del campo. Se seca la hierba y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre”.
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén. Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá:
“Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará a su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 95
Ya viene el Señor a renovar
el mundo.
Cantemos al Señor un nuevo canto; que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor día tras día.
Ya viene el Señor a renovar
el mundo.
Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. “Reina el Señor”, digamos a los pueblos, gobierna a las naciones con justicia.
Ya viene el Señor a renovar
el mundo.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
Ya viene el Señor a renovar
el mundo.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.
Ya viene el Señor a renovar
el mundo.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Ya está cerca el día del Señor. Ya viene el Señor a salvarnos.
Aleluya.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (18, 12-14)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió?Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se le perdieron.
De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda uno solo de estos pequeños”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:
Hoy encontramos a Jesús enseñando en medio del pueblo dedicado al pastoreo; acude a una experiencia posible, la pérdida de una oveja y lo que ella genera en el pastor.
El relato se ubica en la valoración de lo pequeño, en dejar claro cuál es la forma de actuar de Dios. En el corazón de Dios todos somos pequeños muy amados, dotados de libertad para poder optar por aquello que nos parezca mejor, aun a riesgo de perdernos en nuestros intereses. Aun así perdidos, Dios nos busca para reconciliarnos y hacernos volver al rebaño de la fraternidad.
La opción preferencial por los pequeños y por los que se pierden confronta, sin duda, nuestra experiencia cristiana. En la sociedad actual solemos mirar con cierto desprecio a quienes han sido víctimas de la violencia o padecen alguna enfermedad; con frecuencia juzgamos a otros de ser mala compañía, malas personas, malos trabajadores. Sin embargo, Dios nos pone ante el desafío de ir en busca de ellos y aportar a su conversión. Se trata de fomentar e implementar la acogida amorosa y fraterna en nuestra vida.

Oración sobre las Ofrendas
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Prefacio de Adviento I
Las dos venidas de Cristo
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
El cual, al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación, para que cuando venga de nuevo, en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
El Señor, justo juez, dará la corona merecida a todos los que esperan con amor su venida gloriosa.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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