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viernes, 6 de enero de 2012

Ordinario de la Misa: Sábado después de la Epifanía del Señor. Ciclo B. 07 de Enero, 2012

Ordinario de la Misa: Sábado después de la Epifanía del Señor. Ciclo B. 07 de Enero, 2012
El Señor es amigo de su pueblo
Feria del Tiempo de Navidad o memoria libre de San Raimundo de Peñafort, presbítero
“Hagan lo que Él les diga”
Antífona de Entrada
Envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, para que recibiéramos la dignidad de hijos adoptivos.
Oración Colecta
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que con la venida de tu Hijo has hecho resplandecer sobre el mundo una luz nueva, concédenos, que así como Jesucristo, al nacer de la Virgen María, ha querido compartir nuestra condición humana, así también nosotros lleguemos a compartir en su Reino la gloria de su divinidad.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Primera Lectura
Lectura de la primera carta
del apóstol san Juan (5, 14-21)
Queridos hijos:
La confianza que tenemos en Dios consiste en que, si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos escucha. Si estamos seguros de que escucha nuestras peticiones, también lo estamos de poseer ya lo que le pedimos.
Si alguno ve que su hermano comete un pecado de los que no llevan a la muerte, que pida por él y le obtendrá la vida. Esto vale para los que cometen pecados que no llevan a la muerte, porque hay un pecado que sí lleva a la muerte (por ése no digo que se pida).Toda mala acción es pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte.
Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Hijo de Dios lo protege, y no lo toca el demonio. Sabemos que somos de Dios, mientras que el mundo entero yace en poder del demonio.
También sabemos que el Hijo de Dios ha venido ya y que nos ha dado inteligencia para conocer al Dios verdadero.
Nosotros permanecemos fieles al único verdadero, porque permanecemos en su Hijo Jesucristo. El es el verdadero Dios y la vida eterna. Hijos míos,no adoren a los ídolos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 149
El Señor es amigo
de su pueblo.
Entonen al Señor un canto nuevo, en la reunión litúrgica proclámenlo.
En su creador y rey, en el Señor,alégrese Israel, su pueblo santo.
El Señor es amigo
de su pueblo.
En honor de su nombre, que haya danzas, alábenlo con arpa y tamboriles. El Señor es amigo de su pueblo y otorga la victoria a los humildes.
El Señor es amigo
de su pueblo.
Que se alegren los fieles en el triunfo, que inunde el regocijo sus hogares, que alaben al Señor con sus palabras, porque en esto su pueblo se complace.
El Señor es amigo
de su pueblo.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.
Aleluya.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Juan (2, 1-11)
Gloria a ti Señor.
En aquel tiempo, hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús. Este y sus discípulos también fueron invitados. Como llegara a faltar el vino, María le dijo a Jesús: “Ya no tienen vino”.
Jesús le contestó:
“Mujer, ¿qué podemos hacer tú y yo? Todavía no llega mi hora”. Pero ella dijo a los que servían: “Hagan lo que él les diga”.
Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que servían para las purificaciones de los judíos.
Jesús dijo a los que servían:
“Llenen de agua esas tinajas”.
Y las llenaron hasta el borde.
Entonces les dijo:
“Saquen ahora un poco y llévenselo al mayordomo”.
Así lo hicieron, y en cuanto el mayordomo probó el agua convertida en vino, sin saber su procedencia, porque sólo los sirvientes la sabían, llamó al novio y le dijo: “Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente.
Tú en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora”.
Esto que Jesús hizo en Caná de Galilea fue la primera de sus señales milagrosas.
Así mostró su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
En la Biblia se recurre al símbolo nupcial para representar la relación particular de Dios con su pueblo. Los amigos de una pareja que se ama sinceramente se congratulan por las decisiones que ellos toman y no hay lugar a la rivalidad. La rivalidad que se pudiera haber presentado entre los seguidores del Bautista y los seguidores de Jesús se resuelve apelando a este símbolo. El sentimiento que prevalece entre el novio y sus invitados es el de la amistad y el de la alegría. No hay rivalidad entre los seguidores de Jesús y los del Bautista. La figura de Jesús crece, pero no opaca a la del Bautista. Cada uno tiene lugar en la fiesta del reino. No hay lugar para rivalidades cuando de por medio está la salvación de un pueblo que sufre. Juan anuncia la salvación desde una orilla, la de la conversión y del arrepentimiento. Su llamado ético se dirige a los hijos dispersos de Israel. Jesús anuncia desde la otra orilla, parte de la exigencia ética de la conversión, pero concentra toda su energía en el anuncio de la salvación definitiva que acontece en su anuncio del evangelio.
¡Escuchemos la voz de Jesús allí donde él se manifiesta!

Oración sobre las Ofrendas
Señor y Dios nuestro, que infundes en nosotros los sentimientos de la verdadera adoración y nos impulsas a vivir en plena concordia con nuestros prójimos, concédenos poder tributarte con estas ofrendas el culto que te es debido y estrechar los lazos de caridad con nuestros hermanos, por la participación en este sacramento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de Navidad II
Restauración universal por la
encarnación
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
El cual, en el misterio santo que hoy celebramos, se hizo presente entre nosotros sin dejar la gloria del Padre; siendo invisible en su naturaleza divina, se hizo visible al asumir la nuestra y, engendrado antes de todo tiempo, comenzó a existir en el tiempo para reintegrar en la unidad a la creación entera, reconstruyendo en su persona cuanto en el mundo yacía derrumbado y para llamar de nuevo al hombre caído al Reino de los cielos.
Por eso, unidos a los coros angélicos, te aclamamos, llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
De su plenitud hemos recibido todos, gracia por gracia.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que tu pueblo, Señor, al que jamás has dejado de tu mano, experimente tu ayuda presente y futura a fin de que, disfrutando de los bienes terrenos necesarios, pueda buscar con mayor confianza los bienes eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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