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domingo, 11 de marzo de 2012

ORDINARIO DE LA MISA: LUNES DE LA III SEMANA DE CUARESMA.CICLO B. 12 DE MARZO, 2012

ORDINARIO DE LA MISA: LUNES DE LA III SEMANA DE CUARESMA.CICLO B. 12 DE MARZO, 2012 Antífona de entrada Mi alma se consume de deseos por los atrios del Señor; mi corazón y mi carne claman ansiosos por el Dios viviente. (Sal 83,3) Oración colecta Dios omnipotente, purifica y protege a tu Iglesia con tu constante misericordia y ya que sin ti no puede vivir segura, dirígela siempre con tu protección. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Primera Lectura 2Reyes 5,1-15a Muchos leprosos había en Israel, sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio En aquellos días, Naamán, general del ejército del rey sirio, era un hombre que gozaba de la estima y del favor de su señor, pues por su medio el Señor había dado la victoria a Siria. Era un hombre muy valiente, pero estaba enfermo de lepra. En una incursión, una banda de sirios llevó de Israel a una muchacha, que quedó como criada de la mujer de Naamán, y dijo a su señora: "Ojalá mi señor fuera a ver al profeta de Samaría: él lo libraría de su enfermedad." Naamán fue a informar a su señor: "La muchacha israelita ha dicho esto y esto." El rey de Siria le dijo: "Ven, que te doy una carta para el rey de Israel." Naamán se puso en camino, llevando tres quintales de plata, seis mil monedas de oro y diez trajes. Presentó al rey de Israel la carta, que decía así: "Cuando recibas esta carta, verás que te envío a mi ministro Naamán para que lo libres de su enfermedad." Cuando el rey de Israel leyó la carta, se rasgó las vestiduras, exclamando: "¿Soy yo un dios capaz de dar muerte o vida, para que éste me encargue de librar a un hombre de su enfermedad? Fijaos bien, y veréis cómo está buscando un pretexto contra mí." El profeta Eliseo se enteró de que el rey de Israel se había rasgado las vestiduras y le envió este recado: "¿Por qué te has rasgado las vestiduras? Que venga a mí y verá que hay un profeta en Israel. Naamán llegó con sus caballos y su carroza y se detuvo ante la puerta de Eliseo. Eliseo le mandó uno a decirle: "Ve a bañarte siete veces en el Jordán, y tu carne quedará limpia." Naamán se enfadó y decidió irse, comentando: "Yo me imaginaba que saldría en persona a verme, y que, puesto en pie, invocaría al Señor, su Dios, pasaría la mano sobre la parte enferma y me libraría de mi enfermedad. ¿Es que los ríos de Damasco, el Abana y el Farfar, no valen más que toda el agua de Israel? ¿No puedo bañarme en ellos y quedar limpio?" Dio media vuelta y se marchaba furioso. Pero sus siervos se le acercaron y le dijeron: "Señor, si el profeta te hubiera prescrito algo difícil, lo harías. Cuanto más si lo que te prescribe para quedar limpio es simplemente que te bañes." Entonces Naamán bajó al Jordán y se bañó siete veces, como había ordenado el profeta, y su carne quedó limpia como la de un niño. Volvió con su comitiva y se presentó al profeta, diciendo: "Ahora reconozco que no hay dios en toda la tierra más que el de Israel." Salmo responsorial: 41 R. Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios? Como busca la cierva / corrientes de agua, / así mi alma te busca / a ti, Dios mío. R. Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios? Tiene sed de Dios, / del Dios vivo: / ¿cuándo entraré a ver / el rostro de Dios? R. Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios? Envía tu luz y tu verdad: / que ellas me guíen / y me conduzcan hasta tu monte santo, / hasta tu morada. R. Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios? Que yo me acerque al altar de Dios, / al Dios de mi alegría; / que te dé gracias al son de la cítara, / Dios, Dios mío. R. Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo veré el rostro de Dios? Evangelio, Lucas 4,24-30 Lectura del Santo Evangelio, según San Lucas Gloria a ti, Señor Jesús, igual que Elías y Eliseo, no ha sido enviado únicamente a los judíos En aquel tiempo, dijo Jesús al pueblo en la sinagoga de Nazaret: "Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio." Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba. Palabra del Señor Gloria a ti, Señor, Jesús Oración sobre las ofrendas Te ofrecemos, Señor, estos dones como expresión de nuestro servicio; conviértelos para nosotros en sacramento de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor. PREFACIO DE CUARESMA I: Significado espiritual de la Cuaresma El Señor esté con ustedes. Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Por Él reanimas en tus hijos la confianza de ser el pueblo de tu elección, para que dedicados con mayor entrega a la alabanza divina y al amor fraterno, por la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida, participemos con plenitud de los dones del Espíritu y del gozo de tu Reino. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria. Santo, Santo, Santo... Antífona de comunión ¡Alaben al Señor, todas las naciones, porque es inquebrantable su amor por nosotros! (Sal. 116,1-2) Oración después de la comunión Te rogamos, Señor, que la comunión de tu sacramento nos purifique de nuestras faltas y nos congregue en la unidad. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre el pueblo Te pedimos, Padre, que tu diestra defienda al pueblo que te invoca, purifícalo e instrúyelo, para que animado con el consuelo presente, se encamine hacia los bienes futuros. Por Cristo, nuestro Señor.

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