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domingo, 11 de marzo de 2012
ORDINARIO DE LA MISA: MARTES DE LA III SEMANA DE CUARESMA. CICLO B. 13 DE MARZO, 2012
ORDINARIO DE LA MISA: MARTES DE LA III SEMANA DE CUARESMA. CICLO B. 13 DE MARZO, 2012
Antífona de entrada
Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes: inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras. Protégeme como a la pupila de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas. (Cf. Sal. 16,6.8)
Oración colecta
Dios, salvador nuestro,
te pedimos que tu gracia nunca nos abandone,
nos haga vivir entregados a tu servicio
y nos proteja siempre.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Primera Lectura
Daniel 3,25.34-43
Acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde
En aquellos días, Azarías se detuvo a orar y, abriendo los labios en medio del fuego, dijo: "Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia. Por Abrahán, tu amigo; por Isaac, tu siervo; por Israel, tu consagrado; a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas. Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados. En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados. Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confían no quedan defraudados. Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro, no nos defraudes, Señor. Trátanos según tu piedad, según tu gran misericordia. Líbranos con tu poder maravilloso y da gloria a tu nombre, Señor."
Palabra de Dios
Te Alabamos Señor
Salmo responsorial: 24
R. Señor, recuerda tu misericordia.
Señor, enséñame tus caminos, / instrúyeme en tus sendas: / haz que camine con lealtad; / enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.
R. Señor, recuerda tu misericordia.
Recuerda, Señor, que tu ternura / y tu misericordia son eternas; / acuérdate de mí con misericordia, / por tu bondad, Señor.
R. Señor, recuerda tu misericordia.
El Señor es bueno y es recto, / y enseña el camino a los pecadores; / hace caminar a los humildes con rectitud, / enseña su camino a los humildes.
R. Señor, recuerda tu misericordia.
Evangelio
Lectura del Santo Evangelio, según San Mateo 18,21-35
Gloria a ti, Señor
Si cada cual no perdona de corazón a su hermano, tampoco el Padre os perdonará
En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: "Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?"
Jesús le contesta: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano."
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor, Jesús
Oración sobre las ofrendas
Concédenos, Padre, que este sacrificio salvador
nos purifique de nuestros pecados
y atraiga sobre nosotros tu poderosa ayuda.
Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO DE CUARESMA I:
Significado espiritual de la Cuaresma
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo Señor nuestro.
Por Él reanimas en tus hijos
la confianza de ser el pueblo de tu elección,
para que dedicados con mayor entrega
a la alabanza divina y al amor fraterno,
por la celebración de los misterios que nos dieron nueva vida,
participemos con plenitud de los dones del Espíritu
y del gozo de tu Reino.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles
y con todos los coros celestiales,
cantamos sin cesar el himno de tu gloria.
Santo, Santo, Santo...
Antífona de comunión
Señor, ¿quién se hospedará en tu carpa? ¿quién habitará en tu santa montaña? El que procede rectamente y practica la justicia. (Cf. Sal. 14,1-2)
Oración después de la comunión
Te pedimos, Padre,
que la sagrada participación en este sacramento
renueve nuestra vida,
nos purifique de nuestros pecados
y nos otorgue tu protección.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre el pueblo
Dios nuestro, maestro y guía de tu pueblo,
aleja de él los pecados que le asaltan:
para que siempre te sea grato
y viva seguro con tu protección.
Por Cristo, nuestro Señor.
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