Buscar este blog

martes, 24 de abril de 2012

Evangelio del Miércoles III Semana de Pascua. Ciclo B. 25 de Abril, 2012

Evangelio del Miércoles III Semana de Pascua. Ciclo B. 25 de Abril, 2012
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (16, 15-20)
Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:
“Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado.
Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos”.
El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está
sentado a la derecha de Dios.
Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.

Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
Hoy celebramos como comunidad creyente la vida apostólica de san Marcos, hombre que escribe su evangelio con el fin de afirmar que Jesús de Nazaret es el Mesías, el Hijo de Dios, la Buena Noticia comunicada por Dios a toda la humanidad. El relato que leemos este día forma parte del final del evangelio de Marcos, cuando Jesús resucitado envía a sus apóstoles a proclamar la Buena Noticia a toda la humanidad, luego de un intenso proceso de conversión y de apertura total a la fe por parte de sus discípulos. Marcos insiste en la madurez de la fe, ya que sin ella no es posible acoger plenamente el evangelio; la fe es necesaria para poder salvarse. El signo que mejor expresa esa opción radical por el proyecto de Jesús es el bautismo. Quien ha elegido el bautismo es porque realmente ha tenido una experiencia profunda con Jesús resucitado, y la expresa a través de signos liberadores, signos que evidencian la presencia del Señor en medio de la comunidad cristiana. – Es triste percibir actualmente la pérdida del sentido liberador y salvífico de los sacramentos; es necesario que, como comunidad creyente, asumamos con seriedad y compromiso la misión que se desprende de cada uno de ellos.

Fuente: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org

No hay comentarios: