IV Domingo de Adviento
19 de diciembre de 2010
BENDICIÓN DEL CUARTO CIRIO
Señor Jesucristo,
nos prometes y nos garantizas tu proximidad y presencia
constantes
para que la vida y la paz rebosen generosamente entre
nosotros.
Tú estás con nosotros y nos alegramos con María,
bendita entre las mujeres porque fue escogida por el Padre
para llevar a cabo su plan de salvación de la humanidad
proyectado desde la eternidad y manifestado y cumplido ahora
en Ti.
Al encender estas cuatro velas,
queremos expresar nuestra disponibilidad a que el Espíritu
Santo
nos cubra con su sombra y actúe en nosotros, como en
María,
para que el Padre, alfarero del hombre, transforme nuestra
arcilla
en obra de sus manos.
(Se acerca una persona y enciende el cuarto cirio)
Canto: ¡Ven, ven Señor no tardes! (Otro canto apropiado)
MONICIÓN DE ENTRADA
Os deseamos la más cordial alegre bienvenida a la Eucaristía del Cuarto Domingo de Adviento. Es ya el último de este tiempo de espera y esperanza. Pero todavía quedan unos días… En la noche del viernes iniciaremos la Nochebuena y el próximo sábado ya es Navidad. Debemos tener el ánimo bien abierto a la gran realidad que nos llega: Dios se hace Niño para salvarnos. Hemos encendido la cuarta vela de Adviento –que es también la última—con la esperanza de que estas cuatro luces prendidas nos abran a la conversión de nuestros corazones, pues ya falta poco tiempo para la venida del Señor. Hoy, además, tenemos un protagonista muy especial: a José, a nuestro San José. Y veremos como un ángel borró toda su inquietud y él supo, que gracias a su esposa, María, iba a ser padre adoptivo de un Niño que era Dios. Y Salvador del mundo. Gran día, hoy, para todos nosotros. Iniciemos felices, alegres y esperanzados nuestra Eucaristía.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- El profeta Isaías en la primera lectura nos ofrece el vaticinio impresionante de la llegada del Niño que esperamos. Y narra como el Señor Dios dará una señal a los contemporáneos de Acaz: “La Virgen está encinta y da a luz un hijo...”Todo esta a punto para la llegada.
2.- En el comienzo de la Carta a los Romanos, que es nuestra segunda lectura anuncia la filiación divina del Señor Jesús y la promesa de los antiguos profetas de que salvaría al mundo. Son unas breves palabras pero de extraordinario contenido e importancia.
3.- El evangelio de Mateo, que es el que corresponde en este Ciclo A que acabamos de empezar, narra el nacimiento de Jesús y el apoyo de Dios a san José en momentos difíciles. El ángel comunicó a José la naturaleza del Hijo que esperaba María y refleja también Mateo la profecía de Isaías que hemos escuchado anteriormente.
La oración de los fieles
CELEBRANTE
Ya está muy, muy cerca. Al Emmanuel le pedimos que nos traiga la Salvación a todos los hombres de la tierra:
AL DIOS QUE VIENE, SE LO PEDIMOS
1.- Cristo Cabeza de la Iglesia te pedimos por el Papa para que guiado por el Espíritu Santo sepa gobernar y dirigir la Iglesia en estos tiempos tan controvertidos.
OREMOS AL SEÑOR
MONITOR
2.- Por los dirigentes, los que ostentan el poder económico, por los que legislan para que Dios hecho hombre, les lleva a preocuparse por todos los seres humanos.
OREMOS AL SEÑOR
3.- Por aquellos que viven en tinieblas, para que la Luz nazca en sus corazones esta Navidad.
OREMOS AL SEÑOR
4.- Por todos los que sufren la enfermedad, la incomprensión, el abandono, para que el Emmanuel les alivie su sufrimiento.
OREMOS AL SEÑOR
5.- Por todos nosotros, para que la alegría del próximo nacimiento de nuestro Salvador nos llene y nos guíe durante toda nuestra vida.
OREMOS AL SEÑOR
6.- Por todos los que otros años vivieron con nosotros estas fiestas y hoy ya no están entre nosotros, para que Dios los acoja en su infinita Misericordia.
OREMOS AL SEÑOR
CELEBRANTE
Padre, por tu Hijo que nos llega te presentamos estas plegarias, haz que la Salvación que Él nos trae llegue a todos los hombres de la tierra.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amen
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