Ordinario de la Misa: Sábado XVI Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 23 de Julio, 2011
Santa María en Sábado
Memoria libre
Ofrécele al Señor tu gratitude
Antífona de Entrada
Te aclamamos, santa Madre de Dios, porque has dado a luz al Rey que gobierna cielo y tierra por los siglos de los siglos.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, concede a tus hijos gozar siempre de completa salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de la gloriosa siempre Virgen María, líbranos de las tristezas de esta vida y concédenos disfrutar de las alegrías eternas.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del Exodo
(24, 3-8)
En aquellos días, Moisés bajó del monte Sinaí y refirió al pueblo todo lo que el Señor le había dicho y los mandamientos que le había dado. Y el pueblo contestó a una voz: “Haremos todo lo que dice el Señor”.
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano, construyó un altar al pie del monte y puso al lado del altar doce piedras conmemorativas, en representación de las doce tribus de Israel.
Después mandó a algunos jóvenes israelitas a ofrecer holocaustos e inmolar novillos, como sacrificios pacíficos en honor del Señor; tomó la mitad de la sangre, la puso en vasijas y derramó sobre el altar la otra mitad.
Entonces tomó el libro de la alianza y lo leyó al pueblo, y el pueblo respondió:
“Obedeceremos; haremos todo lo que manda el Señor”.
Luego Moisés roció al pueblo con la sangre, diciendo: “Esta es la sangre de la alianza que el Señor ha hecho con ustedes, conforme a las palabras que han oído”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 49
Ofrécele al Señor tu gratitud.
Habla el Dios de los dioses, el Señor, y convoca a cuantos viven en la tierra. En Jerusalén, dechado de hermosura, el Señor se ha manifestado.
Ofrécele al Señor tu gratitud.
Congreguen ante mí a los que sellaron sobre el altar mi alianza. Es Dios quien va a juzgar y el cielo mismo lo declara.
Ofrécele al Señor tu gratitud.
Mejor ofrece a Dios tu gratitud y cumple tus promesas al Altísimo, pues yo te libraré cuando me invoques y tú me darás gloria, agradecido.
Ofrécele al Señor
tu gratitud.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Acepten dócilmente la palabra que ha sido sembrada en ustedes y es capaz de salvarlos.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (13, 24-30)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: “El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó.
Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña. Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: ‘Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?’
El amo les respondió: ‘De seguro lo hizo un enemigo mío’.
Ellos le dijeron: ‘¿Quieres que vayamos a arrancarla?’ Pero él les contestó: ‘No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero’ ”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
La parábola del evangelio de hoy es una respuesta fehaciente a la creencia común de que el reino mesiánico se establecería con la eliminación y destrucción de los malvados. Se coloca de manifiesto que el acontecer del reino está ya actuando en la germinación de las semillas de la justicia, de la paz, del diálogo sin exclusión. El Reino desde estas coordenadas está abierto a todos, lo mismo que Dios envía la lluvia y el sol sobre buenos y malos. Por tanto, lo crucial de la parábola está en la praxis de la paciencia y la tolerancia hasta la clasificación final. No podemos perder de vista que la realidad del reino va surgiendo en un ambiente hostil, que la justicia crece en medio de la corrupción y la opresión; que la paz va floreciendo aún en medio de la violencia. Un auténtico discipulado tiene que luchar en contra de todo tipo de pesimismo, desánimo y derrotismo, y encaminarse a seguir sembrando y compartiendo la vida junto con todos aquellos que son víctimas de la opresión, de la injusticia personal y colectiva.
Oración sobre las Ofrendas
Padre lleno de bondad, que nos socorra el inmenso amor de tu Hijo unigénito para que, quien al nacer de la Virgen María, no menoscabó la integridad de la Madre, sino que la consagró, nos libre de nuestras culpas y haga acepta a ti nuestra oblación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de Santa María Virgen I
Maternidad de la santísima
Virgen María
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la conmemoración de Santa María, siempre virgen: Porque ella concibió a tu único Hijo por obra del Espíritu Santo y sin perder la gloria de su virginidad, hizo brillar sobre el mundo la luz eterna, Jesucristo nuestro Señor.
Por él, los ángeles y los arcángeles y todos los coros celestiales, celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Dichosa la Virgen María, que llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, al recibir el sacramento celestial en esta conmemoración de la santísima Virgen María, te pedimos que nos concedas celebrar dignamente, a imitación suya, el misterio de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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