Evangelio del Sábado XIX Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 13 de agosto 2011.
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (19, 13-15)
Gloria a ti, Señor
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesus para que les impusiera las manos y orase por ellos.
Los discípulos regañaron a la gente; pero Jesús les dijo:
“Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos”. Después les impuso las manos y continuó su camino.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
En muy pocos casos los discípulos de Jesús obstaculizan acceder a él. En este caso particular de los niños, los discípulos representan un obstáculo mayor, por cuanto reproducen mecánicamente los prejuicios de su propia cultura, que veía a los niños como seres carentes de juicio, dirección y entendimiento, por lo que no se les debía permitir el ingreso en el ámbito adulto, mucho menos en el espacio de formación que Jesús brindaba a sus seguidores. Las familias buscaban que los niños conocieran a Jesús para que él los bendijera y orara por ellos. La bendición solemne se hacía imponiendo las manos sobre la cabeza, y la oración invocaba la protección divina. Estas prácticas reflejaban la creencia popular que consideraba que todos debían buscar la presencia, la enseñanza y la bendición de personas santas representadas por los profetas, maestros y sanadores. Jesús no rechaza esas expresiones de la religión popular, sino que descubre en ellas valores fundamentales para una auténtica experiencia religiosa, como son la confianza, la sinceridad y la sencillez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario