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domingo, 7 de agosto de 2011

Ordinario de la Misa: Lunes XIX Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 08 de Agosto, 2011

Ordinario de la Misa: Lunes XIX Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 08 de Agosto, 2011
Santo Domingo de Guzmán, presbítero
Memoria
Glorifica al Señor, Jerusalén
Antífona de Entrada
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia; la parte que he recibido es la más hermosa. El mismo Señor es mi recompensa.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, que en santo Domingo de Guzmán otorgaste a tu Iglesia un predicador insigne de tu Evangelio y del amor a la Virgen María, concédenos una inquebrantable fidelidad a tu Hijo y una sólida devoción
a su santísima Madre.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro del
Deuteronomio (10, 12-22)
En aquellos días, Moisés le dijo al pueblo estas palabras:
“Ahora, Israel, advierte bien lo que el Señor te pide: Que temas al Señor, tu Dios; que cumplas su voluntad y lo ames; que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y toda el alma; que cumplas los preceptos del Señor, y los mandamientos que hoy te impongo para tu bien.
Es cierto que el cielo y toda su inmensidad, la tierra y cuanto hay en ella son del Señor, tu Dios; sin embargo, sólo con tus padres se unió el Señor con alianza de amor, y sólo a ustedes, sus descendientes, los eligió de entre todos los pueblos, como pueden comprobarlo todavía.
No cierren, pues, su corazón ni endurezcan su cabeza, porque el Señor, su Dios, es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, Dios grande, fuerte y terrible; no es parcial ni acepta sobornos, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al forastero y le da pan y vestido.Amen, pues, al forastero, porque también ustedes lo fueron en Egipto.
Teme al Señor, tu Dios; sírvelo; vive unido a él y jura en su nombre. El será tu gloria, él será tu Dios, pues él hizo por ti las terribles hazañas que tus ojos han visto. Setenta eran tus padres cuando fueron a Egipto, y ahora, Israel, el Señor, tu Dios, te ha hecho un pueblo numeroso como las estrellas del cielo”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 147
Glorifica al Señor, Jerusalén.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. El refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa.
Glorifica al Señor, Jerusalén.
El mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. El envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
Glorifica al Señor, Jerusalén.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.
Glorifica al Señor, Jerusalén.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor
Jesucristo.
Aleluya.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Mateo (17, 22-27)
Gloria a ti, Señor
En aquel tiempo, se hallaba Jesús con sus discípulos en Galilea y les dijo: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar”. Al oír esto, los discípulos se llenaron de tristeza.
Cuando llegaron a Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los recaudadores del impuesto para el templo y le dijeron: “¿Acaso tu maestro no paga el impuesto?”
El les respondió: “Sí lo paga”.
Al entrar Pedro en la casa, Jesús se adelantó a preguntarle:
“¿Qué te parece, Simón? ¿A quiénes les cobran impuestos los reyes de la tierra, a los hijos o a los extraños?” Pedro le respondió: “A los extraños”.
Entonces Jesús le dijo: “Por lo tanto, los hijos están exentos.
Pero para no darles motivo de escándalo, ve al lago y echa el anzuelo, saca el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda. Tómala y paga por mí y por ti”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión:
El impuesto del que nos habla el evangelio no es un impuesto general, como los que se cobran hoy día sobre el consumo de bienes y servicios, sino un impuesto especial al que estaban obligados los israelitas para el mantenimiento del Templo de Jerusalén. El origen de este impuesto se remontaba a épocas remotas, cuando los santuarios locales eran sostenidos por las familias del lugar, y los artículos que se ofrecían para el sacrificio eran consumidos por los mismos oferentes (Ex 30,13.24). Este mismo impuesto se había convertido en una carga extremadamente pesada para el pueblo pobre, después de las reformas religiosas y las ampliaciones del edificio que había introducido el rey Herodes. La respuesta de Jesús a los cobradores de impuestos que interpelan a Simón Pedro se refiere al abuso que cometían las autoridades al hacer doble recaudación para el Templo. Les cobraban a todos los judíos y prosélitos que vivían en el extranjero, y al mismo tiempo les cobraban a los que vivían en Israel, quienes, además de los impuestos ordinarios sobre el sacrificio, debían pagar este impuesto adicional.

Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, el sacrificio que vamos a ofrecerte y, por intercesión de santo Domingo, concédenos dar a conocer nuestra fe con nuestra conducta diaria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de los Santo Pastores
Los santos pastores siguen
presentes en la Iglesia
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor. Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de santo Domingo de Guzmán, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso, con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza, diciendo sin cesar:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
Yo os aseguro, dice el Señor, que los que habéis dejado todo para seguirme, recibiréis cien veces más y alcanzaréis la vida eterna.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el sacramento que hemos recibido en esta festividad aumente, Señor, en nosotros el amor por tu Iglesia, a cuyo servicio consagró su vida y su predicación santo Domingo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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