Evangelio del Viernes XXIII Semana Tiempo Ordinario. Ciclo A. 9 de septiembre 2011
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (6, 39-42)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: “¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: ‘Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo’, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión:
Nuevamente retomamos el itinerario que ha planteado Lucas, quien va describiendo las estrategias pedagógicas de Jesús para formar a sus discípulos.
Después de la exhortación con carácter de mandato del amor a los enemigos, Jesús propone la comparación del ciego que guía a otro ciego.
Una mirada al texto desde la perspectiva del discipulado nos ayudará a comprender mejor la comparación.
Esta es la propuesta de Jesús para sus discípulos, que lleguemos a ser como él, sin sentirnos superiores a otros.
Para llegar a ser como el maestro, es necesario mirar hacia nosotros mismos; en términos actuales sería hacer una auto-evaluación, o, como dice el mismo evangelio mirar la viga que tenemos en nuestro ojo, antes de pretender sacar la pelusa del ojo ajeno.
Este pasaje se cierra con un fuerte adjetivo: “Hipócrita”, haciendo referencia a que no podemos ser guías de otros mientras no haya luz en nuestras vidas.
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