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lunes, 16 de enero de 2012

Evangelio del Martes II Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 17 de Enero, 2012

Evangelio del Martes II Semana Tiempo Ordinario. Ciclo B. 17 de Enero, 2012
Lectura del Santo Evangelio, según San Marcos 2, 23-28
Gloria a ti, Señor
Un sábado atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas. Los fariseos le dijeron: "Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?" El les respondió: "¿No habéis leído nunca lo que hizo David cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros". Y añadió: "El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado".
Palabra del Señor
Gloria a ti, Señor Jesús
Comentario:
La religión nos puede liberar o bien paralizar. Y, al igual que la religión, cualquier otra dimensión fundamental humana puede liberarnos o someternos. El dilema se nos puede presentar no en forma de una gran discusión doctrinal sino, como ocurre en el evangelio, a partir de un pequeño detalle de la vida cotidiana. Los discípulos son amonestados por sus correligionarios por el simple hecho de arrancar unas espigas y darse un bocadito en sábado. Para nosotros este gesto puede parecer insignificante, pero, para una persona cuya religiosidad raya con el fanatismo, esto es un verdadero acto sacrílego.
Pero lo mismo podrían decir esas personas si miraran las costumbres de nuestra época. No comprenderían por qué pasamos tantas horas frente a un televisor viendo un evento deportivo o un culebrón romántico. O por qué consideramos banal que unas pocas personas consuman agua por toneladas, mientras otros no tienen agua potable para cocinar. Cada diminuto gesto de nuestra vida cotidiana puede tener un enorme significado y se puede convertir en un camino hacia la humanización o, por el contrario, hacia nuestra propia pequeñez.
¿Nos liberamos en los gestos de nuestra vida diaria o dejamos a las costumbres decidir por nosotros?

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