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martes, 28 de febrero de 2012
Evangelio Miércoles I Semana de Cuaresma. Ciclo B. 29 de Febrero, 2012.
Evangelio Miércoles I Semana de Cuaresma. Ciclo B. 29 de Febrero, 2012.
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (11, 29-32)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles:
“La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Tarea difícil es la conversión de corazón. Sobre todo cuando consideramos que ya estamos convertidos del todo. Quizá eso le sucedía los oyentes de Jesús en el relato evangélico de Lucas. Escuchaban la predicación de Jesús pero no la comprendían ni aceptaban. Veían sus obras pero no las entendía. No fueron capaces de comprender que Dios estaba actuando en medio de ellos. Su corazón y su mente estaban empecinados en su propio ego religioso. Cuando esto sucede es casi imposible que la palabra de Dios penetre hasta el fondo. Es como un muro de contención que se coloca para detener el caudal de una represa. Así es un corazón empecinado en su propio mundo sin dejar la menor posibilidad de abrirse a otra mirada diferente, a una propuesta de vida nueva, transformada por la acción y la predicación de Jesús. Lo peor es pensar y sentir que como ya somos bautizados y pertenecemos a una institución eclesiástica entonces ya no necesitamos transformar nuestras vidas. Aprovechemos al máximo este tiempo de cuaresma para reconocer los signos salvadores de Jesús, escuchar y digerir sus palabras de vida y abrirnos a su propuesta de salvación.
Día extraño peculiar, éste del 29 de febrero, que sólo se presenta cada cuatro años, y no siempre...
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