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jueves, 10 de mayo de 2012

Evangelio del Viernes V Semana de Pascua. Ciclo B. 11 de Mayo, 2012

Evangelio del Viernes V Semana de Pascua. Ciclo B. 11 de Mayo, 2012 † Lectura del santo Evangelio según san Juan (15, 12-17) Gloria a ti, Señor. En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre. No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. Comentario: Una de las grandes problemáticas que sufre actualmente la Iglesia es la ruptura entre vida y fe, entre lo que decimos creer y lo que en realidad hacemos. Esta situación es provocada por la incomprensión del criterio fundamental de la fe cristiana: la vivencia del mandamiento del amor. Para Juan es importante la práctica del amor fraterno dentro de la comunidad de discípulos, ya que es la manera real de vivir plenamente la fe; por ello Jesús mismo se pone como ejemplo de vida (“como yo les he amado”); él es el modelo del amor perfecto, del amor desmedido y entregado por la humanidad. Este amor desbordante, que es criterio de vida para la comunidad, exige comprender de una manera distinta al ser humano y a la naturaleza, pasando de una relación de poder (amo-siervo) a una relación íntima de amistad (amigo-amigo), en la que existe el conocimiento del otro, el apasionamiento por la realidad de mi semejante, hasta el punto de ser capaz de entregar todo por la vida y el bienestar del otro (Cfr. v.13). La vida y la fe se vinculan cuando verdaderamente asumimos en libertad la experiencia del amor; si somos conscientes de ello, la vida de la Iglesia tendrá sentido en el mundo. Fuente: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.com

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