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martes, 8 de mayo de 2012

Ordinario de la Misa: Miércoles V Semana de Pascua. Ciclo B. 09 de Mayo, 2012

Ordinario de la Misa: Miércoles V Semana de Pascua. Ciclo B. 09 de Mayo, 2012
Vayamos con alegría al encuentro del Señor
Feria de Pascua: miércoles de la 5a. semana
“La paz esté contigo”
Antífona de Entrada
Que mi boca, Señor, se llene de alabanzas para poder cantarte; entonces mis labios se estremecerán de júbilo.
Aleluya.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro misericordioso, que salvas al pecador y lo llamas a tu amistad, atrae hacia ti el corazón de tus hijos, libres ya de las tinieblas por el don de la fe, y no permitas que se aparten de ti, que eres la luz verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

Primera Lectura
Lectura del libro de los
Hechos de los Apóstoles
(15, 1-6)
En aquellos días, vinieron de Judea a Antioquía algunos discípulos y se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la ley de Moisés, no podrían salvarse.
Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; al fin se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más fueran a Jerusalén para tratar el asunto con los apóstoles y los presbíteros. La comunidad cristiana los proveyó para el viaje, y ellos atravesaron Fenicia y Samaria, contando a los hermanos cómo se convertían los paganos, y los llenaban de gozo con esta noticia.
Al llegar a Jerusalén, fueron recibidos por la comunidad cristiana, los apóstoles y los presbíteros, y ellos refirieron todo cuanto Dios había hecho por su medio. Pero algunos de los fariseos convertidos intervinieron, diciendo:
“Hay que circuncidar a los paganos y exigirles que cumplan la ley de Moisés”.
Entonces se reunieron los apóstoles y los presbíteros para examinar el asunto.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Salmo 121
Vayamos con alegría
al encuentro del Señor. Aleluya.
¡Qué alegría sentí, cuando me dijeron: “Vayamos a la casa del Señor”! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas.
Vayamos con alegría
al encuentro del Señor. Aleluya.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor.
Vayamos con alegría
al encuentro del Señor. Aleluya.
Por el amor que tengo a mis hermanos, voy a decir: “La paz esté contigo”. Y por la casa del Señor, mi Dios, pediré para ti todos los bienes.
Vayamos con alegría
al encuentro del Señor. Aleluya.

Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Permanezcan en mí y yo en ustedes, dice el Señor; el que permanece en mí da fruto abundante.
Aleluya.

Evangelio
† Lectura del santo Evangelio
según san Juan (15, 1-8)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.
Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.
Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá.La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
La imagen de la vid expresa perfectamente el sentido último de la fe en Cristo: la necesidad de mantener una unión íntima con Jesús de Nazaret, una integración total con la experiencia de la resurrección, un vínculo estrecho con la voluntad de Dios, con el fin de vivir la promesa de la salvación. Jesús es la Vid y nosotros los sarmientos; este vínculo profundo convierte a la comunidad de discípulos en una viña sumamente fecunda, ya que ha logrado una verdadera identificación con la Palabra de Jesús; es decir, que la comunidad ha asumido libremente los valores del Reino como una continua práctica de vida, donde la fidelidad al amor y a la justicia de Dios la mantiene unida a Jesús; el discípulo o la comunidad que se separa del hilo que da la Vida (Jesús) no puede hacer nada, se seca, pierde su esencia, su razón de ser en el mundo; es juzgada por su esterilidad. Es vital, entonces, que la Iglesia actual se mantenga unida a la Vid verdadera, permanezca fiel a los valores del Reino para que pueda ofrecer verdaderos frutos de vida, paz y justicia a la humanidad, de lo contrario estaría yendo en dirección prohibida de la propia voluntad de Dios: Ser discípulos y discípulas de la Vida.

Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual que vamos a ofrecerte, nos llene siempre de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos obtenga de ti la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de Pascua I
El misterio pascual
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor, pero más que nunca en este tiempo, en que Cristo, nuestra pascua,fue inmolado.
Porque Él es el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo: muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando,restauró la vida.
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...

Antífona de la Comunión
El Señor, que nos redimió con su sangre, ha resucitado y ha hecho resplandecer
su luz sobre nosotros.
Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, precio de nuestra redención, nos ayuden, Señor, a cumplir tus mandamientos y a obtener,así, nuestra felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Fuente: www.lecturadeldia.com; www.servicioskoinonia.org

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